Poesía
Divina, Divina Poesía
(Afirmaciones
para la pareja cósmica)
Autor: Abelardo Gameche
( Abe-an)
AGRADECIMIENTO
Y DEDICATORIA
Gracias
Padre por la luz que has arrojado en mi camino, por la inspiración con la que
has movido mis dedos para que escribieran tan sólo un poco sobre la infinitud y
el esplendor de Tu bondad, de Tu verdad y de Tu belleza.
Por
haberme acercado a aquellos hermanos, a quienes también agradezco, porque
guiados
por Ti, supieron persuadirme para que me encontrara Contigo en la mitad de la
montaña, hasta donde tuve que escalar y hasta donde Tú descendiste para
cubrirme con Tu manto de Amor, develando Tu Mágica Presencia, de la cual no
necesito más comprobar, palpar o demostrar su existencia.
Allí
en la mitad del camino aprendí a asumirTe en mí, reconociéndome como tu hijo y
fiel siervo.
Entre
los hermanos a quienes me refiero, quiero agradecer muy especialmente a Eli, a
quien dedico esta entrega por haberme mostrado el valor del número, del
movimiento y del verbo, por haberme enseñado a amar a lo que más negaba de mí y
a mis contradicciones, por haber propiciado el inicio de mi encuentro con mi
Ser y por haberme permitido ver claramente quienes son mis iguales y verdaderos
amigos.
Y
a María y Antonio, mis padres, por el amor, la bondad y nobleza que siempre
tuvieron para dar incondicionalmente y con los que supieron contagiar a todos
los que estuvimos muy cerca de ellos.
PRÓLOGO
“Poesía
Divina, Divina Poesía (Afirmaciones para la pareja cósmica”) es un libro que se
ha escrito sobre basamentos matemáticos, utilizando la magia de los cuadros
pitagóricos de orden 12.
Llamémoslo
Oráculo Cósmico para las parejas zodiacales, puesto que en él se revelan la
misión y las características de cada pareja como un comando espiritual para el
crecimiento interior, la configuración, el desarrollo, la expansión y la
expresión del Ser de cada miembro de la pareja y de la pareja misma.
Entiéndase
por pareja cósmica a la reunión de dos personas que comparten la energía y su
tránsito por la vida en un momento y tiempo determinado, bajo circunstancias
particulares y que juntas tienen una misión que cumplir para el provecho y el
bien individual, de la pareja y del mayor número de personas posibles.
Este
libro representa al Verbo del Padre en acción. Lo que Él ha diseñado para Sus
hijos y para las parejas que ellos formen.
Es
la poesía del Amor verdadero, bello y bueno.
Es
un libro que fusiona con sabiduría a la ciencia y al arte, y por inspiración
divina manifiesta a la Mágica Presencia
del YO SOY
Se
escribe en un momento de total confusión planetaria, en la que los valores del
Ser parecen estar perdidos o menospreciados. En el que la guerra y la
destrucción de grandes masas de seres humanos por parte del hombre mismo,
movido por su ego y afán de poder y control, amenazan insistentemente la
continuidad de la vida en la tierra. En el que el poder pretendido por muchos gobernantes de naciones les
distorsiona la capacidad de actuar y de dirigirlas por altruismo, por el intercambio
balanceado, equitativo y armónico de las riquezas, y les hace tomar decisiones
basándose exclusivamente en la ambición material y satisfacción propia,
esquivando las metas más elevadas del Ser, las que conllevan a la plena
realización del individuo y, por ende, del colectivo.
Por
esta razón, “Poesía Divina, Divina Poesía (Afirmaciones para la pareja
cósmica)” es una llave que abre puertas de salida para la liberación del Alma
del Planeta Tierra, una garantía para la supervivencia del hombre “realmente
nuevo”, que ha hecho el encuentro consigo mismo y con su Creador, que ha podido
reconciliar Padre y Madre dentro de sí y que está dispuesto a servirLe con una
mente pura y libre, no condicionada.
Sin
embargo no pretende hacer proselitismo espiritual, ni convencer a nadie de cuál
es el camino que tiene que seguir para salvarse venciendo a sus fantasmas,
especialmente lo que los genera a todos: el miedo a la soledad y a la muerte.
¿O acaso no es éste el “máximo mal”?
No
da recetas para conquistar un fin particular, más bien ofrece vías para desatar
procesos internos de deslastre, purificación, sanación y liberación.
Quienes
quieran atreverse a seguir por estas vías por voluntad propia, tal como la
esencia del libro propone, asumiendo responsablemente sus pérdidas y ganancias,
se encontrarán un espejo de seis lados al final del camino y detrás de él, las
puertas del cielo y de la eternidad.
CONCEPTOS
MATEMÁTICOS BÁSICOS Y
ESTRUCTURACIÓN
MATEMATICA DEL LIBRO
Corresponde
ahora definir al cuadro pitagórico como aquella matriz de orden “n”, formada
por “n” filas y “n” columnas, en la que cada uno de sus “n x n” números aparece
sólo una vez y todos ellos se organizan
de tal manera que cada fila, cada columna y las dos diagonales de la matriz,
suman siempre el mismo número. Éstos cuadros
no son más que balance, ritmo y equilibrio entre los números que los
componen.
En
este caso se ha trabajado con matrices de orden 12, es decir, todas las
matrices contienen 144 dígitos ordenados en 12 filas y 12 columnas
El
presente libro, tal como se planteó anteriormente, se construye en función de
las parejas zodiacales, por lo cual hubo que calcular el total de parejas
que pueden obtenerse al “aparear” los
distintos signos del zodíaco, siendo 78 el número de posibilidades de
combinación.
Así
tenemos un lote de 12 parejas que resultan de combinar al primer signo con el segundo, al segundo
con el tercero y así sucesivamente hasta completar el círculo zodiacal.
Este
apareamiento se corresponde al orden natural de los números que van del 1 al
144, distribuidos en 12 filas de 12 números cada una. En la primera fila se
ubican los números que van del 1 al 12, en la segunda los que van del 13 al 24
y así sucesivamente hasta agotar los 144.
Acá
encontramos a las parejas formadas por los signos: Aries-Tauro, Tauro-Géminis,
Géminis-Cáncer, Cáncer-Leo, Leo-Virgo, Virgo-Libra, Libra-Escorpio,
Escorpio-Sagitario, Sagitario-Capricornio, Capricornio-Acuario, Acuario-Piscis,
Piscis-Aries.
Hay
que hacer notar que cada vez que se hace un movimiento para formar una pareja
zodiacal se redistribuyen los 144 dígitos de la matriz.
Luego
tenemos un segundo lote de 12 parejas generadas por la combinación del primer
signo con el tercero, el tercero con el quinto, hasta completar el círculo de
los impares y por la combinación del segundo signo con el cuarto, el cuarto con
el sexto y así sucesivamente hasta completar el círculo de los pares. Entonces
obtenemos a las parejas siguientes: Aries-Géminis, Géminis-Leo, Leo-Libra,
Libra-Sagitario, Sagitario-Acuario, Acuario-Aries, Tauro-Cáncer, Cáncer-Virgo,
Virgo-Escorpio, Escorpio-Capricornio, Capricornio-Piscis, Piscis-Tauro.
El
tercer lote está formado por las 12 parejas que resultan de relacionar al
primer signo con el cuarto, al cuarto con el séptimo, al séptimo con el décimo,
el décimo con el primero, es decir tomando los signos que se arreglan en los
cuadrantes del círculo. Rotando a éste dos veces se obtienen las 8 parejas
restantes. De esta formación tenemos a las parejas: Aries-Cáncer, Cáncer-Libra,
Libra-Capricornio, Capricornio-Aries, Tauro-Leo, Leo-Escorpio,
Escorpio-Acuario, Acuario-Tauro, Géminis-Virgo, Virgo-Sagitario,
Sagitario-Piscis, Piscis-Géminis.
Seguidamente
tenemos un cuarto lote de 12 parejas de signos, el de las 4 Tríadas de Los
Poderes de los Elementales y cuyas parejas resultan de combinar un signo con el
que le sigue después de saltarse 3 signos entre ellos. Así tenemos: la Tríada
de los Poderes del Fuego, esto es, las parejas de los signos Aries-Leo,
Leo-Sagitario, Sagitario Aries. La Tríada de los Poderes de la Tierra,
constituida por las parejas de los signos Tauro-Virgo, Virgo-Capricornio,
Capricornio-Tauro. La Tríada de los Poderes del Aire, formada por las parejas
de los signos Géminis-Libra, Libra-Acuario, Acuario-Géminis, y finalmente la
Tríada de los Poderes del Agua, es decir, las parejas de los signos
Cáncer-Escorpio, Escorpio-Piscis, Piscis-Cáncer.
Tenemos
un quinto lote de 12 parejas de signos obtenidas al aparear a un signo con el
siguiente después de saltarse 4 signos entre ellos. Aparecen entonces las
siguientes parejas: Aries-Virgo, Virgo-Acuario, Acuario-Cáncer,
Cáncer-Sagitario, Sagitario-Tauro, Tauro-Libra, Libra-Piscis, Piscis-Leo,
Leo-Capricornio, Capricornio-Géminis, Géminis-Escorpio, Escorpio-Aries. Todas
ellas originan la estrella de 12 puntas en el círculo zodiacal una vez trazadas
las líneas que las unen.
El
siguiente lote es de 6 parejas, puesto que éstas se forman combinando a los
opuestos, vale decir: Aries-Libra, Tauro-Escorpio, Géminis-Sagitario,
Cáncer-Capricornio, Leo-Acuario, Virgo-Piscis, y representan a los puntos
cardinales.
Formar
parejas del mismo signo implica hacer un recorrido de 360º por el círculo
zodiacal, lo que significa relacionar un número del 1 al 12 consigo mismo. Esto
por definición, no permite construir un cuadrado mágico, razón por la cual sólo
se pueden construir en lugar de 78, sólo 66. La lectura para cada una de estas
parejas está incluida en las 12 parejas del primer lote.
Cada
una de las distribuciones numéricas relativas a cada pareja en particular no
permite la constitución de un cuadro mágico como tal al ordenarse según los
seis movimientos anteriormente descritos. Para ello, y basándose siempre en el
orden particular preestablecido, hay que intervenir a la matriz formada con un
elemento de transformación que la convierta en cuadro mágico. Este elemento de
transformación es el mismo para todos los cuadros construidos, lo cual da carácter unitivo y fundamento científico a
esta metodología. Se constituye de este modo 66 matrices irrepetibles, únicas y
específicas para cada pareja.
CORRESPONDENCIA
ENTRE NÚMERO Y VERBO
1 verdad
49 sabiduría 97 entendimiento
2 salvación 50 suministro 98 transfiguración
3 control
51 transformación 99 piedad
4 cumplimiento 52
iniciación 100
misericordia
5 victoria
53 infinitud 101
conocimiento
6 coordinación 54
alegría 102 atrevimiento
7 confortación 55
consagración
103 realización
8 equidad 56
aceptación 104 perdón
9 asumisión 57
comunión
105 trascendencia
10
ascensión 58
armonía
106 servicio
11
logro
59 complementación 107 redención
12
ubiquidad 60
creactividad 108 elevación
13
templanza 61 liberación 109
ultimación
14
tranquilidad 62
eternidad
110 agradecimiento
15
obediencia
63 contentamiento 111 silencio
16
justicia
64 vibración 112
persuasión
17
resurrección 65
entrega 113
santificación
18
discernimiento
66 adoración 114
existencia
19
unidad
67 pureza 115 caridad
20
impersonalidad
68 otorgamiento 116
sostenimiento
21
quietud
69 permeabilidad 117 lealtad
22
altruismo 70
constancia
118 libertad
23
perfección 71
presencia
119 balance
24
cancelación 72
felicitación
120 fidelidad
25
fuerza
73 inspiración 121 decisión
26
rectitud 74 perseverancia 122 revelación
27
intuición
75 contemplación 123 atención
28
voluntad divina 76 fortaleza 124 orden
29
permanencia 77
consideración
125 justeza
30
afirmación 78
consumación 126 manifestación
31
amistad
79 concentración 127 iluminación
32
aspiración 80
concepto inmaculado 128
intercambio
33
vitalidad
81 búsqueda 129 éxtasis
34
paz
82 visión 130
igualdad
35
acción 83
determinación
131 consciencia
36
razón
84 valor 132
recepción
37
transmutación 85 fe
133 hermandad
38
paciencia
86 tolerancia 134
preservación
39
reconciliación 87 hospitalidad 135 bendición
40
comprensión 88
inteligencia constructiva 136
sanación
41
reversión
89 expansión 137
compensación
42
oración
90 tratamiento 138
reverberación
43
unión
91 bondad 139 belleza
44
inmanencia 92
intención
140 compartir
45
generación
93 consejo 141 responsabilidad
46
gloria
94 claridad 142
esperanza
47
remembranza 95
compasión 143 dirección
48
comunicación 96
asistencia
144 mediación
Esta correspondencia entre número y verbo
otorga la esencia al libro.
Si partimos de una base matemática
equilibrada, balanceada, armónica, rítmica, en definitiva, lo que hemos llamado
mágica, podemos esperar que al hacer la correspondencia con el verbo,
obtengamos oraciones igualmente mágicas.
Basta sólo que el arquetipo cósmico sea
captado por estas oraciones, y esto es posible sólo cuando Él habla y hace en
mí y en cada uno de nosotros.
Estos 144 verbos tienen el máximo valor y
significado moral y ético. Fueron canalizados anteriormente a la escritura de
este libro por ELIEZER, a quien le he dedicado el fruto de esta plasmación.
Representan las virtudes del Ser, pilares
de luz, cualidades divinas. Sus conexiones marcan los caminos a recorrer por
el nuevo “Árbol de la Vida”, a través
del “Séptimo Movimiento del Monumento Cósmico”, para construir internamente al
propio “Monumento Cósmico”.
De 1 en 1.
LA
RONDA DEL FUEGO-TIERRA-AIRE-AGUA
ARIES-TAURO
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
127 141 116
49 63 38
88 102 77
22 36 11
117
128 139 39
50 61 78
89 100 12
23 34
140 115 129
62 37 51
101 76 90
35 10 24
94 108 83
16 30 5
121 135 110
55 69 44
84 95 106
6 17 28
111 122 133
45 56 67
107 82 96
29 4 18
134 109 123
68 43 57
13 27 2
91 105 80
58 72 47
124 138 113
3 14 25
81 92 103
48 59 70
114 125 136
26 1 15
104 79 93
71 46 60
137 112 126
52 66 41
130 144 119
19 33 8
85 99 74
42 53 64
120 131 142
9 20 31
75 86 97
65 40 54
143 118 132
32 7 21
98 73 87
I
Luz inagotable desde
el origen,
voy
responsablemente
a por ti.
Sostenme.
Apórtame
sabiduría
y contentamiento.
Seré
paciente.
Con
inteligencia
constructiva me atreveré a considerar
al amor
como
la razón
de todo
logro.
Seré
un guerrero por lealtad a ti,
desarmado
de ímpetu y afán.
Abierto
al intercambio
iré
descubriendo la belleza al desnudar mi alma,
me
reconciliaré
con cada parte caída
hasta
brindarle a cada una el suministro de la liberación
y
consumar
su expansión.
Misericordioso,
impregnado de la ubicuidad divina
emanaré
la perfección
de la paz.
La
compartiré
a manos tocadas por la caridad,
Sin
apegos.
Me
suspenderé de éxtasis fluyendo a la eternidad,
donde
no hay tiempo y todo el tiempo a la vez,
un
plácido ahora propicio para transmutar escasez en
abundancia,
para
transformar
las tristezas del corazón
en
las riquezas del espíritu.
Conoceré
mis fortalezas todas.
Con
ellas trataré
a otros,
las
usaré para crecerme con la acción que me ascenderá
hasta
la más alta cúspide
donde
la duda y el reclamo se cancelan.
Será
la claridad
en mi mente,
una
y otra vez me elevará con determinación.
Me
deslastraré de lo que no es, pues seré justo.
Afirmaré
la victoria
del ser
cuando
tome decisiones
contando con las bendiciones
que vienen de la divinidad,
a
la cual desde ya agradezco.
Es
la hora de consagrarme
y
de hacerme permeable a la inmanencia del Supremo.
II
No
anhelo más que mis valores afloren para compasivamente servir,
coordinarme
con la fuente que me ha de resucitar en la voluntad
divina,
ser
el
silencio para esperar por sus revelaciones,
ir
donde mi hermano y generar aceptación mutua amalgamada en la pureza.
Es
la ocasión para redimirme, allí tengo puesta mi visión.
Pido
asistencia
permanente para cumplir con ello,
el
discernimiento
para preservarlo.
Ultimación,
es ahora.
Debo
estar atento
al otorgarme a la unión,
a
la fusión total, comunión con lo divino,
pues
en cualquier momento seré templado, lo intuyo.
Seré
salvado,
no me fraccionaré.
¡Cuánta
bondad
y
trascendencia!
No
podré más negar mi concepto inmaculado,
mi
alimento será la armonía.
¡Cuánta
felicitación!
Seré
la remembranza
del orden divino para reverberarlo y santificarme.
Transcurrirán
mis días sin que yo lleve control sobre ellos.
¡Cuánta
tranquilidad!
Tomaré
la
fuerza para buscar en mi interior
la
intención
de realizar todo mi potencial,
de
abrirme a la comunicación y complementarme.
Dejaré
constancia
de mi existencia en la justa medida en que sane.
III
Ve
por la rectitud
y la verdad dulcemente obedecerás.
Perdona
al concentrarte
en el consejo
que dicta tu voz interior
y
serán en ti la presencia y la gloria divina.
Re-crea
compensando
tus debilidades
y
persuadirás
con las manifestaciones del ser.
¿Esperabas
menos de la iniciación?
Es
adoración
por reversión
al plan divino
en
el que tu ser es igual a mi ser,
en
el que los dos mediamos para balancearnos en la unidad,
en
el que se vitalizan nuestros cuerpos, mentes y espíritus en equidad.
No
pierdas ni la fe ni la piedad.
Persevera
con la oración,
haz
que el infinito
vibre,
que
aumenten tu fidelidad y consciencia a la mente suprema,
enciende
la esperanza
de asumir
la
impersonalidad
para
estar más cerca de tus amigos,
contémplalos
con tolerancia
y entendimiento.
Entrégate,
la batalla es con tu ego,
así
multiplicarás la comprensión y la alegría.
Comenzarás
a dirigir
tus pasos hacia la libertad.
Recibirás
de ella la aspiración máxima de solo ser,
he
aquí la confortación.
Aquiétate
y disfruta de su transfiguración en ti,
inspíralo,
dale hospitalidad.
TAURO-GÉMIMIS Y LAS DOCE PAREJAS
DEL MISMO SIGNO
128
142 117 50
64 39 89
103 78 12
25 23
118 129 140
40 51 62
79 90 101
35 24 1
141 116 130
63 38
52 102 77
91 13 11
36
95 97 84
17 31 6
122 136 111
56 70 45
73 96 107
7 18 29
112 123 134
46 57 68
108 83 85
30 5 19
135 110 124
69 44 58
14 28 3 92
106 81 59
61 48 125
139 114
4 15 26
82 93 104
37 60 71
115 126 137
27 2 16
105 80 94
72 47 49
138 113 127
53 67 42
131 133 120
20 34
9 86 100
75
43 54 65
109 132 143
10 21 32
76 87 98
66 41 55
144 119 121
33 8 22
99 74 88
I
Necesito del intercambio
como el día necesita de la noche;
de la esperanza para que mi lealtad
a ti no muera;
del suministro divino para que su vibración me
expanda.
Necesito de la reconciliación
para recomponer mis fracturas,
no puedo con ellas;
de la realización para que mis
talentos sean consumados;
de la ubicuidad para no olvidarme que
Dios está conmigo,
que Su fuerza me perfecciona
para darme la libertad y el éxtasis.
Necesito del compartir
y de la comprensión,
sin ellos no puedo transformar
mis caídas en virtudes y hacerlas eternas;
de la concentración para descubrir el
diamante que soy.
Necesito del tratamiento
que me da el conocimiento de Dios
para emprender la acción
que cancela
mi egoísmo y ser la verdad;
de la responsabilidad para sostenerme
en Su reflejo,
ese que nos hace iguales,
que nos contenta
y nos colma de paciencia.
Necesito de la iniciación
para dejar atrás el juicio y las creencias;
del atrevimiento para saltar los
obstáculos que me impiden considerarte;
de la bondad para que no me sorprenda
la templanza
cuando venga a probar logros.
Necesito de Su razón
para tan solo ser;
de la compasión para despertar entendimiento
y valoración
mutua.
Si nos hemos fallado, necesito de la resurrección
de la amistad,
de la coordinación de nuestras revelaciones
para sanar en el silencio,
aceptándonos,
para ser constancia de
lo que nuestra relación genera.
II
Déjame inspirar el aliento que me asiste
para redimirme,
el que rompe las cadenas que me paralizan y
no me confortan.
Déjame discernir, me confunde la
ilusión,
la permanencia está en otra parte.
Déjame ser persuadido,
atendido
y preservado
por la gloria
divina,
comulgar
con ella,
entonces deja que el ser se me otorgue.
Deja que me eleve,
lo determina así mi fe
para afirmar
victoria
y unidad.
Deberé bendecirte y agradecerte
porque haz de ser tú la causa para ordenarme
para permeabilizarme a la inmanencia de
la armonía,
acatar con tranquilidad
la voluntad
divina, que todo lo controla.
Haz de ser tú quien despierte en mí la intención
de servirte,
de buscar
complementarte.
Tú serás mi liberación
para comunicarme
con
justeza.
Tú embelleces mi existencia.
Daremos cumplimiento a la obediencia
, pero no a ciegas,
pues andaremos el camino de la rectitud,
en el cual podremos ver
oportunamente
el consejo que induce perdón,
transmutación y creactividad.
Presenciaremos
la caridad,
se nos manifestará
compensadora.
III
La intuición abre las puertas a la salvación
y a la justicia.
Oigo una voz interna decir:
“Trasciende en el concepto
inmaculado de tu ser
y desvelaré la claridad ante
tus ojos,
te
portaré felicitación
con la cual remembrarás al Divino Absoluto
y a Su sabiduría.
Reverbera
esta santificación
y la luz
estará siempre contigo.”
He alcanzado la infinitud
con la pureza
de esta oración,
he despertado la consciencia
de la hermandad,
la fidelidad a la impersonalidad.
La paz he asumido
con el verbo de la tolerancia y el de la misericordia.
Contemplo
un solo corazón,
el que representa la unión
de todo lo que es,
a la cual con alegría
me he entregado
certero de ultimar
la recepción
definitiva de la energía
que dirige mi ascensión
hasta el reino de los reinos,
donde la quietud
es para aspirar
el sagrado aliento que fortalece,
donde he de hospedarme
para transfigurarme
en otros.
Adoración a
lo divino que me revierte a la esencia primaria,
consagración a
la mediación
entre oponentes,
balance.
Por ésto me he decidido,
y he hallado la vitalidad y la equidad.
Amor,
piedad.
Esto soy, y preservo
la inteligencia
que me reconstruye.
GÉMINIS-CÁNCER Y LAS DOCE PAREJAS DEL
MISMO SIGNO
129
143 118 51
65 40 90
104 79 1
26 24
119 130 141
41 52 63
80 91 102
36 13 2
142 117 131
64 39 53
103 78 92
14 12 25
96 98 73
18 32 7
123 137 112
57 71 46
74 85 108
8 19 30
113 124 135
47 58 69
97 84 86
31 6 20
136 111
125 70 45
59
15 29 4 93
107 82 60
62 37 126
140 115
5 16 27
83 94 105
38 49 72
116 127 138
28 3 17
106 81 95
61 48 50
139 114 128
54 68 43
132 134 109
21 35 10
87 101 76
44 55 66
110 121 144
11 22 33
77 88 99
67 42 56
133 120 122
34 9 23
100 75 89
I
Es éxtasis lo que me inunda
cuando me direcciono
para conquistar la libertad.
Observo cada transformación con cada entrega,
las voy comprendiendo una a una, no hay
mejor manera de tratarme.
Es el perdón hacia mi mismo lo que
fluye
para concentrarme en la verdad y
en la rectitud.
No necesito más la ilusión, ha quedado cancelada.
El balance se encargó de igualar a
los opuestos
mientras responsablemente
me revertía
a la fuente primaria,
mi propia senda de iniciación.
Me contento ahora al describir el concepto
inmaculado de mi ser,
lleno de bondad.
Atrevidamente
alcanzo la razón divina.
Al unísono emerge la templanza
para probar mi salvación.
Me reencuentro con mi perdida esperanza
y la lealtad
a mi mismo,
percibo mi
consciencia vibrar al reconciliarme.
Suspendido en la infinitud,
realizo
que se ha consumado la intención de tranquilizarme,
que estoy en el espacio-no espacio de la ubicuidad
de Dios
donde las fuerzas me
conducen hacia adentro, arriba y adelante.
Asistido en
esta
transfiguración, vuelvo para inspirarme,
resulta fácil discernir
entre los fantasmas de mi mente y los arquetipos divinos.
Aspiro confortarme y
atenderme.
Una compensación
tras otra me va persuadiendo
para comulgar con la presencia y
la gloria
de Dios.
II
¿Cómo no perseverar con fe
si me elevo
de instante en instante
hasta alcanzar la equidad
de la unidad,
si me afirma y santifica
el ser,
si me ordeno con sus bendiciones,
si remembro a Dios a través de la armonía,
si a Él me hago permeable,
si puedo entender
el valor
de la tolerancia,
de tu amistad,
si nos coordinamos impersonalmente para
sanarnos,
si con la justa
medida yo soy tu constancia y tú la mía,
si nos regeneramos para complementarnos?
¿Cómo no obedecer permanentemente al ser si cumple
con el consejo
que redime?
¿Cómo no ser la visión
y la creactividad
si puedo descubrir la eternidad?
¿Cómo no transmutar
mis pensamientos negativos
si podré degustar las exquisitas manifestaciones
del ser?
¿Cómo no compartirlas
luego con caridad?
Aquí reside la victoria
de la
justicia.
Mi intuición determina
con total claridad que debo trascenderme,
ser paciente.
La sabiduría llegará para felicitarme,
el sostenimiento de la luz hará
reverberar
mi ser.
III
La voluntad divina, la que me controla,
ante la cual sucumbo para resucitar
renovado,
dispuesto a servir a
quien busca
compasión, liberación y comunicación,
y cuyo mandato sin cuestionamiento acato,
desciende y me abre las arcas del suministro.
Lo indispensable para continuar caminando.
La senda es cada vez más bella,
honra la existencia,
incita al intercambio.
La alegría es asidua acompañante,
se otorga para propiciar unión,
receptividad.
Me preserva.
El siguiente paso es ultimar
en la
quietud la acción que me hace ascender.
Orión,
Ganimedes, Sirio,
en ustedes quiero hospedarme
y llegar a conocerlas.
Acójanme.
Se fortalece mi alma con la inmanencia
que me reflejan.
Debo consagrarme a la adoración
divina, les agradezco.
Mi decisión de mediar,
lograr
que el amor
me vitalice,
considerar a
la inteligencia
constructiva y a la piedad
para impulsarme hacia adelante,
es la más pura y
excelsa obra.
Mi oración de aceptación
va por mi hermano,
al mismo tiempo le sugiero seguir el
comando cósmico.
Le soy fiel,
le revelo mi paz
interior,
le asumo en perfección
y con misericordia.
Termino por contemplar
la expansión
de su ser.
CÁNCER-LEO
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
119 144 130
41 66 52
80 105 91
2 27 13
142 131 120
64 53 42
103 92
81 25 14
3
132 118 143
54 40 65
93 79 104
15 1 26
74 99 85 8
33 19 113
138 124 47
72 58
97 86 75
31 20 9
136 125 114
70 59 48
87 73 98
21 7 32
126 112 137
60 46 71
5 30 16
83 108 94
38 63 49
116 141 127
28 17 6
106 95 84
61 50 39
139 128 117
18 4 29
96 82 107
51 37
62 129 115
140
44 69 55
110 135 121
11 36 22
77 102 88
67 56 45
133 122 111
34 23 12
100 89 78
57 43 68
123 109 134
24 10 35
90 76 101
I
Día a
día debo restaurar el balance interno,
mediar entre
opuestos que son iguales.
Día a
día debo revertirme al principio del principio,
adorar la
naturaleza trina que desde entonces me ha constituído.
Día a
día debo
iniciarme recorriendo los siete valles y los siete cielos
en los
que se refleja el concepto inmaculado de mi ser,
trascender con bondad
la experiencia terrenal.
¡Mi salvación!
Soy así intuición
y templanza.
Crecen
la esperanza,
la consciencia
y la fidelidad
al ser,
vibro
incesantemente.
He
tocado la infinitud con un suspiro,
entro en oración.
Voy realizando
cada
intención de búsqueda de mi mismo,
hallo la
fuerza
que me tranquiliza
y controla.
Recibo con los
brazos abiertos a la libertad,
gentil
invitación a dirigirme con alegría
hasta la
comprensión
y la entrega
total.
Esos
brazos me aconsejan concentración,
ir hacia
adentro y tocar las fibras del perdón,
obedecer
a
la verdad
y
escalar la rectitud.
Persevero en ello
piadosamente,
con fe
ante todo.
Equitativamente
vitalizo cada uno de mis cuerpos dignificando mi unidad.
Santifico todo a
mi alrededor pues percibo el reverberar del orden,
la remembranza
al ser que felicita con la armonía.
II
Entiendo que
debo ser
tolerante contigo
y contemplarte
como un amigo.
Desde la
impersonalidad
asumir que debo sanar con justeza
las
heridas que aún esperan por cerrarse.
Solo así
mi existencia
será constancia
de complementación y de comunicación.
Te daré hospitalidad
inspirándome
en lo supremo.
Ven
entra en mi hogar,
transfigurémonos con quietud.
Confortémonos.
Aspiro que
podamos manifestar
mutua persuasión
hacia lo
sagrado de cada cual.
Tus
cualidades para compensar mis debilidades,
mi creactividad
para glorificar
la presencia divina en ti.
Allí
adelante está la victoria,
afirmación de la justicia
que con determinación
nos elevará
para clarificar
nuestras dudas.
Pero
seamos pacientes,
no hay que correr.
¡Ya me
desbordo en contentamiento!
La sabiduría
tarda, toma su tiempo. Nunca demasiado.
Sostiene cuando respondemos
a la luz.
Esa es
la
voluntad de Dios.
Resucita
en
mí, yo lo haré en ti.
Total coordinación para servir.
Eso es compasión,
valor
y liberación.
No temamos
por el
suministro,
éste
llega con la reconciliación,
con la belleza
y con el
intercambio
por lealtad a tu divinidad y a la mía
III
Discernimiento
para
cumplir,
permanencia de la asistencia para
vernos
diáfanamente,
redención para transformarnos,
transmutación
de
nuestras resistencias para transportarnos a la eternidad.
¡Éxtasis!
¿Qué más podía esperar?
Caridad para compartir la
inmanencia
y la permeabilidad
de Dios.
¿Qué más
puedo hacer si a Él me he consagrado
en agradecimiento
a Sus bendiciones?
He aquí
mi gran decisión.
¿De cuál
otra forma hubiera podido lograr Su razón
sino amando?
Consideración ésta
que obliga a atreverme a construir con
inteligencia y pureza,
que me
lleva a la aceptación de todo lo que generan
las relaciones de hermandad.
Se revelan
silenciosas
la
paz y la perfección.
Descubro
que son ubicuas
como la misericordia
divina,
que son
capaces de expandirse y consumarse en un segundo de comunión.
A ellas
me
uno indisolublemente,
me será otorgado
el ser para atenderme.
Ya no
puedo posponer ultimar y preservar la cancelación
de los
apegos que fabrica mi mente,
que se
oponen a mi ascensión.
¡Qué
arrogancia detener con ellos la acción de la divinidad!
¡Qué
imprudente sería no contar
con el tratamiento
y la fortaleza
del conocimiento!
LEO-VIRGO Y LAS DOCE
PAREJAS DEL MISMO SIGNO
131
133 120 42
67 53 81
106 92 3
28 14
109 132 143
65 54 43
104 93 82
26 15 4
144 119 121
55 41 66
94 80 105
16 2 27
75 100 86 9
34 20 114
139 125 48
61 59
98 87 76
32 21 10
137 126 115
71 60 37
88 74 99
22 8 33
127 113 138
49 47 72
6 31 17
84 97 95
39 64 50
117 142 128
29 18 7
107 96 73
62 51 40
140 129 118
19 5 30
85 83 108
52 38 63
130 116 141
45 70 56
111 136 122
23 25
12 78 103
89
68 57 46
134 123 112
1 24 35
101 90 79
58 44 69
124 110 135
36 11 13
91 77 102
I
Por mi consciencia de la hermandad
te soy fiel y en mis oraciones
con pureza,
infinitamente te
nombro.
Busco servirte sin
la intención
de controlarte,
ésto no me corresponde, más bien a la voluntad divina.
Tranquilo.
Mi petición es que se ultime la
recepción
de tu ser,
él se dirige hacia ti para entregarte su alegría,
únete a
él.
Ha de perdonarte,
no te va a pedir nada a cambio,
te dará el consejo
que necesitas oír,
la visión en la rectitud.
Obedécele,
él te cumplirá,
será tu guía para andar por el camino medio,
balanceador
en tus decisiones.
¿Qué esperas? Conságrate.
Reviértete a
tu plan original.
Haz transparente la adoración
a tu divinidad. ¿Por qué la ocultas?
La claridad será tu virtud, el
estigma de tu concepto inmaculado.
Trasciende
tu personalidad
y deja que él acuda.
Habrá justicia para salvarte.
¿La intuyes?
Contémplate
entonces con misericordia y tolerancia, así harás con otros.
Asume
la paz
de la impersonalidad
de tu existencia.
La belleza tomará posesión de tu
mundo,
medida
de la justeza de tu comunicación.
Libérate y complementarás.
II
Él se transfigurará en ti, hospédalo,
será tu fortaleza.
Aspira
Su quietud,
ascenderás
con Él compensando
tus debilidades.
Te manifestará Su caridad,
pide Su presencia creactiva,
tendrás el don de la transmutación.
Con Su inteligencia constructiva, perseverancia y piedad
te evidenciará que eres el amor
mismo,
que Su equidad y vitalidad
te iluminan.
Santificarás
en Su nombre
lo que se reverbere
de tus manos y pensamientos.
Sabrás
de la remembranza
divina, tu mayor felicitación.
Coordínate
con Él, es tu amigo,
resucitarán
tus valores, tu entendimiento y tu compasión,
te reconciliarás con tus
negaciones.
Su vibración es tu suministro,
seLe leal,
en Él está tu esperanza.
Intercambia permanentemente,
pero eso sí, con discernimiento.
No dejes de confortarte,
Él está también para eso.
Tu redención está próxima, Él te asistirá
para inspirarte.
No debes temerle a la eternidad,
ella solo transforma
toda separación en comprensión.
Te tocará compartir el
éxtasis
de la libertad.
III
Sólo aquel que mantiene su unidad
íntegra
alcanzará la victoria
del ser,
se reafirmará en su fe
con determinación,
le será fácil elevar
su espíritu
para reiniciar pacientemente su
camino hacia el Divino Invisible
cuando se sienta perdido.
No deja de ser nunca contentamiento,
de identificar a sus iguales,
se sostiene responsablemente sobre
sus dos pies.
Sólo aquel que genera
constante aceptación del otro
le sonríe su silencio
interior,
sana
su dolor revelando perfección,
toma la fuerza de su corazón, la misma de la ubicuidad
divina,
para consumar la realización
del plan con el que fue diseñado
y se expande sin fronteras.
Sólo aquel que se otorga
a la comunión
con su divinidad,
disfruta de la gloria
del ser
preservando
su atención
en él ,
persuade a
otros con la verdad para cancelar resistencias
actuando
con el conocimiento
de sí,
da a su prójimo el tratamiento
que se concentra en su corazón.
Sólo aquel que se armoniza
con la inmanencia
del ser
se permeabiliza al orden,
agradece
por las bendiciones
de la razón
de la mente suprema,
logra
superar las pruebas de la templanza,
muestra su bondad
para ablandar cualquier dureza
y considera el atrevimiento
cuando está listo para soltarlo todo.
VIRGO-LIBRA
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
132
134 109 43
68 54 82
107 93 4
29 15
110 121 144
66 55 44
105 94 83
27 16 5
133 120 122
56 42 67
95 81 106
17 3 28
76 101 87
10 35 21
115 140 126
37 62 60
99 88 77
33 22 11
138 127 116
72 49 38
89 75 100
23 9 34
128 114 139
50 48 61
7 32 18
73 98 96
40 65 51
118 143 129
30 19 8
108 85 74
63 52 41
141 130 119
20 6 31
86 84 97
53 39 64
131 117
142
46 71 57
112 137 123
24 26 1
79 104 90
69 58 47
135 124 113
2 13 36
102 91 80
59 45 70
125 111 136
25 12 14
92 78 103
I
Si estás dispuesto a recibir
al ser,
debes estar listo para renunciar a ti
mismo,
borrar las huellas de tu personalidad.
Si tu mayor anhelo es preservarlo
y ultimar tu unión a él,
su otorgamiento no tardará, será
con alegría.
Él se encargará de abrir la visión
para tu redención,
te aconsejará como cumplirle
permanentemente y obedecerle.
Sí, esta es tu oportunidad, baja la cabeza
y agradece,
haz decidido mediar por adoración,
tu consagración ha sido a la inmanencia
del Absoluto
para trascender claramente y con
firme determinación
barreras autoimpuestas, límites adoptados.
No eres eso.
Eres la intuición y la justicia,
la victoria.
Ve, acércate a tus hermanos,
esperan por ti.
Muéstrales tu fidelidad,
tu gran revelación.
Acéptalos.
Ora por ellos con pureza y
compasión.
Busca servirles
por su resurrección,
permitiendo que el control
sea siempre de la voluntad divina.
Tu fortaleza reside en conocer al
ser,
en haberlo hospedado
en tu corazón.
Asciende
ahora trayéndolos contigo,
no te olvides de actuar
desde la quietud y la caridad.
Comparte
con ellos las manifestaciones de la transmutación.
Invítalos a entrar en la eternidad,
estarán gozosos de tanta creactividad.
II
Piedad, inteligencia
constructiva y consideración
cualidades divinas que vitalizan
el amor.
Lograr reverberarlas
es encender una luz que sostiene y felicita.
Palabras de la sabiduría
que pacientemente
se expanden,
son para contemplarte
y a la vez para hacerme misericordioso.
Son perfectas, así las asumo.
Traen consigo la paz,
fecundan el intercambio y la existencia.
Belleza que
se suministra,
que se comunica
para liberar.
Es confortación para el alma aspirar,
con discernimiento,
inspirarse
en ellas.
Enseguida se transfiguran
en asistencia,
comprensión
y entrega,
mágicamente transforman
y soy libre,
me dejo dirigir por el éxtasis,
me reafirmo en unidad,
encuentro equidad y
elevación,
me crezco en fe,
perseverancia
y contentamiento.
De un soplo se inflama la llama del fuego
dorado de la iniciación, me revierto.
De regreso al origen respondo
sin dudar a la igualdad y al balance.
III
He aprendido a moverme desde la impersonalidad
para coordinar nuestra amistad
con tolerancia,
valoración,
entendimiento
e infinitud.
A tu lado he aprendido a reconciliarme
con sólo registrar tu vibración,
y a estar más consciente
de la lealtad
y de la esperanza.
Ha sido la gloria
divina que se ha presentado en la comunión
que tu y yo hemos hecho para persuadirnos
y compensarnos,
para atendernos y cancelar
lo que no pasa por el tamiz de la rectitud y de la verdad,
y concentrar el perdón
para tratarnos.
Permeable
penetro tu mundo.
Es armónico, remembranza
de la divinidad,
bendecido
por el orden,
santificado y salvado
por la templanza
y la
razón.
Me atrevo a descubrir la bondad
de tu concepto
inmaculado,
a través de la cual te contemplo.
El
cristal regenerador
que
constantemente ajusta y administra tu energía,
que te aparta del ruido para que entres en
el túnel silencioso de la sanación,
resplandor de la fuerza,
de la ubicuidad
divina,
que tranquiliza y aporta la intención
de consumarse
y realizarse.
LIBRA-ESCORPIO
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
110 133 123
77 100 90
8 31 21
47 70 60
135 122 109
102 89 76
33 20 7
72 59 46
121 111
134 88 78
101 19 9
32 58 48
71
44 67 57
11 34 24
74 97 87
113 136 126
69 56 43
36 23 10
99 86 73
138 125 112
55 45 68
22 12 35
85 75 98
124 114 137
83 106 96
116 139 129
41 64 54
2 25 15
108 95 82
141 128 115
66 53 40
27 14 1
94 84 107
127 117 140
52 42 65
13 3 26
5 28 18
38 61
51 119 142 132
80 103 93
30 17 4
63 50 37 144
131 118 105
92 79
16 6 29
49 39 62 130
120 143 91
81 104
I
Te agradezco hermano
por la atención, la consideración
y la
misericordia
con las que tratas,
por la equidad en nuestra amistad,
por la quietud que me contagias,
por ser la remembranza
divina
con tu constancia y creactividad.
Tus bendiciones son revelaciones
que ultiman
tu atrevimiento,
te expanden, te fortalecen,
te vitalizan,
con ellas y desde tu impersonalidad
me confortas, me felicitas
y me complementas.
Celebro para ti con la gloria
de Dios.
Es una decisión que nace en el silencio,
no tengo una mejor manera de preservarte.
Admiro la inteligencia
que opera en ti,
la que consuma el conocimiento
que aporta tu coherente unidad,
con la que asumes
la aspiración
de armonizarte
para comunicarte a través de la presencia divina.
Es inmanente, pura, tu comunión con la totalidad
con ella haz logrado paz,
con ella haz cancelado
tus temores del pasado.
Tu perseverancia y entendimiento
para darle hospitalidad
a la santificación,
a la sanación y a las manifestaciones
de tu ser,
son
el espejo donde quiero reflejarme.
II
Soy totalmente permeable
a la radiación divina,
la acepto para sellar mi unión
indisoluble a Dios.
Es Su razón perfecta lo que me hace ascender.
Me confieso torpe, a veces esquivo y
rebelde,
pero Su piedad y tolerancia
no tienen límites,
me inspiran para reverberarlo.
Termino siempre ajustándome
a su persuasión.
Cada día renuevo mi consagración
a Él,
así me regenero y me otorgo
al amor.
Embebido en Su ubicuidad,
con la acción
de la fe,
Lo contemplo cuando Se transfigura
en mí,
va quitando los velos que me han
enceguecido,
cada parte de mí se reordena,
mi existencia se compensa.
Desciende hasta mí para determinar
mi servicio
con Su asistencia y sostenimiento.
¡Bello es llegar a este éxtasis,
revertirme
con su sutil vibración!
¡Qué alegría ser salvado
con Su fuerza
y por mi obediencia!
Me eleva Su compasión
hasta llegar a poner mi visión
y responsabilidad
en el intercambio.
¿Cómo podría abandonar este espacio de caridad y
adoración
infinitas?
No puedo comprender
tanta intuición,
pero me tranquiliza
Su verdad.
III
Aclara
tus valores,
limpios los necesitarás para redimirte.
Ellos iluminarán tu corazón para
evidenciar tu lealtad al ser.
Compártelos
con quienes también se han iniciado con la oración y
la entrega,
con quienes se templan
con el control
de la rectitud.
Victorioso
seguirás la voluntad divina,
sin embargo, no dejes de discernir,
hazlo con paciencia,
tu albedrío es tu juguete, te encadena o te
libera.
Cuando estés bajo grandes tormentas acude a
ellos,
te transformarás hasta recuperar el
balance
y la esperanza,
recibirás de
nuevo tu concepto inmaculado,
realizarás todos
tus talentos oyendo el consejo oportuno que te da tu divinidad,
te reafirmará tu resurrección,
misión que cumplirás con contentamiento.
Éste será tu suministro,
la oportunidad para transmutar pérdidas en ganancias,
de mediar con la consciencia
puesta en la libertad,
de trascender .
Intenta concentrarte repetidamente
en ellos,
la justicia divina te coordinará
permanentemente con su sabiduría,
para que propicies reconciliación,
el vínculo con la eternidad.
A propósito, entra en ella, allí reina la igualdad
del ser en cada quien.
Tu fidelidad a ellos será la
brújula que marque la dirección de la bondad.
Búscalos,
hallarás el perdón.
ESCORPIO-SAGITARIO
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
122
112 135 89
79 102 20
10 33 48
71 49
136 123 110
103 90 77
34 21 8
61 60 47
111 134 124
78 101 91 9
32 22 59
37 72
56 46 69 23 1 36
86 76
99 125 115
138
70 57 44 25
24 11 100
87 74 139
126 113
45 68 58 12
35 13 75
98 88 114
137 127
95 73 108
128 118 141
53 43 66
14 4 27
97 96 83
142 129 116
67 54 41
28 15 2
84 107 85
117 140 130
42 65 55
3 26 16
17 7 30 50
40 63 131
109 144 92
82 105
31 18 5 64
51 38 133
132 119 106
93 80
6 29 19 39
62 52 120
143 121 81
104 94
I
Se revelan para persuadirte
las bendiciones
del cielo,
te atraen con finos movimientos de expansión
y concentración.
Atrévete desde
la impersonalidad
a ascender vitalmente,
pues ya ellas son en ti.
Comunícate,
pues en tus palabras estará presente la sabiduría.
Sánate atendiendo
tu mundo interior,
pues adentro tienes todas las respuestas.
Agradece por
lo que te acontezca,
pues cada hecho es una oportunidad para realizarte.
Trátate con
la consideración
de la paz,
de la quietud
y de la equidad,
pues
son instrumentos para liberarte.
Invierte tu creactividad
en remembrar
silenciosamente al Divino Arquitecto,
pues te preservará el orden.
Vas consumando de este modo el conocimiento
de ti mismo,
con bondad vas asumiendo
tu aspiración
de evolucionar en el amor,
complementando todo
lo que te rodea,
transmutando
el ruido interior en felicitación.
Acepta
ahora la gloria divina, no tardará en permeabilizarse
en ti,
para perfeccionarte con su verdad
y su razón.
Mientras toleras tus
imperfecciones,
fortalécete
con la piedad,
la justeza
y la caridad,
reverberarás
así tu divinidad.
II
¿Cómo no he de ser constante
en comulgar
con la inmanencia
del ser
si de ella tomo la fuerza
que cancela
las discordias y las cargas del pasado,
si
por ella logro que la misericordia se hospede
en mí,
si con ella persevero
para apartar mis miedos y florezca la belleza,
si sus manifestaciones son para santificarme?
¿Cómo he de desconocer “Eso” que me ha generado,
que se me ha otorgado
en armonía
ubicua,
si su acción es templarme
para poder gozar de la contemplación,
si se
me
transfigura con su inteligencia constructiva,
si mi existencia la compensa
con la luz,
si su compasión inspira elevación?
¿Cómo he de negarme al intercambio
si no quiero perder mi libertad,
si soy responsable por la infinitud que
me une
al todo?
¿Cómo no he de adorar
a Dios, si Él me tranquiliza,
si por Él cumplo,
si mi intuición entiende del misterio
de Su asistencia
y determinación,
si me aporta la esperanza y
el éxtasis?
¿Cómo no he de sostenerme en
Él con pureza
y alegría,
si cada vez que caigo me revierte a
cómo era en un principio
y cómo siempre será?
¿Cómo no he de hacer Su voluntad
si obediéndoLe
hallo salvación?
III
Valoro
mi redención.
En ella he puesto fe y lealtad.
Comparto
entre iguales este maravilloso evento
y observo cómo se van desdibujando
una a una las bases falsas de la ilusión.
Mi oración, mi conversación con Dios,
habla de entrega incondicional,
de consagración
al control de la rectitud y a Su justicia,
de resurrección y confortación.
Dejar atrás el pasado y su mecánica,
ha afirmado suministro, comprensión
y contentamiento.
Entra en juego la consciencia
que me dispone a ultimar y a mediar
para tener la intención
y la visión
de la trascendencia
a mi mismo.
Amigo, discierne
entre lo que te has impuesto y quien realmente eres.
Conquistarás la victoria
de vibrar
en las frecuencias más sutiles
para transformar pacientemente la
oscuridad de la noche en brillante amanecer.
Hermano, recibe
este don para hacer balance, dar tu servicio y consejos
a otros.
Muéstrales tu concepto
inmaculado.
Tú y yo nos coordinamos porque permanecemos en unidad.
Tú y yo nos reconciliamos en la eternidad del ahora.
Tú y yo nos iniciamos cada día
para recorrer nuevas sendas, fieles el uno al otro,
con la dirección
marcada
por la decisión
de buscar perdón y claridad.
SAGITARIO-CAPRICORNIO
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
123 113
136 90 80
103 21 11
34 37 72
50
137
124 111 104
91 78 35
22 9 62
49 48
112 135 125
79 102 92
10 33 23
60 38 61
57 47 70
24 2 25
87 77
100 126 116
139
71 58 45
26 13 12
101 88 75
140 127 114
46 69 59 1
36 14 76
99 89 115
138 128
96 74 97
129 119 142
54 44 67
15 5 28
98 85 84
143 130 117
68 55 42
29 16 3
73 108 86
118 141
131 43 66
56 4 27
17
18 8 31
51 41 64
132 110 133
93 83 106
32 19 6 65
52 39 134
121 120 107
94 81
7 30 20
40 63 53
109 144 122
82 105 95
I
No dejaré de atenderTe Padre,
pues en Ti me santifico y sano.
No dejaré de tratar al otro
con el concepto
inmaculado del ser,
pues realizo
la quietud en mí
y logro
la tan anhelada paz.
No dejaré de transmutar la negatividad y las
resistencias en fluidez total
pues me felicita
Tu suministro .
No dejaré de compensarme
pues me ordeno silenciosamente.
No dejaré de perdonar
pues la bondad se consuma
y actúa
el amor.
No dejaré de asumir
la eternidad
pues con su sabiduría establezco
la comunicación
de ser a ser.
No dejaré de ser persuadido por
Ti Padre
pues no me puedo resistir, Tus bendiciones
me ajustan.
No puedo dejar de concentrarme
en mi esencia
pues me atrevo a intentar ascender hasta
nuestro punto de encuentro.
No puedo dejar de vitalizarme
con Tu perfección
pues me torno creactivo
y pacientemente
me libero .
No puedo dejar de comulgar
contigo
pues Tu remembranza es constante
cancelación de pensamientos fosilizados.
¡Sálvame
magnánima fuerza!
y da hospitalidad
en mí
a la consideración
y a la misericordia.
Manifiesta
tu sostenimiento y belleza.
II
Padre, Tu presencia
es armonía
regeneradora,
es la rectitud
de la templanza,
es la ubicuidad.
ConocerTe
construye inteligentemente.
En este mismo momento
te estoy contemplando Padre,
y comparto
la luz
de Tu existencia.
Es tu gloria, que se permeabiliza en
todas las cosas,
lo que me complementa.
Por ti soy la verdad y la razón
que me tranquilizan y me fortalecen,
soy la piedad en expansión y la caridad
que Te reverberan cuando intercambio
Tus dones con otros.
Tu asistencia es perseverante,
incondicional,
eso he entendido.
Llega a mí con el éxtasis y luego recobro el balance,
desciende para que la esperanza y la alegría
no mueran,
proviene de tu sagrada inmanencia, es pura.
Ante ella, sólo debo obedecer.
La victoria es Tu voluntad.
Adviene mi transfiguración,
me yergo con la fe
y el valor.
Te concedo la dirección,
hazme igual
a ti,
te seré siempre leal,
a Ti me otorgo y me consagro.
Oro permanentemente
para que Tu justicia sea mi control.
III
Si no fueses mi inspiración
¿cómo podría elevarme,
tolerar,
gozar de mi libertad
con responsabilidad?
Si no fueses mi consciencia
¿cómo podría unirme
a Ti,
adorarTe,
aceptarTe,
cumplirTe,
intuirTe?
Si no fueses mi resurrección
¿cómo podría discernir
para ser equitativo con mis amigos,
transformarme,
revertirme,
vibrar con
la menor de las sutilezas,
recibir
con agradecimiento
a mis hermanos
cuando necesiten del consejo
determinante y de mi servicio?
Si no fueses mi aspiración
¿cómo podría ser unitivo,
coordinarme
Contigo y entregarme
para iniciarme con el tránsito por el
laberinto del cielo-tierra?
Si no fueses mi
reconciliación
¿cómo podría preservar
mi decisión
de serTe fiel,
redimirme,
clarificarme?
Si no fueses mi búsqueda
como podría confortarme,
afirmarme en
la impersonalidad,
comprenderTe
con contentamiento
e infinitud,
ultimar
con la mediación?
Padre, en mí Te has revelado
para poner en mis ojos la visión de
la
trascendencia y de la compasión.
CAPRICORNIO-ACUARIO
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
51 61 38
24 34
11 93 103
80 126 136
113
37 50 63
10 23 36
79 92 105
122 125 138
62 39 49
35 12 22
104 81 91
137 114 124
129 139 116
90 100 77
15 25 2
60 70 47
115 128 141
76 89 102
1 14 27
46 59 72
140 117 127
101 78 88
26 3 13
71 48 58
18 28 5
57 67 44
132 142 119
87 97 74
4 17 30
43 56 69
118 131
144 73 86 99
29 6 16
68 45 55
143 120 130
98 75 85
96 106 83
123 133 110
54 64 41
21 31 8
82 95 108
109 122 135
40 53 66 7 20 33
107 84 94
134 111 121
65 42 52
32 9 19
I
Si pensara en transformarme
por mi liberación
sería muy paciente
para cancelar
todo lo que se oponga a mi paz,
lograría
escuchar el consejo que sugiere realizar mi ser y concebirme
inmaculado,
dejaría que se manifestasen
la sanación y la santificación.
Si transmutara mis temores
no tardarían en aparecer el suministro
divino,
el contentamiento y el impulso para
ascender,
me perfeccionaría la razón
divina para concentrarme e intentar trascender,
me persuadiría el misterio de la
divinidad oculta
que con justeza se reverbera
en mis espacios y tiempos,
disfrutaría de la eternidad.
Si me reconciliase con la sabiduría
mi acción me permitiría mimetizarme
en la ubicuidad
del amor,
perdonar y
buscar
la bondad
para compensarme,
probar la existencia
del orden,
del éxtasis
y de la belleza.
Si te sostuviese con el tratamiento
de la misericordia
consideraría obedecer
a la fuerza
de la salvación,
me convertiría en la creactividad
misma
para constantemente remembrarte todo
lo que es.
II
Es la caridad lo que nos permite intercambiar,
somos responsables por ello.
Tu fortaleza y expansión
por mi atrevimiento
para desvelar la verdad,
tu tranquilidad por mi intuición.
Festejemos la gloria
divina que nos pone juntos
para complementarnos y felicitarnos.
Compartimos
lealtad,
iluminación,
conocimiento.
Que se consuma
entonces
la inteligencia
que construye
en la rectitud,
que cede el control a la templanza y a la divina presencia del Padre,
que nos comunica
y armoniza.
Discernimos
para distinguir nuestra voluntad de la voluntad
divina.
Ello es una gran victoria, comunión pura
con la inmanencia del ser.
Recibimos
con los brazos abiertos a la esperanza y confiamos en el balance
para hospedarlos en nuestro hogar.
Nos entendemos y perseveramos en darle
cumplimiento a nuestro ser.
Cada amanecer es
una nueva oportunidad
para renovar
nuestro compromiso,
resucitar
y reafirmar nuestra unión,
aceptar
permeabilizarnos a la libertad.
Somos conscientes que mediar nos inspira
tolerancia y piedad.
III
Permaneces
en mi corazón Padre
coordinándome
con Tu justicia,
otorgándome
todas las salidas a las dificultades.
Genero
mis metas Contigo
y me consagro
a ellas bajo Tu dirección.
Me mantengo fiel a Ti
y percibo la igualdad en todos los seres.
Tan pronto Te transfiguras en mí,
comienzo a contemplar mis tormentas con fe para
disiparlas.
Asísteme
Padre cuando sirvo con determinación para atender a mis hermanos.
Te agradezco
por la alegría y la vibración que de allí brotan.
Resuenan la reversión y la quietud.
Me alisto para ofrecer mi amistad.
Con Tu equidad
me has hecho visionar la compasión
para que con ella me eleve
y ultime
las revelaciones que me bendicen.
Me comprende la infinitud.
Ahora más que ayer Te adoro,
ahora más que ayer me confortas.
Me desvestí, la impersonalidad
se apoderó de mí y me vitaliza.
Pude redimirme ante Ti cuando tomé
el valor
que me dio la claridad,
cuando me preservé
en el silencio
y decidí
entregarme.
Entonces oré por mi iniciación,
aspiré a asumirme
en unidad.
ACUARIO-PISCIS
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
52 62 39
36 1 23
94 104 81
127 137 114
38 51 64
11 24 25
80 93 106
113 126 139
63 40 50
13 35 12
105 82 92
138 115 125
130 140 117
91 101 78
16 26 3
49 71
48
116 129 142
77 90 103
2 15 28
47 60 61
141 118 128
102 79 89
27 4 14
72 37 59
19 29 6
58 68 45
121 143 120
88 98 75
5 18
31 44 57
70 119 132
133 74 87
100
30 7 17
69 46 56
144 109 131
99 76 86
108 73 95
124 134 111
55 65 42
22 32 9
83 96 97
110 123 136
41 54 67 8 21 34
85 107
84 135 112
122 66 43
53 33 10 20
I
Soy un iniciado,
mi norte es la eternidad.
Me he reconciliado
con la razón divina
y es ahora su verdad lo que me perfecciona
clarificando
mis pensamientos.
Perdono
en mí lo que no me permite
buscar
la luz que compensa mi existencia.
La paciencia
me ha transformado
con su vibración
sutil.
Logro
cancelar con todas mis fuerzas
cualquier pensamiento que pretenda empañar
el concepto inmaculado de mi ser.
Derivo el consejo que alivia a partir del servicio y de la santificación.
Manifiesto
la belleza de todo lo que es.
Me contento porque vas conmigo y te
comprendo.
En ti vislumbro el divino suministro,
la templanza con su accionar
y la mismísima ubicuidad del
ser.
Trascendamos
nuestras experiencias,
abramos la visión
con la intención
de reverberar caridad y justeza.
Al fin de cuentas somos iguales,
lo compartimos todo, lealtad,
bondad,
conocimiento,
consumamos
la justicia
en la rectitud,
nos controla la sabiduría que
se presenta
cuando nos comunicamos con Dios.
II
Si negase Tu sostenimiento
no podría regocijarme en el éxtasis
ni robustecer mi esperanza.
No consideraría
a mi prójimo y no le proporcionaría
el mejor tratamiento.
Si no anhelase realizar mi
ser no sería posible mi salvación,
obedecer
Tu voluntad sería imposible,
no podría ser capaz
de remembrarTe,
perdería la creactividad para conseguir liberaración.
Pero me has hecho responsable
por mi libertad,
eso ya lo he
asimilado.
De allí que esté
dispuesto a intercambiar con atrevimiento,
a concentrarme
y expandirme
con pulsos rítmicos.
No puedo negarlo,
sigo intuyendo
como cumplirTe,
pues me has tranquilizado
y felicitado
con la transmutación
y la complementación.
¿Destruir la unidad
alcanzada?
Imposible, pues aprendí a
coordinarme armoniosamente.
¿No otorgar lo que generan
las decisiones
dirigidas por fidelidad a Ti?
Contradiría a la inteligencia
constructiva,
no permitiría Tu transfiguración
en mí, no podría contemplarTe.
¿Dónde está la victoria,
mi recompensa
por discernir?
Simple, en mis amigos,
a quienes embeleso con Tu inmanencia,
con quienes comulgo por
la constancia
del balance,
quienes me han enseñado a recibir
con júbilo al hermano que trae la fatiga del camino,
a darle hospitalidad.
La misericordia nos toca el
corazón.
III
Si afirmas tu ser serás confortado.
Si en él resucitas
serás permeable
a la gloria
divina.
Si aceptas la mediación y
la ultimas
conscientemente
serás piadoso y fortalecido
con la tolerancia.
Si te elevas inspirado en la compasión
el orden será en ti y te preservará.
Si haces silencio,
te consagras
a la divinidad y a ella te entregas.
Tu oración será amorosa.
Si aspiras asumir la determinación
para asistir
y entender
a otros,
serás agradecido con la atención y
la sanación.
Si te reviertes a tu origen con alegría
y pureza
la equidad, la quietud
y la paz
moverán tu fe.
Si te redimes afianzando tus valores
serás bendecido y persuadido
con revelaciones.
Si adoras al Padre
serás uno con la infinitud
para vitalizarte
y ascender,
será fácil descubrirte en la impersonalidad.
PISCIS-ARIES
Y LAS DOCE PAREJAS DEL MISMO SIGNO
53
63 40 25
2 24
95 105 82
128 138 115
39 52 65
12 13 26
81 94 107
114 127 140
64 41 51
14 36 1
106 83 93
139 116
126
131 141 118
92 102 79
17 27 4
50 72 37
117 130 143
78 91 104
3 16 29
48 49 62
142 119 129
103 80 90
28 5 15
61 38 60
20 30 7
59 69 46
122 144 109
89 99 76
6 19 32
45 58 71
120 121 134
75 88 101
31 8 18
70 47 57
133 110 132
100 77 87
97 74 96
125 135 112
56 66 43
23 33 10
84 85 98
111 124 137
42 55 68 9 22 35
86 108 73
136 113 123
67 44 54
34 11 21
I
Por los caminos de la infinitud,
con contentamiento
y comprensión,
nos sorprende la fuerza que nos salva de nuestros monstruos
internos,
esa que cancela
compasivamente
lo que se opone a nuestra evolución.
Trascendamos,
con la ayuda de la visión,
cualquier situación que nos haga repetir
ciclos,
intercambiemos
nuestros nuevos hallazgos
reverberando
al Padre a través de la caridad.
Puede ser que a veces no estés para mí ni
yo para ti,
pero no olvidemos que reconciliarnos implica
reiniciarnos
en una entrega incondicional
guiados por la ubicuidad divina,
someternos a la templanza para encausarnos por la rectitud,
buscar
con claridad la redención,
llevar una existencia iluminada y compartirla.
Tampoco debemos olvidar vibrar tan sutilmente hasta revertirnos al origen,
de transformarnos
con la tranquilidad, la razón y la verdad,
de servir
con determinación por el consejo
divino
que embellece
y que sostiene las manifestaciones del ser.
Conscientes y
responsables
de nuestra libertad
intentemos
con atrevimiento
y concentración
resucitar de
las cenizas del pasado,
despertar la intuición,
cumpliéndonos.
No habrá mejor suministro
que nos felicite
y transmute.
II
Leal siempre
a ti, porque somos iguales y no podría traicionarme,
porque tomamos la misma dirección
para consumar
la bondad y el perdón.
En ésto no llevo el control,
ni tú, pues le pertenece a la justicia divina.
Solo permanezco en comunicación
contigo
a través de la sabiduría
de la fuente maestra de la eternidad.
Eres en mí esperanza, balance y éxtasis,
el espejo donde me realizo y me concibo
inmaculado,
donde me trata la voluntad divina
para acercarme
más a ti.
Nos espera la victoria, soy obediente,
no cuestiono ni me rebelo.
Este juego se llama liberación.
Soy paciente y creactivo.
Aún debo terminar de apartarme de mi mismo y hacerme
impersonal,
reafirmarme
allí, confortarme, complementarte.
Te lo permito, muéstrame cómo permeabilizar
la gloria de la divinidad.
Revélame
cómo mediar y ultimar,
mi alma anhela volar, expandirse.
Deja que tu piedad me fortalezca.
Coordinémonos
unitivamente,
aspiremos
el aliento que genera armonía, el de la
divina presencia,
seremos fieles a nuestra decisión
irrevocable de preservarnos, de contenernos.
Te contemplo dentro y fuera de mí,
así la inteligencia construye mi propio conocimiento.
III
Nuestra amistad, ¿en qué la basamos?
¿No es en la equidad,
el discernimiento,
la constancia?
¿No es acaso remembranza
de lo divino?
Nuestra comunión va más allá de la hermandad,
ha perdido los límites.
¡Cuan agradecido te estoy por haberme recibido,
por tu misericordia, consideración
y hospitalidad!
Al entendimiento y a la perseverancia
recurrimos
para asistirnos con justeza,
bendecirnos
y
persuadirnos.
Nos aceptamos mutuamente porque adoramos
nuestra divinidad,
porque hemos sellado nuestra unión
con la perfección
de la
vitalidad
para impulsar nuestra ascensión.
El valor que le damos a la fe propicia
que nos transfiguremos
en el silencio
del orden,
que nos compensemos con la oración,
que día a día renovemos nuestra consagración
al Padre
para que nos sea otorgado,y
asumamos
el amor en acción.
La tolerancia nos eleva,
nos inspira
sanación y santificación.
Nos atendemos para purificarnos
con la inmanencia
de la alegría
y la paz.
Nuestro logro es la quietud.
De
2 en 2.
PAREJAS
IMPARES, PAREJAS PARES.
ARIES-GÉMINIS
122
138 112 49
65 39 91
107 81
20 36 10
114 124 134
41 51 61
83 93 103
12 22 32
136 110 126
63 37 53
105 79 95
34 8 24
92 108
82 19 35
9 121 137
111 50 66
40
84 94
104 11 21
31 113 123
133 42 52
62
106 80 96
33 7
23 135 109
125 64 38
54
13 29 3
86 102 76
56 72 46
127 143 117
5 15 25
78 88 98
48 58 68
119 129 139
27 1 17
100 74 90
70 44 60
141 115 131
55 71 45
128 144 118
14 30 4
85 101 75
47 57 67
120 130 140
6 16 26
77 87 97
69 43 59
142 116 132
28 2 18
99 73 89
I
La revelación
reverbera la persuasión de la sabiduría.
Entrégate
al Padre y ella será en ti
para que siembres reconciliación, bondad y redención,
busques la impersonalidad y la razón de la ascensión.
Así tu existencia la regirá el orden para
garantizar la preservación de tu ser,
revirtiéndote a
tu plan original,
transformándote
por tu liberación.
Se determinará el consejo para
que te realices
en la ubicuidad del amor.
No tardarás en tocar corazones.
¡Prepárate!, aspira
el divino aliento.
Por tu sanación habrás de agradecer
y manifestar
contentamiento.
Por tu transmutación contactarás la infinitud
donde se trasciende el
hecho humano
y donde se concentran
la compasión,
la paz
y la equidad
para cancelar todo aquello que aún
clame por resolución.
Ya con la intención de elevarte
tendrás la visión de la unidad en acción.
Podrás alcanzar el nivel en el cual asumirás
la decisión
de compensarte con el silencio,
de suministrar
adoración al ser que en ti
mora y de comprenderlo.
II
Valorarte me
proporciona claridad para perdonarte.
No te juzgo, pues he logrado que
la quietud
en nuestra amistad sea santificación.
Más bien te atiendo
como a cualquier otro hermano,
oro por ti para que
llegues a ser un iniciado.
La eternidad te espera.
Mi servicio comienza desde el
momento en que te concibo inmaculado
para asistirte con la vitalidad y
confortarte.
Ésto me perfecciona.
Te bendigo al ultimar
con
justeza la vibración que te resuena,
cuando pacientemente te contagio la alegría.
Cierto, de vez en vez recurro a la templanza.
Ella, aunque no la solicite, permanentemente
ejerce su control.
También acudo, cuando la necesito, a la tolerancia.
Atrévete tú
también a contar con ellas,
están a disposición para fortalecer.
He aprendido a aceptarte,
a felicitarte con la gloria de
la luz, dirigido
por la lealtad.
La victoria es tanto mía como tuya
porque obedecemos a la fuerza
que consuma
la inteligencia constructiva,
esa que recíprocamente nos transfigura
para que nos comuniquemos
armónicamente,
esa que nos otorga
balance y éxtasis.
¡Indescriptible belleza!
III
Te
intuyo verdad
y por ti resucito.
Tu misericordia
es perseverante,
tu tratamiento, constancia de la inmanencia divina.
Me tornas creactivo,
responsable
y de la caridad
consciente.
A ti me consagro en presencia de
la divinidad,
por ti genero el intercambio
a través de la mediación y de la libertad.
Estoy tranquilo al afirmarte,
pues cumplo los anhelos de mi alma
con fe
y conocimiento,
contemplo
la maravillosa expresión del ser.
Representas el verbo que rememora
la divinidad absoluta,
por ti comulgo.
Representas también Su pureza,
a ti soy fiel
.
Eres igualdad para compartir
en coordinación
con la justicia
y la rectitud.
El emblema que considero al
hospedar
y entender
a quien llega a mi puerta en nombre de
Dios.
Permeabilízate
en mí y seré uno con
mi ser,
me complementarás con la esperanza,
siempre me sostendrás,
me harás recibir
la voluntad
divina por mi salvación,
serás mi guía para discernir
piadosamente en todo momento,
mi inspiración y mi expansión.
GÉMINIS-LEO
124
140 114 51
67 41 83
98 93 12
25 22
116 126 136
43 53 63
105 95 74
34 24 1
138 112 128
65 39 55
86 81 107
13 10 36
94 97 84
21 26 11
123 139 113
52 68 42
73 96
106 2 23
33 115 125
135 44 54
64
108 82 85
35 9 14
137 111 127
66 40 56
15 31 5
88 104 78
58 61 48
129 134 119
7 17 27
80 90 100
37 60 70
110 131 141
29 3 19
102 76 92
72 46 49
143 117 122
47 62 57
120 133 130
16 32 6
87 103 77
69 59 38
142 132 109
8 18 28
79 89
99
50 45 71
121 118 144
30 4 20
101 75 91
I
Ordéname Padre
para compartir
mi existencia,
transformarme
y purificarme.
Muéstrame el camino para revertirme
con determinación
al punto inicial,
de él ya me he olvidado.
TransfigúraTe
en mí a través del consejo
que se nutre de la divinidad.
Cubre mi jardín con el rocío de Tu ubicuidad,
con la fuerza
de Tu amor.
Sostenme,
estoy a punto de desmembrarme,
necesito que se manifieste Tu
sanación,
unirme a
Tu infinitud,
contentarme con
la trascendencia.
Ten compasión, yo perseveraré
en conquistar la anhelada paz.
Cancela
mi agonía con Tu verdad.
Hoy no podría reverberarTe,
persuádeme,
entonces podré intercambiar
con otros todo lo que habla de Ti,
entregarme a
la reconciliación,
consagrarme a
la tolerancia.
Buscaré
la redención,
tiémplame,
ascenderé
tras Tu razón.
Poco a poco se va haciendo la claridad,
comienzo a entenderTe,
a valorar Tu quietud.
Se va definiendo la rectitud,
debo lograrla, en ella atenderme.
Embellece
este camino de santificación,
es mi iniciación en el tránsito de
regreso a casa.
OtórgaTe cuando
ore
invocando Tu compañía en este recorrido.
II
Inspírame
con tu asistencia
a servir
a otros por la salvación común.
Nos está perfeccionando
la vida,
urge asirnos a la caridad y a la justeza,
prendarnos de las bendiciones
inmanentes al Padre.
La alegría es el vehículo de
transferencia, pues su vibración nos invade.
Aprovechémosla para elevar la visión
hacia la fe,
desencadenar la acción
con la que asumimos la tranquilidad
para compensarnos con el silencio
de la luz
y adorar
al Supremo.
Comprenderemos y aceptaremos
lo divino y lo mundano.
Será entonces fácil obedecer a
la divinidad.
Apoyemos nuestra amistad en
ella,
la victoria de la inteligencia
constructiva nos los asegura.
Necesitaremos del perdón,
lo cual significará consumar
la armonía,
la liberación,
la comunicación
y el éxtasis.
Debemos luego preservar
el balance
entre todas las cosas.
Confortados,
resucitaremos en los brazos
del Padre,
guiados por la intuición y el concepto inmaculado.
Tratémonos con misericordia
transmutando
creactivamente nuestras
negaciones y miedos
en constante
agradecimiento por la consciencia que nos responsabiliza de ser.
III
Es permanente
el control que ejerce la unidad para inducir al atrevimiento.
Éste también soy yo, lo tomo.
Él fortalece
mi intención de integrarme al
Ser del todo Ser,
es una felicitación
que porta en sí misma la gloria
divina,
que conduce a la sabiduría.
Permito su dirección,
y con lealtad,
respaldo las revelaciones que
luego advienen.
Por él descubro que soy remembranza
de la eternidad,
que comulgo fielmente con la hermandad,
pues somos hijos de Dios
y por su herencia somos todos esencialmente
iguales,
expresión de su justicia.
Aspiro
con él coordinarme
con todo lo que es,
hospedarme
en el sagrado corazón de mi Padre
para realizarme al considerar
mi plan original, al cual ahora podré permearme.
Él propicia la complementación
y la paciencia,
me hace esperanzador y receptivo
para ultimar con equidad
y discernimiento
lo que dicta Su voluntad divina.
Me concentra para expandir
a la piedad,
suministra
lo que genera
Su divina presencia
cuando nos decidimos
por nuestra libertad,
mediamos,
nos afirmamos,
cumplimos
impersonalmente con nuestro ser
y cuando llegamos a conocer
la contemplación
y la bondad.
LEO-LIBRA
126 142 116
53 69 43
95 100 74
1 27 24
118 128 138
45 55 65
76 86 107
36 13 3
140 114 130
67 41
57 98 83
88 15 12
25
96 99 73
23 28 2
125 141 115
54 70 44
75 85
108 4 14
35 117 127
137 46 56
66
97 84 87
26 11 16
139 113 129
68 42 58
17 33 7 90
106 80 60
63 37 131
136 110
9 19 29
82 92 102
39 49 72
112 122 143
31 5 21
104 78 94
61 48 51
134 119 124
38 64 59
132 135 109
18 34
8 89 105
79
71 50 40
111 121 144
10 20 30
81 91 101
52 47 62
133 120 123
32 6 22
103 77 93
I
Se manifiesta
la esperanza
y somos sostenidos
en todos los espacios de la infinitud.
Ella se permeabiliza
para unirnos,
ser compasivos
y misericordiosos,
perseverantes
con la verdad y con la intuición.
Cancela
tú los pensamientos cristalizados en el pasado
y ella despertará en ti para ser soporte de
tu libertad.
Acércate sin miedo a otros
intercambia
con ellos,
reverbérala
en ellos.
Se regenera en sus corazones.
Nada impedirá entonces que se consagren a
lo divino, que se entreguen al Padre.
Ella les dará la fortaleza
y la tolerancia
para redimirse.
Sin ella no podrían alcanzar la razón divina,
ni podrían ser templados
por el control
de Dios.
Compartir la
existencia
entre iguales
no será difícil,
ella lo facilita, lo hace fluir con pureza,
asimismo lo hace con la reversión.
Tomen sus manos en una comunión
por la transfiguración
del ser en cada uno,
ella estará también allí con determinación.
A la inteligencia constructiva han de
obedecer
sin dudas ni resistencias,
ella se encarga de atraer la ubicuidad del
Padre, la fuerza suprema
para que todo siga su curso tal como fue
diseñado.
Siempre asiste con piedad,
no cesa de
inspirarnos perfección,
está con nosotros por voluntad
divina cuando invocamos la salvación,
eso si, con justeza
y responsabilidad,
con caridad
y alegría.
Den constancia de ella, de su inmanencia.
II
Entré en los
espacios de la contemplación.
La fe
me ha elevado.
Me hallo dando cumplimiento a la tranquilidad,
la no acción
siempre leal a la iluminación.
Voy compensándome
con la gloria del Padre,
a quien acepto
y adoro.
Comienzo a entender
el valor
de Su
hospitalidad.
Llego a Su morada andando pausadamente por
la rectitud,
un logro de Su justicia
en mí.
Bello el camino de regreso, no lo
recordaba.
Cada paso santifica
para culminar el trayecto en éxtasis.
En mi descanso me otorgo
a la oración
que
armoniza,
resucito con
su vitalidad
y su confortación.
Así es
el tratamiento
de Dios.
A Él Le sirvo,
Él es el principio y el final,
mi concepto
inmaculado,
yo Su creación y
contentamiento,
el
vehículo transmutable por Su consciencia.
En Él sano
y Le agradezco.
Asumo este
estado, en total unidad.
Permanecerá esta visión
en mí,
en ella
está la intención
del atrevimiento
para ser,
para reconciliar
mis partes caídas con sabiduría.
Soy feliz
por las persuasiones
que aquí se van revelando,
les
permito me dirijan, pues en ellas no cabe el error.
III
Nuestra amistad
es la victoria de la quietud.
Por ella nos perdonamos,
consumamos
con claridad nuestra liberación.
Somos vasos comunicantes para transformarnos,
para preservar
el balance y el orden entre nosotros.
Con paciencia podemos llegar a la vibración
correcta para complementarnos.
Recibimos todas
las bendiciones
por ello.
Asimismo ultimamos
discerniendo sobre lo que nos
deja paz
y nos resulta equitativo,
sobre cómo expandirnos,
trascendernos
y volver a concentrarnos.
Se nos presenta el divino suministro
cuando comprendemos
al silencio.
Enseguida tomamos la decisión
de mediar,
apartar las oposiciones,
surge la imagen de la ascensión.
Se nos requiere impersonales
y afirmativos
para buscar
bondadosamente
el conocimiento que proviene del
Padre.
Es una iniciación conjunta,
es redescubrimos en nuestra remembranza
divina,
en nuestra eterna hermandad.
De allí nuestra fidelidad
y mutua atención,
la aspiración de coordinarnos
en el amor,
de realizarnos considerando el consejo de
la omnipotente mente de Dios.
LIBRA-SAGITARIO
118
144 128 45
71 55 76
102 86 3
29 13
140 130 120
67 57 47
98 88 78
25 15 5
132 116 142
59 43 69
90 74 100
17 1 27
75 101 85 4
30 14 117
143 127 46
72 56
97 87 77
26 16 6
139 129 119
68 58 48
89 73 99
18 2 28
131 115 141
60 44 70
9 35 19
82 108 92
39 65 49
112 138 122
31 21 11
104 94 84
61 51 41
134 124 114
23 7 33
96 80 106
53 37 63
126 110 136
40 66 50
111 137 121
10 36 20
81 107 91
62 52 42
133 123 113
32 22 12
103 93 83
54 38 64
125 109 135
24 8 34
95 79 105
I
Tu libertad es para mediar
e intercambiar
todo lo que en ti genera la
presencia
divina.
Conságrala a
tu fortalecimiento
ante la adversidad,
de inmediato te moverá el atrevimiento.
Pero no pierdas tolerancia,
este es el instrumento que utiliza el Padre
para que Su control
permanezca en ti y te tiemple.
Comparte
áquella con tus iguales y séle fiel,
ella es pura, teje entre ustedes la red
de la comunión
con todo aquello
que remembra el equilibrio de la
totalidad,
transfiere el poder de transfiguración
que ejerce la inteligencia constructiva.
Consúmala y
tus fuerzas
serán obedientes
a la victoria
de tu ser.
Recibirás
el sostenimiento de la esperanza
y de
la complementación en la unión,
serás permeable al tratamiento de la perseverancia y de la misericordia,
poco a poco resucita
la verdad, transparentándose
en tu intuición.
Contempla
con ella tu mundo interior, te llegará el conocimiento.
Ten fe.
Cúmplele afirmándote,
con la tranquilidad
de tu espíritu y con tu lealtad.
Sigue sus direcciones,
la luz que te llega desde lo alto
te concede la gloria divina y su felicitación.
Acéptalas.
II
Entiendo
que doy al Padre hospitalidad
cuando me permito considerar Su rectitud y justicia,
cuando con Él me coordino y Su belleza me extasía,
cuando hago balance interno y se me otorga la armonía,
cuando me abro a la comunicación.
Me expando a los confines del
cosmos al Él inspirarme . Es piadoso.
En este momento no necesito más del discernimiento,
he sido salvado, tal es Su voluntad.
Tomo consciencia de Su caridad
y a ella respondo,
de Su creactividad inmanente, de la
cual soy constancia.
Asumo
la acción unitaria de la visión
por la elevada
intención
de reconciliarme
con lo que he negado de mí,
y así entregarme
a Su sabiduría,
al divino verbo que persuade y reverberara las revelaciones del ser.
Amigo,
estar allí me aquieta,
logro perdonarme
por haber sido rebelde,
negarme ha sido negarLo.
Pero la claridad da valor
a mi liberación,
me transformo con la reversión al
hogar común.
Hoy preservo el orden de
mi existencia.
III
Siendo instrumento de Tu perfección
me conforto,
me vitalizo.
Recurro a la asistencia de
Tu concepto
inmaculado y entro en servicio,
es Tu infinitud operando,
transmutando lo
que no es,
provocando contentamiento
que manifiesta agradecimiento,
sanando.
Mi comprensión se torna adoración
por Ti,
es Tu suministro silencioso, compensador.
No hay más que decidir,
asciendo
cobijado por Tu razón.
Impersonalizado busco redención.
Es de nuevo Tu bondad
eterna que me inicia.
Es el tiempo de orar
por mis hermanos.
También ellos serán atendidos,
santificados
aspirando el
soplo de Tu amor,
identificando Tu ubicuidad
en todo a su alrededor.
También ellos realizaran Tu
consejo
con determinación,
alegría
y paciencia.
¡Que Tu vibración y justeza
ultimen Tus bendiciones para cancelar tristezas y pesares!
¡Que Tu equidad, Tu paz
y Tu compasión
siempre en mí sean!
¡Que en mí Te concentres
para trascender
las fronteras de mi mente finita!
SAGITARIO-ACUARIO
130 133 120
57 62 47
78 104 88
5 31 15
109 132 142
38 59 69
100 90 80
27 17 7
144 118 121
71 45 50
92 76 102
19 3 29
77 103
87 6 32
16 119 134
129 48 61
58
99 89 79
28 18 8
141 131 110
70 60 37
91 75
101 20 4
30 122 117
143 49 46
72
11 26 21
84 97 94
41 67 51
114 140 124
33 23 2
106 96 73
63 53 43
136 126 116
14 9 35
85 82 108
55 39 65
128 112 138
42 68 52
113 139 123
22 25 12
93 98 83
64 54 44
135 125 115
1 24 34
74 95 105
56 40 66
127 111 137
36 10 13
107 81 86
I
Soy igual
a ti hermano,
somos hijos de un mismo Padre-Madre.
De allí nuestra fidelidad al Él-Ella,
nuestra comunión
con la eternidad
y la remembranza
divina.
De allí que consumemos el perdón
y que la inteligencia construya la victoria
de la amistad
y de la obediencia.
Ultimamos
el encuentro con nuestro Padre-Madre,
recibimos
la esperanza,
la paciencia
y la complementación,
somos permeables a la misericordia.
Por ello nos damos el
tratamiento del concepto inmaculado.
Tenemos la capacidad de intuirnos,
de leernos, de resucitarnos y de confortarnos.
Entonces mediemos
con plena libertad,
que nuestras decisiones
presenten la generación y suministro de la energía
con la cual intentemos
fortalecernos y nos atrevamos a unificarnos.
Ciertamente cedemos el control a
la fuente donde siempre permaneceremos,
a causa de ello consideremos
la realización de todo nuestro potencial
hospedando
al gran desconocido.
Renovamos cada día nuestro compromiso para coordinarnos
y aspirar a la justicia
y al balance.
De allí que podamos preservar
el éxtasis
y la comunicación,
liberar
cualquier atadura que nos ligue al pasado
y que no nos permita armonizarnos.
II
Sin la piedad no podría rediseñarme, expandirme.
No podría concentrarme
en mi ser, mis heridas no lo permitirían.
Ella es el ungüento que las hace
desaparecer.
Entonces percibiré la voluntad
divina por discernimiento,
la equidad en la totalidad.
Debo ser responsable
y consciente por incluirla,
agradecerla constantemente,
acogerla con creactividad
cuando me acompaña al transmutar.
Su bondad puedo contemplarla,
conocerla,
a través de mi impersonalidad.
Cumpliré afirmándola,
se revelará
leal a
la dirección
divina.
Allí estará gloriosa,
ejemplo de sabiduría,
para felicitarme, intervenir y
aportar hasta que logre rectificarme y aquietarme.
Ésto lo valoro, lo entiendo,
la imagen es clara,
terminaré por revertirme al punto de pureza del cual partí.
Se transformará mi existencia.
Querré compartir este reordenamiento.
¡Vida, puedo decir que tu perfección
salva!
Te serviré, asísteme
para inspirarme
en ti con contentamiento.
Me satisfará tu infinitud.
Mi alma se unirá a
todas las almas por la sanación común.
Manifiesto
al ser que me sostiene.
III
Estoy tranquilo, asumo la acción que mueve mi fe.
Tengo la visión de elevarme,
consagrarme
a la reconciliación,
entregarme
al intercambio y a la persuasión,
de reverberar
al ser.
Con una oración
al Padre me otorgo a esta iniciación que me santifica,
que con su belleza llama mi atención para amar con todas las fuerzas,
que me traspasa la ubiquidad divina,
la que emana el consejo
que se transfigura
en mí con determinación.
Vibro
de alegría,
con esa que es inmanente a las bendiciones de
la justeza, de la caridad y de la verdad.
A estas hago gala para cancelar los errores del pasado,
para que la paz persevere
y la compasión
me impulse a trascender.
En este estado acepto, comprendo y adoro al ser,
me ilumina
el silencio.
Me compenso
en la razón divina.
Asciendo.
De vez en cuando,
me
visitará la templanza.
Medirá mi capacidad de redención
y yo continuaré mi búsqueda con tolerancia.
ACUARIO-ARIES
132 136
110 59 63
37 79 105
89 8 34
18
112 122
144 39 49
71 101
91 81 30
20 10
134 120
124 61 47
51 93 77
103 22 6
32
80 106
90 7 33
17 109 135
131 60 64
38
102 92 82
29 19 9
143 121 111
40 50 72
94 78
104 21 5
31 123 119
133 62 48
52
23 27 1
74 100 96
44 70 54
115 141 125
3 13 35
108 86 76
66 56 46
137 127 117
25 11 15
88 84 98
58 42 68
129 113 139
43 69 53
116 142 126
24 28 2
95 99 73
65 55 45
138 128 118
4 14 36
75 85
107
57 41 67
130 114 140
26 12 16
97 83 87
I
Recibo
Tu sanación Padre y agradezco.
Estoy complementado
y contento.
Bienvenida seas transmutación
por
concentrarme en el ser para trascender,
por expandirme
en la equidad de la paz.
Ahora discierno
para despejar los caminos.
He sido persuadido
con Tus revelaciones,
con las que hoy medio y reconcilio,
porque con ellas la sabiduría
ancla Tu presencia divina,
el conocimiento
y la bondad
para que busque afirmación en la impersonalidad,
para que ascienda.
Preservo
la fidelidad a Ti a través del
orden,
la liberación
y la remembranza,
transformándome
con Tu consejo,
considerando
la realización de Tu amor,
coordinándome
con el todo para aspirar alcanzarTe.
Dibujé el concepto inmaculado de mi ser, Tu
imagen,
con él Te sirvo
Padre
para brindar a otros el tratamiento
de Tu confortación,
de Tu vitalidad.
¡Divina resurrección
sé en mí!
Ultima
Padre las bendiciones de Tu consciencia y Tu creactividad
para que vibre colmado de Tu paciencia.
II
Atrévete
a sobrepasar los límites de la mente finita
con la intensión
de visionar y de permanecer en la unidad,
asumiendo
la dirección de las decisiones que parten de tu silencio interior,
comprendiendo
al suministro
divino y su felicitación.
Llegará la claridad
para consumar
el perdón,
la quietud y la victoria de la amistad,
para atender tu
balance en la hermandad.
Ganarás los dones de la eternidad,
de la comunicación
y de la iniciación.
La perfección
se te mostrará,
podrás intuir
la verdad,
perseverar
con la misericordia y la asistencia a tu prójimo.
La inmanencia
de la constancia
te portará la alegría, la caridad y la responsabilidad.
Ajústate
a ellas.
El control
de la templanza actuará
en ti
para que eleves tu nivel de tolerancia,
tu fortaleza,
tu adoración al Padre y la aceptación de Su gloria.
Serás compensado
con la iluminación, el premio
por tu lealtad.
III
La fuerza
es para lograr la obediencia al Padre.
No nos debe sorprender entonces
que con inteligencia constructiva y valor
Se transfigure armoniosamente en
nosotros.
Por ello surge la oración que predica
el otorgamiento
del éxtasis, de la
santificación y de la belleza.
Únete a
mí, hagamos juntos,
permeabilicémonos a
la infinitud,
donde sostiene
la esperanza.
Manifestémonos, cancelemos
nuestras caídas.
No dudo que ésa sea la voluntad
divina.
Salvémonos
en la compasión
y en la piedad,
¿qué más nos puede inspirar?
Entreguemos
todo por la consagración a la
divinidad.
Ella regenera
nuestras mentes.
Vamos, reverberémosla
con el intercambio,
somos
libres para ello, cumplámosle.
Tranquilicémonos,
su razón
es para contemplar
con fe
nuestra redención.
Nuestra comunión nos llevará a revertirnos
a la fusión
originaria del Padre-Madre,
impulsados por la pureza y la igualdad del ser.
Nuestra
existencia es para compartir y rectificar,
para que la ubicuidad y la justicia divinas
soporten nuestro entendimiento.
Estamos
determinando nuestra hospitalidad en el hogar común.
TAURO-CÁNCER
121
113 135 91
83 105 14
6 28 56
48 70
137 123 109
107 93 79
30 16 2
72 58 44
111 133 125
81 103 95 4
26 18 46
68 60
50 42 64 20
12 34 85
77 99 127
119 141
66 52 38
36 22 8
101 87 73
143 129 115
40 62 54
10 32 24
75 97 89
117 139 131
92 84
106 122 114
136 55 47
69 13 5
27
108 94 80
138 124 110
71 57 43
29 15 1
82 104
96 112 134
126 45 67
59 3 25
17
19 11 33
49 41 63
128 120 142
86 78 100
35 21 7
65 51 37
144 130 116
102 88 74
9 31 23
39 61 53
118 140 132
76 98 90
I
He decidido
santificar y bendecir todo
lo que toco y me toca,
de desplegarme con bondad y determinación,
de trascenderme
tranquilamente.
Me ha bastado tan solo coordinarme con la voluntad divina
y aceptar
la nueva comunicación que deja
constancia del ser.
Hoy me compenso
atendiendo y ultimando mi redención,
siguiendo el consejo que se
concentra en la afirmación de la justicia de Dios,
salvándome
con la felicitación de la armonía
que irradia en mí toda su inmanencia.
En el silencio
me encuentro a mí mismo, te encuentro a ti hermano.
Con justeza busco realizar la compasión por ti
cumpliendo
con la rectitud y el discernimiento.
La gloria
del Supremo se me otorga en creactividad.
Su suministro llega en una oración que
hace vibrar en la impersonalidad.
De inmediato conecto con la ubicuidad divina,
la paz y la fe.
Me considero piadosamente, pues la luz
es mi balance y mi responsabilidad.
II
Por adoración
al Padre me he iniciado.
Soy paciente,
Su razón y Su amor me hacen ecuánime.
Maravilloso es conocerLe,
hospedarLe
y en Él inspirarse.
Sin conflictos permito Su dirección.
Tanto éxtasis, tanta caridad me cuesta comprender.
Subitamente me integra a la eternidad,
a la geometría cósmica, al número parlante.
Respiro la alegría.
Asciendo
por mi aspiración
a lo más alto
saltando, danzando sobre pirámides,
esferas, líneas y colores.
Cancelo mis
miedos.
Contemplo con
deleite cómo el entendimiento se expande
en lealtad, en belleza
y en la consciencia
de quién soy.
Intento
dar valor
a cada cosa que voy descifrando.
Es inevitable, me pongo a Su servicio.
Se revelan
los códigos de mi existencia
y la sanación.
Consagrado,
respeto mi remembranza al ser,
me permeabilizo
a la templanza,
y doy la victoria a la intuición.
Me
elevo con la claridad del
concepto inmaculado
y se reverbera el orden en mi interior.
Por agradecimiento
a Su Magna Presencia,
comulgo
con la unión a todo lo que es,
permanentemente
obedezco a Su verdad.
III
Con la visión del perdón
he de asistirte,
he de
persuadirte.
Te preservaré con todas las manifestaciones
que se generan de la pureza con
la que nos complementamos.
Sólo nos controlará
la fuerza
para resucitar
en unidad
por el logro de la vitalidad,
de la sabiduría,
para revertirnos a la matriz cósmica
original
donde siempre han sido y serán
el contentamiento, el intercambio,
la fidelidad
y la esperanza,
donde la tolerancia
permite la consumación de la misericordia.
Actuaré
para
aquietarte, confortarte.
Así será mi entrega hasta transformarnos en fuego transmutador.
Juntemos nuestras manos, marquemos el
camino de la mediación,
donde derecha es igual a
izquierda,
donde nos
sostendremos con el atrevimiento de la inteligencia
constructiva
para perseverar en trazar la
trayectoria en la cual el Gran Desconocido es ley.
Asumamos
nuestra amistad como la perfección.
Por ella nos reconciliaremos y nos liberaremos
con la infinitud
de la libertad.
Compartamos
la recepción de la fortaleza para transfigurarnos en otros.
Acoplémonos al tratamiento
del ser.
CÁNCER-VIRGO
113 135
127 93 74
107 6 28
20 48 70
49
139 125
111 98 95
81 32 18
4 61 60
46
123 115
137 83 105
86 16 8
30 58 37
72
42 64 56
22 1 36
77 99 91
119 141 122
68 54
40 25
24 10 103
89 75 134
131 117
52 44 66
12 34 13
87 79 101
129 110 143
84 106
85 114 136
128 57 38 71
5 27 19
97 96 82
140 126 112
62 59 45
31 17 3
94 73
108 124 116
138 47 69
50 15 7
29
11 33 14
41 63 55
130 109 144
78 100 92
26 23 9
67 53 39
133 132 118
104 90 76
21 2 35
51 43 65
120 142 121
88 80 102
I
Santifica
y bendice la luz
que porta el consejo de la perseverancia y de la redención.
Coordinémonos
con ella, pues es voluntad divina.
De manera impersonal comuniquémonos
y dejemos constancia de su sabiduría.
Su belleza
está en la justeza del silencio.
Transfigura
compasivamente.
Incita a buscar y aspirar lo supremo
para discernir
y cumplir con la liberación de la creactividad,
glorificando
así a nuestro Padre-Madre.
Atendámonos
con ella, su caridad es para compensarnos
y determinar
la trascendencia de la tolerancia, de la justicia y de la equidad.
Afirmémonos
en su armonía
y transmutemos
en felicitación
lo que por ilusión nos duele,
nos acongoja y nos encara con el fantasma
de la soledad.
Oremos
inmersos en ella,
y vibremos
por la aceptación
del amor,
de la verdad,
de la razón divina
y de la consideración
al ser.
Descubramos la piedad y la bondad,
el balance
y la responsabilidad
en una maravillosa revelación.
II
Se me ha otorgado la alegría, la comprensión y la fuerza
para cancelar
todo aquello que se opone
a mi ascensión,
realización y expansión.
Contemplo
mi ser,
y preservo
la consciencia de mí mismo
por lealtad
a él.
Fui iniciado por su inmanencia y por mi adoración al Padre.
Ahora percibo la ubicuidad de
la paz
y de la templanza,
me resulta fácil darles hospitalidad,
concentrarme
en el conocimiento,
registrar éxtasis
y agradecimiento,
fluir con las direcciones
de mi divinidad interior.
Atribuyo valor al servicio y a la fe,
a la existencia,
a la sanación y al intercambio.
Comulgo
con la paciencia y con la presencia divina.
Todas estas virtudes son Tu victoria en mí, Padre.
Las intuyo
en unidad.
Entiendo
Tu asistencia como la visión para compartir las manifestaciones del ser
y
persuadir a otros hacia la eternidad,
como la complementación
que genera amistad,
como mi resurrección
de cada día en Tu control.
III
Claramente
me inspira elevarme hasta el orden sostenedor de todas las cosas,
el que reverbera
la remembranza al ser y permeabiliza el suministro divino.
Te obedezco
Padre, pues me confortas permanentemente
para lograr vitalidad y tranquilidad,
para revertirme
con contentamiento al punto
del cual provengo.
Me consagro
para igualarme a Ti,
y ultimar
la mediación que consuma la misericordia
con la intención
de sencillamente dar.
La rectitud
de Tu perfección asumo con pureza e infinitud.
Me reconcilio
con mis hermanos,
recibiendo
a cambio la libertad, el perdón y el tratamiento de la fortaleza.
En Tu quietud
me salvo.
Desde allí emprendo la acción que transforma,
que me une
a otros en la entrega, en la fidelidad a Ti, en la esperanza
y en la decisión
de construir inteligentemente
el concepto inmaculado.
En Ti me atrevo a
ser.
VIRGO-ESCORPIO
125 117
139 95 76
98 18 10
32 37 72
51
141 127
113 100 86
83 34 20
6 63 49
48
115 137
129 74 107
88 8 30
22 60 39
61
54 46 68
24 3
25 89 81
103 131 112
134
70 56 42
27 13 12
105 91 77
136 122 119
44 66 58 1
36 15 79
101 93
110 143 124
96 75 97
126 118 140
59 40 62
17 9 31
99 85 84
142 128 114
64 50 47
33 19 5
73 108
87 116 138
130 38 71
52 7 29
21
2 35 16
53 45 67
132 111 133
90 82 104
28 14 11
69 55 41
135 121 120
106 92 78
23 4 26
43 65 57
109 144 123
80 102 94
I
La justeza,
la lealtad, la belleza y la compasión fortalecen y se transfiguran.
Son herramientas del discernimiento.
Llévalas contigo mientras asciendes y aspirarás a lo más sublime,
transmutarás
en felicitación las cargas del
pasado,
estarás profundamente transformado.
Sé responsable
por tu luz y tu santificación,
por la misericordia, que nos enseña tolerancia y determinación,
por la paz
que confiere la impersonalidad,
y por la coordinación, el contentamiento y la sabiduría
con los cuales nos comunicamos.
La caridad
será tu recompensa, te proporcionará éxtasis.
Persevera
con ella,
la redención
te está esperando.
La inteligencia
constructiva y la equidad te afirmarán.
Sé altruista,
la creactividad está contigo,
es tiempo
de reconciliación, de liberación.
La alegría
será tu expresión, ella también es la gloria
del Padre,
quien solamente te podrá otorgar
la cancelación del miedo a lo
desconocido.
Permite que el control de Su fuerza suprema
te expanda
para que busques la
realización consciente de tu
ser
¡Que Su persuasión
te preserve íntegro!
II
Doy constancia
de aceptarTe cuando emito una oración en Tu nombre.
Mi intuición
escoge las palabras,
me somete a la templanza.
Pero reina la calma, Tu imagen es ubicua,
estás dentro y fuera de mí.
Trasciendo
toda duda por Tu bondad, Tu consideración y Tu capacidad para sanarme.
RevélaTeme,
haz balance en mí.
Es inmanente
mi adoración por Ti.
Ésto es armonía
y verdad,
razón
para obedecerTe.
Me concentro en
Tu conocimiento y consejos,
agradezco
por la dirección con la que pautas el orden.
Con la asistencia
de la contemplación entiendo
Tus manifestaciones en la libertad,
en el compartir,
en la complementación y en la comprensión de la eternidad.
Resucito,
asumo nuestra amistad renovada.
Es Tu piedad,
es mi fe, es Tu valor, es mi esperanza.
Las cartas del juego con las que intercambio.
Mi existencia
vibra con Tu divino suministro
para remembrar
la vitalidad de la unidad y la victoria del ser.
III
Inspiro
el divino aliento para elevarme
hasta hospedarme en el ser.
En él me sostengo reverberando igualdad y paciencia.
Me presento
ante ti Padre para iniciarme,
confortarme
y permanecer en la quietud
del todo movimiento sin movimiento.
Sálvame
con la acción
de Tu justicia,
ella es infinita, genera pureza.
La recibo en silencio,
la emano a mis hermanos
con el tratamiento
de la visión del perdón.
Estoy seguro que Tu voluntad es
tranquilízame
para lograr permeabilizarme a Tus designios,
Padre.
A ti me consagro
cuando me revierto al punto de partida de
donde proviene todo,
cuando soy bendecido por mi decisión de serTe fiel.
cuando sirvo con
la intención de consumar lo que tienes dispuesto
para mí.
Me perfecciono
dando cumplimiento a la rectitud,
por la cual me uno a otros,
entregado
a una comunión en la que juntos, ultimamos
la mediación,
atendemos
al concepto inmaculado del ser
y nos atrevemos
con su claridad a deshacer
todo pensamiento fijo.
ESCORPIO-CAPRICORNIO
63
41 49 34 12
20 100 78
86 141 119
127
37 51 65
8 22 36
74 88 102
115 129 143
53 61 39
24 32 10
90 98 76
131 139 117
136 114 122
105 83 91
27 5 13
70 48 56
110 124 138
79 93 107
1 15 29
44 58 72
126 134 112
95 103 81
17 25 3
60 68 46
33 11 19
64 42 50
142 120 128
99 77 85
7 21 35
38 52 66
116 130 144
73 87 101
23 31 9
54 62 40
132 140 118
89 97 75
106 84 92
135 113 121
69 47 55
28 6 14
80 94 108
109 123 137
43 57 71 2 16 30
96 104 82
125 133 111
59 67 45
18 26 4
I
Había perdido el contentamiento.
Era tal la tristeza que llegué
a la necesidad de revertirme al punto del cual provengo.
Pude
reencontrarlo.
En el proceso caí en cuenta de toda la sabiduría olvidada,
de la paz
perdida, sin su ubiquidad.
Mi mundo personal había bloqueado la impersonalidad,
la misericordia,
la consumación de la tolerancia.
Sin embargo, este viaje me ha hecho responsable por el balance y la iluminación.
La transmutación
me ha transformado.
He dispuesto mi entrega a la equidad y al altruismo,
a la razón
y a la perseverancia
para construir inteligente
y atrevidamente
caridad
y éxtasis para dirigirme hacia la casa del Padre.
También había olvidado que la infinitud
está asociada a la liberación y a la reconciliación,
que cancelando
lo que no es, aspiro a la ascensión,
a tratar
con el poder de la transfiguración,
a fortalecerme.
Se ha reanimado la consciencia y engrandecido la belleza
y la lealtad.
Se ha sanado
mi existencia con múltiples revelaciones,
ha trascendido
con determinación y bondad.
Accedo a la intuición y no puedo dejar de ceder
la victoria al ser y a la templanza.
Ésta es la constancia de la comunicación con mi divinidad,
a la cual he aprendido a aceptar.
II
Gracias
por haber sido el espejo donde se reflejó
mi caos interior.
Por ti pude armar el rompecabezas que me
significó orden.
Tanta interferencia no me permitía escuchar
como se reverberaba.
Tuve que concentrarme,
ir muy adentro hasta captarlo.
De allí surgió el consejo de
la redención,
la verdad a la cual hoy obedezco
y en la cual quiero permanecer,
fuente inmanente de la armonía
y de la felicitación.
Se ha manifestado
perseverantemente,
me ha persuadido
compasivamente hacia lo divino,
para que realice mi ser,
busque
resucitar en el espíritu con la fuerza que controla la creactividad
y se me otorgue
la gloria del Padre.
Es la vida
que majestuosa me condujo hasta aquì y me dio el permiso para lograr unidad.
La siento
vibrar cuando mi oración pide suministro, esperanza y
fidelidad,
cuando intercambio
con piedad, consideración y fe.
Me conforta
su quietud, pues desencadena la acción
de la paciencia.
Ahora en mi espejo sólo está la imagen de
la iniciación,
de la adoración
a la divinidad.
Me sostengo en ti
porque somos iguales,
porque me muestras la mediación para inspirarme en ella,
porque me das de tu hospitalidad,
y sin más, porque me haces
conocer a Dios.
III
Nos perfecciona
nuestra amistad, la hemos asumido con alegría.
Será eterna,
así la hemos comprendido y recibido.
La compartimos
con total libertad,
de allí que nos expandamos y nos entendamos,
que nos contemplemos
diáfanos y transparentes.
Por ella nos servimos mutuamente,
valoramos
nuestra intención
de bendecirnos y santificarnos,
decidimos
permeabilizarnos a innumerables galaxias,
remembrar
al ser,
consagrarnos
a la voluntad divina,
coordinarnos
con tranquilidad,
concebirnos
inmaculadamente, con plena claridad.
Por ella nos hemos elevado hasta ultimar la atención al ser
y compensar mis causas con tus causas y las tuyas con
las mías.
Nos hemos unido en
comunión con la presencia del Padre,
hemos salvado
nuestras almas, así lo
dictamina la justicia divina,
por afirmar
nuestro ser.
Nos es suficiente la asistencia del
perdón,
la visión y
la justeza de un hermano.
Haz silencio,
me pides,
y dulcemente me complementas
con tu pureza.
Juntos generamos
el discernimiento
para rectificarnos
y cumplirnos.
CAPRICORNIO-PISCIS
55
63 41 36
1 22 92
100 78 143
110 129
39 53 67
10 24 25
76 90 104
117 131 134
65 43 51
13 34 12
102 80 88
122 141 119
128 136 114
86 105 83
19 27 5
49 70 48
112 126 140
81 95 98
3 17 31
46 60 61
138 116 124
107 74 93
29 7 15
72 37 58
14 33 11
56 64 42
121 142 120
91 99 77
9 23 26
40 54 68
118 132 133
75 89
103
35 2 21
66 44 52
144 109 130
101 79 87
108 73 94
127 135 113
71 38 57
20 28 6
82 96
97 111 125
139 45 59
62 4 18 32
85 106 84
137 115 123
50 69 47
30 8 16
I
Me cansé de repetirme, de girar el mismo
círculo.
Andar y andar sin salir del mismo punto,
una y otra vez la misma trayectoria.
Paré.
Caí agotado.
Quizás el golpe encendió la chispa que aún
se yergue curvilínea.
Fue el momento propicio para consagrarme con contentamiento a la reversión,
deshaciendo el camino recorrido hasta
toparme con mi ser.
¡Admirable instante!
Bastó seguir la razón de la verdad y del amor,
estaba inscrita en mi corazón y lo
ignoraba.
Tuve la intención
que misericordiosamente consumase cada evento por venir,
bajo la dirección
del Padre,
agradeciéndoLe
por el éxtasis
que todo ésto me produjo.
Finalmente me he reconciliado conmigo mismo, cubierto
por la infinitud de la pureza.
Pude ascender,
cancelar
con la fuerza que da la fortaleza,
toda sensación de pérdida, las múltiples
caídas.
Me traté
con el perdón,
fui leal
a la consciencia y la preservé.
No tenía más que entregarme
a la sagrada unión con el Padre
y ser transformado,
templado y apaciguado por Su ubicuidad.
Me atreví a
colorear el concepto inmaculado del ser que se construía inteligentemente,
que se revelaba responsablemente para balancearme,
para mostrarme que el intercambio sana
y colma nuestra existencia de tolerancia, trascendencia y determinación.
Formé un todo con la unidad, enseguida se activó la intuición.
Fue la victoria
de la sabiduría,
constancia
de la comunicación con la mente suprema.
II
Persuádeme,
manifiesta cuánto quieres compartir.
Busca
en mí compasión,
yo me transfiguraré
en ti sin controlarte.
Yo resucitaré
en ti la nueva amistad
que acoge la gloria del Padre
y que expresa creactividad y liberación.
Reverberémosla
juntos,
sostengámosla
en el
orden.
Redímete
en mí,
persevera,
yo soy tu mejor consejero.
Tú permaneces
en mí para confortarnos,
obedecernos cuando
estemos en lo correcto y felicitarnos.
Transmutemos
lo que sea necesario para armonizarnos.
Tu me tranquilizas,
yo te vitalizo,
logremos
aceptar nuestras resistencias y oposiciones,
sólo para vibrar en oración,
y tomar decisiones
firmes,
saciadas de esperanza, fidelidad, bondad, piedad y consideración.
Yo asumo
tu perfección, tú mi rectitud
nos comprendemos,
nos
alegramos y nos otorgarnos
a la libertad.
Te recibo
como a un hermano,
me contemplas
en expansión,
realizamos nuestro ser.
III
Sin la acción
de la salvación no podría
estar quieto.
Por ella adoro al Padre y a Su inmanencia.
No hubiera podido iniciarme si no hubiera dado mis
pasos sobre el camino del medio,
ultimando
el salto final que conduce por todos los misterios.
Por ella a mis iguales reconozco,
me concentro
en el núcleo corazón,
y doy hospitalidad
al bienaventurado.
Elevándome
con ella hasta el Padre,
inspiro
la claridad, y la luz
se hace para bendecirme.
Su santa
presencia se implanta pacientemente
en mí,
moviendo mis pies, sobre los cuales
firmemente me alzo,
Comulgo
entonces con la impersonalidad,
Su voluntad
me coordina,
Su visión
asiste a mi entendimiento.
Voy hacia adentro y hago silencio,
Su justeza
y belleza generan complementación,
me aproximan cada vez más a la eternidad,
cumplen
para que con el discernimiento
aspire a lo sagrado,
para hacer inmutable mi fe y mi servicio,
para que valore
la compensación,
la caridad,
la atención y el suministro divino.
Me permeabilizo
a Ti Padre,
y soy Tu remembranza para afirmar equidad y justicia.
PISCIS-TAURO
68 46 54
26 4 24
103 81 89
133 111 131
42 56
70 12
14 28 77
91 105 119
121 135
58 66
44 16 36
2 93 101
79 123 143
109
139 117 125
87 107 73
32 10 18
62 40 60
113 127 141
83 85 99 6
20 34 48 50 64
129 137 115
97 75 95
22 30 8
52 72 38
25 3
23 67 45
53 124 144
110 104 82 90
11 13
27 41 55
69 120 122
136 78 92
106
15 35
1 57 65
43 134 112
132 94 102
80
98 76
96 140 118
126 61 39
59 31 9 17
84 86
100 114 128
142 47 49
63 5 19 33
88 108
74 130 138
116 51 71
37 21 29 7
I
Otorgo
la gloria al Padre
y con alegría
camino por el sendero de la rectitud,
cumpliendo
con la cancelación de lo que
interfiere con la realización
de mi ser,
buscando
su expansión,
abonando a la hermandad en silencio
y haciendo lo que dicta la consciencia.
Oro
pidiéndoLe que yo acepte lo
que tiene para mí.
Al hacerlo constato
Su ubiquidad, me tranquiliza Su voluntad.
Considero
Su bondad para trascender y balancearme,
luego decido
bendecir todo a mi alrededor con lo que me dona.
Su armonía
emana por mi adoración a Él,
es inmanente a Su justicia.
Su razón
me salva y me aconseja.
ConocerLo
concentra mi atención hacia el interno
para que dirija y ultime el “cara a cara” conmigo
mismo.
A Su belleza
soy leal,
la aprecio con justeza,
la distingo en la hospitalidad,
en la redención,
en la inspiración
que me hace aspirar a la ascensión,
en el discernimiento,
en la sagrada espiral de la eternidad,
en la comprensión,
en la creactividad,
en ti y
en cada una de las expresiones del Gran Arquitecto.
II
Tu santidad
ilumina con responsabilidad y determinación.
Mueve mi fe y mi piedad.
Con ella he de coordinarme impersonalmente
hasta alcanzar la paz,
la comunicación,
el suministro
que produce la vibración más
sutil
y el éxtasis
que me compensa con caridad y entendimiento.
La contemplo.
Es compasiva
y amorosa,
afirmativa
y equitativa.
Guía mi iniciación
con felicitación
y paciencia.
Agita mis fuerzas por control divino,
me perfecciona.
Con su poder y pureza genera en mí infinitud y orden,
me hace fácil mediar, agradecer y perdonar.
Su visión
y tratamiento logran que la templanza afine mi intuición
para propiciar reversión,consagración y permeabilidad al ser.
Le seré fiel
con cada revelación,
por mi sanación
y por la consumación de mi intención de servir.
III
Obedezco
y actúo por la verdad,
por mi comunión,
mi entrega y mi unión al Padre.
De allí que preserve
el ser que me persuade y recibe,
de allí que con claridad y atrevimiento
me proyecte a través de su concepto inmaculado
para que seas el manto de mi transfiguración, la fortaleza
y la asistencia,
compartamos
la libertad que manifiesta la liberación,
rindan sus frutos la reconciliación y la complementación
propias de la amistad que asume resucitar cada día.
Asimismo, para que demos valor
a la tolerancia y a la misericordia
y cobren existencia cuando intercambiemos,
para que la esperanza, la remembranza del Padre y la sabiduría
contenten
nuestras almas, que victoriosas, se suman a la unidad y se vitalizan.
Hago votos para que juntos construyamos inteligentemente puentes que nos eleven,
perseveremos,
entre iguales, con la reverberación del sostenimiento del ser,
con la transformación
que ejerce la presencia divina
en nuestros corazones,
con la transmutación
de nuestras
diferencias en quietud y permanente confortación.
De 3 en 3.
LOS
CUADRANTES (Los 4 elementos)
ARIES-CÁNCER
128 135
119 49 67
40 94 101
74 18 36
9
111 131
140 43 52
61 77 86
106 12 21
30
143 116
123 64 37
55 98 82
89 33 6
24
90 108
81 22 29
2 121 139
112 56 63
47
84 93
102 5 14
34 115 124
133 39 59
68
105 78 96
26 10 17
136 109 127
71 44
51
13 31 4
83 99 92
54 72 45
130 137 110
7 16 25
104 95 75
48 57 66
113 122 142
28 1 19
87 80 107
69 42 60
134 118 125
38 65 58
126 144 117
20 27 11
85 103 76
70 50 41
120 129 138
3 23 32
79 88 97
53 46 62
141 114 132
35 8 15
100 73 91
I
Intercambia
tus bendiciones con las mías
y el balance
de la sabiduría y la pureza
nos darán comprensión, claridad y conocimiento.
Perseveremos
con el discernimiento
y la razón
divina será asumida.
En el silencio
que llega con la consciencia
compartamos
la unión.
Iniciémonos
a través de él,
continuemos la ruta de nuestra liberación.
Considerémosle
para tolerar y servir,
y no olvidemos que también en él está la ubicuidad del Padre.
Estemos quietos,
en él nos afirmamos.
Por mi albedrío escogí dirigirme hacia ti para sostener
y atender tu ser,
hacerlo vibrar
hasta transmutar
las cargas que una vez te impusiste,
me consagré a
ello para transfigurarme en ti
con la visión
de la expansión de la vida,
la coordinación
con el Padre y la cancelación del pasado.
Darte tratamiento
desde la mayor elevación es mi
búsqueda
para que el amor permanezca, nos salve,
y con él, por él y a través de él decidamos.
¡Cómo su belleza me persuade!
Lo acepto
con contentamiento,
pues es la gran remembranza del Padre.
II
Es el valor
del consejo que nace de tu
divinidad lo que propicia el atrevimiento
para conquistar la victoria de la tranquilidad,
de la paz,
de la caridad,
del orden
y de la hermandad.
Consecuentemente la reconciliación y la complementación se otorgan
para trascender
y consumar la asistencia de la rectitud.
Prepárate ahora para la ascensión y la resurrección.
Haz de sanar
primero rencor y resentimiento,
ultimar
la iluminación,
convertirte en la presencia inmanente de la transformación.
Por supuesto, a su debido tiempo, te
visitará la templanza,
tu mejor amiga,
la que cumple con la determinación, con la piedad,
y con la intención de la alegría.
Significa tu mayor felicitación,
pues aparece para que te regeneres en la igualdad del ser, en la compensación.
Agradécele.
Puede ser que te
incomode un poco, que te asuste con su nombre,
pero te garantizo que al despedirse te encontrarás confortado.
Sucede que ella no viene sola, la acompañan
la justicia divina con su fuerza,
el perdón
con su compasión,
la contemplación
que comunica comunión,
y la adoración
que santifica tus revelaciones.
Así se forja el camino de tu esperanza.
III
La voluntad
divina es la verdad,
es unitiva.
Indica disponer de nuestra morada
para dar hospitalidad al concepto inmaculado
por nuestra propia redención,
y permeabilizarnos
al verbo de la oración
que con creactividad
preserva la libertad y la justeza.
Sé paciente
para entregarte a ella,
armonízate,
manifiesta mediación, lealtad e impersonalidad.
Tu intuición
te alineará con ella.
Éste es un logro de la fe,
de la realización
de la fortaleza interna y de
la constancia.
No tendrás que preocuparte por nada,
el suministro del Padre estará
asegurado.
Su mandato es revertirte fielmente a tu esencia
original,
donde el éxtasis se reverbera y controla la perfección.
Su mandato es aspirar
a las más altas cúspides
donde se concentra toda la inteligencia
que construye con el entendimiento.
Encárgate tú de hacer infinita la gloria del Padre,
ella es también eterna.
Sé responsable
de incluirla en tu existencia,
de recibirla
a través de las acciones
que mueven equidad,
obediencia,
misericordia,
inspiración
y bondad.
CÁNCER-LIBRA
131 138
111 52
70 43 86
104 77 12
25 21
114 123
143 46 55
64 80 89
98 33 24
1
135 119
126 67 40
58 101
74 92 13
9 36
93 97 84
14 32 5
124 142 115
59 66 39
73 96
105 8 17
26 118 127
136 42 51
71
108 81 85
29 2 20
139 112 130
63 47 54
16 34 7
75 102 95
57 61 48
122 140 113
10
19 28 107
87 78 37
60 69 116
125 134
31 4 22
90 83 99
72 45 49
137 110 128
50 68 41
129 133 120
3 30 23
88 106 79
44 53 62
109 132 141
35 15 6
82 91 100
65 38 56
144 117 121
18 11 27
103 76 94
I
Si no estuviese consciente que el ser se reverbera
desde el silencio,
que para iniciar la senda de regreso a casa son necesarios
la constancia, la unión, la tolerancia y el perdón,
¿cómo podría considerar a la ubicuidad del Padre y la fuerza de Su quietud?
¿cómo podría existir sin Su atención y dirección?
La gloria
es tuya Padre, a Ti me consagro.
Vibra
el concepto
inmaculado del ser a través de Tu expansión.
TransfigúraTe
en mí con Tu vitalidad,
necesito cancelar
todo aquello que no es la verdad.
Bendíceme
con el balance,
manifiéstalo
en pureza, comprensión y armonía,
en conocimiento
y perseverancia,
en la intención
de la templanza de probar
si asumo
Tu razón.
Puede ser que a veces Tu consejo no lo entienda, Padre
ni pueda valorar la tranquilidad para aspirar victoria y orden.
Puede ser que a veces Padre,
se oscurezcan la esperanza,
la caridad
y la complementación.
Pero aún así Te adoro
y aguardo por la reconciliación conmigo mismo.
II
Mi inspiración
es mi divinidad interior,
la cual me asiste para
trascender
toda experiencia donde no hay equidad, resurrección y rectitud.
Resulto libre,
iluminado y sanado.
Mi oración
es en Tu nombre Padre.
Tu transformación
siempre se hace presente.
Elevo
mi búsqueda a causa de la fe
por la permanencia
de Tu salvación.
Entonces mi movimiento es desde la impersonalidad,
desplegado en belleza para persuadir a mis iguales.
Me contento,
pues remembro
al ser con alegría.
La justicia
y la paz son en mí para confortarme.
Tal es así, que puedo contemplar
atrevidamente
al ser compasivo
con el cual comulgo por mi liberación,
el que comunica
revelaciones
e impulsa el compartir la santificación.
Asciendo
por ley de unidad,
porque es voluntad divina redimirme
para alcanzar la hospitalidad del ser.
Observo cómo se van consumando la
transmutación y la creactividad,
y se permeabiliza
el sostenimiento divino,
el cual, con justeza, debo preservar.
III
Nuestra amistad
da cumplimiento al amor,
al tratamiento
determinante de la piedad
y de la felicitación,
y a lo que se genera de la sabiduría,
de la compensación,
del agradecimiento
y del intercambio.
Es propiamente el suministro divino que se nos ha otorgado al revertirnos.
Es el éxtasis
de descubrirnos en el origen, también como hermanos,
fieles
al Padre y a Su control,
afirmando
la perfección,
construyendo
inteligentemente el servicio
y concentrándonos
en el ser.
Inmanencia
de la infinitud,
sospecho su eternidad.
Ultimemos
la recepción de sus
emanaciones.
No nos queda más que ser responsables
de cada acción,
que por obediencia al Padre
nos coordine
con la visión, la bondad y la misericordia.
Te entregas
pacientemente,
te acepto.
Mediamos
mientras nos mantenemos leales
a la decisión
que resulta del discernimiento,
a los logros
de la intuición,
y a la realización
de nuestras más excelsas metas.
Se fortalece
tu espíritu,
se clarifica
mi mente.
LIBRA-CAPRICORNIO
123 141
114 46 62
55 89 107
80 1 28
24
117 126
135 67 58
38 83 92
101 36 13
4
138 111
129 50 43
70 104 77
95 16 12
25
96 100
73 17 35
8 118 134
127 51 69
42
76 85
108 11 20
29 139 130
110 45 54
63
97 84 88
32 5 23
122 115 142
66 39 57
19 26 10
87 105 78
60 64 37
125 143 116
2 22 31
81 90 99
40 49 72
119 128 137
34 7 14
102 75 93
61 48 52
140 113 131
53 71 44
109 136 132
15 33 6
91 98 82
47 56 65
144 121 112
9 18 27
74 94 103
68 41 59
124 120 133
30 3 21
106 79 86
I
Atiende
responsablemente tu existencia glorificando al Padre eterno,
consagrándote
a la expansión de tu alma,
redimiéndote
en el concepto inmaculado con
la verdad y por voluntad divina,
cancelando
cualquier mancha que pueda opacar tu ser,
siéndole leal a todas sus manifestaciones y a las bendiciones de la pureza,
de la armonía,
de la paciencia
y de la determinación.
Intenta
conocer la razón divina y la templanza,
y cumple
con tu plan original.
Reverbera
el silencio hasta llegar al éxtasis, al suministro y a la unión con el todo.
Así su música resonará constantemente en el perdón,
cuando consideres
la compasión y la justicia,
y al dejarte tocar por la ubicuidad del Padre,
por esa fuerza
que todo lo puede.
Permítete ser asistido por
la misericordia
cuando te inspires en Él,
resucitar
por las acciones de equidad y de libertad que preservan la iluminación,
y acudir a la transformación para permeabilizarte a la divinidad.
Esto es lo que invoco en mi oración con Dios para que sea en ti.
II
La
fortaleza que da la fe eleva
para lograr
la impersonalidad permanentemente,
desvelar la belleza y la igualdad en cada cosa que es,
agradecer
por la generación de la alegría y del contentamiento.
Esto lo he entendido, y
he aprendido a valorarlo,
a inteligentemente construir cada
aspiración
anhelando
la victoria de la perfección en una revelación tras otra,
abrazando la caridad y la esperanza,
adorando
al Ser Supremo,
reconciliando
opuestos,
comulgando
con el ser,
unificándome
en la escalera de la rectitud
donde cada peldaño avanzado acerca más a la
ascensión
para así poder hospedarse en la morada del Padre.
Es trascendencia
que se consuma en creactividad
para hacerme vibrar
sutilmente hasta poder transmutar
con justeza la separabilidad
y transferirle la dirección al ser que me sostiene,
salvarme
en el amor y en la amistad,
buscar
el tratamiento de la piedad,
de la comprensión,
de la sabiduría.
Es ésta una felicitación del balance, del intercambio y de la compensación.
III
La paz
conforta y tranquiliza.
Atrevámonos
a contemplarnos
con su consejo liberador
para luego comunicar los tesoros de la iniciación,
del compartir
la santificación y la consciencia.
Es infinita
su presencia,
nos contagiamos con toda su inmanencia para ultimar la sanación.
Recibámosla
con obediencia y vitalidad,
coordinando
bondad, transfiguración y visión.
Porque es remembranza divina acepto
entregarme a ella,
entonces me muestra el camino del medio,
desde donde las decisiones persuaden,
y se asumen
el discernimiento y la intuición
como ejes que se apoyan en la perseverancia y en la claridad
para proseguir con la realización del ser.
Ella hace que atravesemos el espacio
sideral,
que saltemos de galaxia en galaxia.
Se nos otorga
al revertirnos a la causa original
hasta complementarnos
en el orden,
serles fiel
a la hermandad del hombre
afirmar
el control divino y la quietud,
y hasta que podamos servir concentrados en la tolerancia.
CAPRICORNIO-ARIES
50
64 47 25
7 22 105
78 87 137
120 128
40 59 62
10 13 31
75 93 102
116 125 144
71 38 52
19 34 1
90 99 81
132 140 113
141 114 123
96 104 77
35 2 16
61 43 58
111 129 138
80 89 108
4 23 26
46 49 67
126 135 117
101 84 92
14 28 11
55 70 37
29 12 20
69 42 51
127 142 109
107 74 88
8 17
36 39 57
66 118 121
139 76 95
98
24 32 5
54 63 45
133 115 130
86 100 83
97 79 94
143 110 124
65 48 56
18 27 9
82 85 103
112 131 134
44 53 72
3 21 30
91 106 73
122 136 119
60 68 41 33
6 15
I
El suministro
divino hace vibrar.
Es la remembranza
de la fuerza del Padre
que conforta
con el amor
para que trascendamos,
consumamos
lo mundano,
y nos hospedemos
en el hogar cósmico,
donde nos compensamos fieles al intercambio,
comprendemos
la complementación y la eternidad.
En algún momento caemos en cuenta que
tenemos enfrente una escalera al cielo.
Ven, ascendamos
juntos,
allí hallaremos
todos los dones que el Padre tiene para nosotros.
Nos guiará la templanza,
nos iremos haciendo más amigos en el camino.
Con nuestro andar iremos contemplando nuestro
ser.
Yo puedo aconsejarte
el atrevimiento,
sostenerte
en la justeza y en la mediación para que lo hagas.
La presencia
del Padre siempre estará con nosotros,
trae la paciencia
para que nos iniciemos
y constituyamos la unidad.
No hay fatiga ni esfuerzo, la paz es verdadera
su tratamiento
es la piedad,
sugiere buscar
la recepción del fruto sagrado
para compartir
lo que desciende del cosmos y santifica.
Es nuestra responsabilidad hacerlo por nuestra existencia.
Bastará atender
al ser y a la asistencia del perdón.
Éste es el sustrato sobre el cual debemos considerar
nuestra acción.
El Padre nos salvará con Su justicia para liberarnos y unirnos
en armonía.
II
En el silencio,
Yo Soy.
Exaltación del éxtasis que se reverbera inmaculado,
expandiéndose
en ondas que elevan,
cumplen
con la perfección,
y nos transportan a lo largo de la rectitud.
¡Gloria
a Ti Padre, por tanta sabiduría
y pureza!
En él se manifiestan todas las bendiciones,
condensadas en el ADN celeste.
Sé leal
a ellas cuando las conozcas,
te aportan el valor y
la intención de continuar tu
evolución con tranquilidad,
llegan a ti por voluntad divina.
Lograr
entrar en este estado implica consagrarse
con constancia
a la transmutación
de los miedos que se esconden detrás de la personalidad
en el esplendor del ser.
Quédate entonces en la permanencia de su ubicuidad,
contágiate con su impersonalidad
para permeabilizar
desde allí la oración que transforma e ilumina,
que atiza la esperanza para que ultimes tu redención,
perseveres
en inteligentemente construir
la historia que desde siempre se te ha
asignado.
Recuerda que son de la equidad la resurrección y la
razón para reconciliarse,
de la comunión
la adoración al Padre para que
la libertad sea tu decisión,
de la belleza la fortaleza para que vaya junto a la compasión y a la transfiguración.
III
La cancelación
de la repetición de los ciclos es aspirar
a la victoria del ser,
a la alegría,
al contentamiento y a la regeneración.
Ello surte efecto en la hermandad y en la caridad
para identificamos como iguales,
tolerarnos
con misericordia y determinación,
entendernos
concentrados en la claridad,
acoplarnos a la dirección correcta.
Agradezcamos
al orden, el que siempre nos
rige,
a la entrega
en la comunicación, la que tanto nos cuesta aceptar,
y al discernimiento
que fluye en la intuición, que esto sea así.
Asumamos
ser.
Pongamos la visión en la fe para realizarlo,
persuadámonos
con la consciencia para preservarlo,
registremos su inmanencia en toda su infinitud,
felicitémonos
con el control de su quietud y de su afirmación.
Su bondad
está al servicio para inspirar
revelación y sanación,
balance
y creactividad,
otorgamiento
a la reversión y vitalidad.
Coordinémonos
al obedecerle.
TAURO-LEO
120 133
129 41 68
50 95 102
75 7 34
16
141 132
109 62 53
44 78 87
107 28 19
10
121 117
144 56 38
65 99 83
90 22 4
31
79 106
88 23 30
3 113 140
122 48 61
57
100 91 82 6
15 35 134
125 116 69
60 37
94 76
103 27 11
18 128 110
137 49 45
72
5 32 14
84 97 93
43 70 52
111 138 131
26 17 8
105 96 73
64 55 46
143 123 114
20 2 29
85 81 108
58 40 67
126 119 135
39 66 59
115 142 124
21 25 12
77 104 86
71 51 42
136 127 118
1 24 33
98 89 80
54 47 63
130 112 139
36 9 13
92 74 101
I
Soy tu hijo Padre, Te guardo fidelidad como a todos mis hermanos.
Juntos
disfrutamos del éxtasis que la
reversión nos ha otorgado,
del suministro
de Tu compasión,
del atrevimiento
de la contemplación.
Nos confortamos
con Tu paz y Tu justicia.
Soy responsable de recibirTe,
de ultimar mi trayecto hasta la eternidad
y la infinitud.
No hay un solo pensamiento que no sea
traslúcido a Tu inmanencia,
que me haga resistir a consumar
mis talentos
y hospedarTe
en mi templo interior.
Tuya, mi redentor, es la voluntad.
Estoy integrado a la unidad,
y listo para ascender al hogar cósmico.
La decisión
de serTe leal y de mediar en tu nombre,
me ha permitido aceptar con paciencia todo evento,
entregarme
a la piedad y a la determinación,
dar a otros el tratamiento amoroso
y cumplir
con la amistad.
Me concentro
en servirTe
y se construye
inteligentemente dentro de mí
la perfección
que afirma Tu control,
que santifica
para que comparta mis revelaciones
y que comunica liberación en comunión.
II
La misericordia
y la bondad son los ojos con
los que puedo visionar
cómo coordinarme
obedientemente con la acción
que preserva al ser,
que con justeza, sostiene su permeabilidad a través de los poros
de mi piel,
que creactivamente
transmuta las prisiones de la oscuridad
en el arcoíris sin fin de la música de las
esferas.
Ellas dos me dan la claridad de la fortaleza para
realizarme,
la intuición
para lograr el discernimiento,
el intercambio
y el agradecimiento para compensar
y la sabiduría
para generar felicitaciones.
Soy victorioso
pues las he aspirado.
Ahora estoy tranquilo.
Puedo valorar
y entender el consejo que reside en la unión y en la constancia,
reiniciarme
cuando borro condicionamientos,
silenciarme
con la reverberación de la consciencia.
Mientras, transito por la rectitud que me resucita en el Padre,
soportado por la equidad y la trascendencia,
asistido
por la inspiración que vibra con Él.
Solamente queda consagrarme a Su gloria
y ceder para que Su dirección atienda mi existencia.
III
La impersonalidad
ha sido mi salvación.
Por ella permanece mi fe,
busco
elevación, armonía, comprensión y pureza
para manifestar
balance y bendiciones.
Ha hecho posible que tan pronto como me reconcilie con mis partes caídas
fluya mi adoración al Padre,
me complemente
con la caridad y la esperanza,
ordene
mi mundo interior para
que aparezcan la quietud
y las fuerzas
que se alinean con Su ubicuidad,
contacte consideración, perdón y tolerancia.
Ella es el vehículo que trae la presencia divina para transformar a través de la oración,
sanar
con la luz de la libertad y de la verdad,
cancelar
con vitalidad lo que no es.
La he anclado en mí, y se transfigura
en pensamiento, palabra y obra,
expande
el concepto
inmaculado del ser.
Porto su alegría, su remembranza
divina, su contentamiento,
luego me percato de la igualdad que yace en todos los seres.
Persuaden
su belleza y
su razón,
las cuales asumo para que la templanza y la intención
de la perseverancia
sean para seguir conociendo al ser que me comanda.
LEO-ESCORPIO
57 63
42 23 29
8 86 103
82 133 112
132
39 54
69 5
20 35 79
94 98 120
121 136
66 45
51 32 11
17 106 74
91 124 144
109
142 110
127 88 108
73 21 27
6 59 65 44
115 130
134 84 85
100 3 18
33 41 56 71
122 139
118 97 76
96 30 9
15 68 47 53
25 4
24 70 38
55 131 137
116 93 99 78
12 13
28 43 58
62 113 128
143 75 90
105
16 36
1 50 67
46 140 119
125 102 81 87
95 101
80 129 135
114 52 72
37 14 31 10
77 92
107 111 126
141 48 49
64 7 22 26
104 83
89 138 117
123 61 40
60 34 2 19
I
Te propongo que comulguemos por el propósito de mayor significación para nosotros.
Que nuestro contentamiento crezca.
Que entonemos juntos una oración que invoque la perfección,
la permanencia
de la equidad, de la tolerancia y de la realización,
la visión
de la hermandad,
y la persuasión
para recibir todo lo que nos
sucede para abrigar al alma.
Te propongo reconciliación
con alegría,
que permeabilicemos la
victoria del ser.
Te propongo desnudarnos frente a la impersonalidad,
que nuestra acción sea concentrarnos con claridad
en la transfiguración
del Padre en cada uno de nosotros,
siempre fieles
al Él.
Te propongo tomar la decisión de sanar, adorándoLo,
porque Él genera la transformación con la cual aspiramos lograr la resurrección.
SirvámosLe,
porque
Él persevera con Su bondad
y orden
cuando recorremos el camino del medio para
ultimar nuestra cita con Él.
Yo Soy la esperanza,
Yo soy el agradecimiento,
Yo soy la iluminación,
por lo que no puedo negar la inteligencia con la cual construyo elevación.
Yo Soy la inspiración,
Yo Soy la quietud,
por lo cual intuyo
coordinación y complementación.
Yo Soy la entrega para fundirme en la inmanencia divina.
Todo ésto también te propongo ser.
II
La caridad
y la igualdad se preservan a sí mismas,
agregan valor
a la fe y a la misericordia.
Contágiamelas Padre, controla
a éste, Tu hijo,
para que discierna con Tu mente sagrada,
vitalice
con Tu omnipotencia
y me revierta
con la aceptación
de Tu Magna Presencia,
la cual se revela a través de la belleza y la libertad,
proporciona el entendimiento que fortalece y asiste
para afirmar
la asumisión a Tu obediencia.
Otórgame
tales virtudes para remembrarTe Padre,
me arrojarán a la infinitud.
Dame sus fuerzas
para cumplir con la
cancelación de todo lo que me detiene en el pasado.
Seré constante y paciente
al vencer el miedo
que se apodera de mí y no permite ni consagrarme
conscientemente
a compensar el caos interno
con el sostenimiento proveniente del consejo
de la
piedad,
ni consumar totalmente la
potencialidad de mis talentos.
Hazlas ubicuas
para que las pueda hallar en todo,
calificar con ellas la energía,
templarme
cuando así lo diga Tu
voluntad,
a través de ellas unirme
a otros en armonía,
eternizarlas
para santificar e intercambiar,
dejarme dirigir
por ellas en mis contemplaciones,
tratar
a mi prójimo con trascendencia.
III
La justicia
divina es razón y verdad.
Suministra
la pureza y la gloria de Dios.
Es para que compartamos
el balance, la justeza y el atrevimiento
en nuestra búsqueda espiritual,
y la hospitalidad
con quien llega sediento del Padre.
Compasivamente
nos hace conocer el concepto inmaculado del ser,
el éxtasis
y las bendiciones que colman
nuestra existencia.
Con ella nos iniciamos,
pues es una felicitación que transmuta,
tranquiliza,
nos acerca a los amigos,
e impele la ascensión.
No dejemos de considerarla
pues subyace en la intención
de redimirnos,
en el silencio,
donde se manifiesta responsablemente la comunicación con Dios,
en la sabiduría
que con su vibración conforta,
en el amor
que nos lleva por la rectitud,
en el
perdón que siempre significa determinante
expansión,
que nos contagia reverberante la lealtad al Padre,
y en la atención a
la liberación
que comprende
la creactividad, la paz
y la salvación en la unidad.
ESCORPIO-ACUARIO
112 139
121 47 63
56 81 108
90 2 29
22
133 124
115 68 59
39 102 93
84 34 14
5
127 109
136 51
44 71 96
78 105 17
10 26
74 101
94 9 36
18 119 135
128 40 67
49
106 86 77
30 21 12
140 131 111
61 52 43
89 82 98
24 6 33
123 116 143
55 37 64
11 27 20
76 103 85
58 65 38
117 144 126
32 23 3
97 88 79
41 50 70
138 129 120
15 8 35
91 73 100
62 46 53
132 114 141
45 72 54
110 137 130
4 31 13
92 99 83
66 57 48
142 122 113
25 16 7
75 95 104
60 42 69
125 118 134
19 1
28 107 80
87
I
Soy persuadido
por la belleza, ante ella cedo.
Ésto no lo he decidido yo,
simplemente ocurre porque ella es remembranza del ser,
el cual me contenta y acepto.
Sí, ante ella cedo, busco más elevación,
para tratarte
desde allí y salvarnos en la permanencia del amor.
Hermano,
encuéntrala en el orden y en
la caridad.
Allí siempre está, otorgándose espontaneamente
para complementar
en la reconciliación.
Atrévete
a incluirla en tus consejos,
es un valor,
pues trae consigo paz y
tranquilidad.
Victoriosa
y luminosa hará que ultimes tu sanación,
te
transformará.
Es la inmanencia
de la presencia divina
que asiste
para consumar
la trascendencia
de la experiencia,
resucitar
ascendiendo por la rectitud.
Persevera
en conocerla,
es muy clara.
Asúmela
con la razón divina
para discernir
y balancearte.
Entonces serás bendecido
con el intercambio
y la comprensión,
y te purificarás
con la sabiduría.
II
Mi servicio
es tolerarte,
considerarte
y afirmarte en mí,
siempre con la misma quietud
que la ubicuidad del Padre posee,
para que compartamos conscientemente,
en silencio
nos liberemos
y nos iniciemos
caminando la senda de la unión.
Me expando
en ti con la visión de la transfiguración,
cuando cancelamos
nuestras diferencias,
al coordinarnos
con vitalidad,
cuando atendemos
nuestro mundo interior,
nos sostenemos
bajo la dirección del Padre,
y nos consagramos
para transmutar la densidad
que apresó nuestros pensamientos en la vibración de la música celeste.
Lograr
afinar la intuición desde la impersonalidad nos fortalece
para realizar
con fe nuestro plan evolutivo.
Es acompañarse de la armonía.
Es entregarse incondicional,
paciente
y lealmente al Padre.
Es no olvidar la mediación para manifestar al ser.
Aspiro
a la perfección del control divino
y al entendimiento
que proporciona la inteligencia
constructiva
para concentrarme
en la reversión a la matriz
primera,
donde el suministro es constante,
se reverbera
el éxtasis
y donde renuevo mi compromiso de ser fiel al Padre en ti.
III
Por obediencia
a mi divinidad interior
y a la equidad actúo.
Por la bondad
me inspiro en la misericordia.
Porque el espíritu es eterno y la gloria del Padre infinita
recibo
mi existencia con responsabilidad.
Genero
felicitación a través de la alegría y el agradecimiento,
compensación
a través de la igualdad,
cumplimiento
a través de la amistad,
templanza
a través de la intensión piadosa y
la determinación.
Por adoración
comulgo con mi Padre,
comunico
esperanza y revelaciones,
santifico
con la fuerza de la justicia divina,
me conforto
con la contemplación, la compasión y el perdón.
La creactividad
impregna mi oración de cada
día
para permeabilizar
la justeza y la libertad,
para preservar
la unidad,
para que sean la verdad y la voluntad divina al redimirme
para hacer que el concepto inmaculado del ser se hospede en mi corazón.
ACUARIO-TAURO
51 65
48 26 8
23 103 76
85 138 118
129
41 60
63 11 14
32 73 91
100 117 126
142
72 39
53 20 35
2 88 97
79 130 141
114
139 112
121 94 105
78 36 3
17 62 44 59
109 127
136 81 90
106 5 24
27 47 50 68
124 133
115 102 82
93 15
29 12 56 71 38
30 10
21 67 40
49 128 143
110 108 75 89
9 18
34 37 55
64 119 122
140 77 96 99
22 33
6 52 61
43 134 116
131 87 101 84
98 80
95 144 111
125 66 46
57 16 25 7
83 86
104 113 132
135 45 54
70 1 19 28
92 107
74 123 137
120 58 69
42 31 4 13
I
Transforma entregarse a
la comunicación para rectificar,
a la equidad para perfeccionar,
a la realización para fortalecer,
a la fe para reverberar la libertad y su éxtasis,
a la reversión para dejar al descubierto
la creactividad y el contentamiento.
Se
logra finalmente la tranquilidad,
la aspiración a la divinidad,
y la inspiración en la bondad,
en la misericordia,
en la lealtad
y en la manifestación
de la esperanza.
Felicitan
la reconciliación,
la infinitud de la impersonalidad
y la acción de la salvación.
Es en este momento
cuando la inteligencia constructiva,
la
que posee la llave del entendimiento,
concentra
nuestros pensamientos, palabras y obras en el ser,
en la igualdad y en la responsabilidad por nuestra existencia.
Hay belleza
en su persuasión,
así como en las decisiones claras y trascendentales
que nos permiten consumar la razón y el control divino,
tanto como la resurrección en la eternidad.
Todo ésto es inmanente al ser para que tú y yo
nos complementemos.
II
Con la ultimación
llegan la iluminación y la sanación.
Búscala
y obtendrás el tratamiento del siervo del Padre,
la gran victoria
con la cual cancelarás tus
dudas
y permitirás que tu intuición vuele
imantada por la remembranza del ser y el suministro divino.
Te será otorgada
la corona de las virtudes.
Formarás parte del orden con el cual se perciben la hermandad,
la caridad
y el atrevimiento.
Visionarás
el consejo
que te ofrece el ser
para obedecer permanentemente al Padre,
detectar Su ubicuidad por doquier
y aceptar
Su divina presencia, Su paciencia, en ti.
Afirmarás
con la ascensión quietud, pureza
y comprensión
de la sabiduría y del intercambio,
ésta es la dirección
que conduce al Padre.
Agradece
por seguirla,
te elevarás contemplando
la expansión de tu ser.
Asumirás
el discernimiento,
la paz,
la transmutación
y la consagración
al Padre.
Vibrarás
con el balance y la revelación.
Quiero ahora decirte que comparto todo ello
contigo,
pues te considero
y te asisto con piedad.
III
El amor
con su vitalidad
coordina
lo que sea necesario
por nuestra iniciación y liberación.
Unámonos
para preservar
el sostenimiento
consciente de su hospitalidad,
de su conocimiento
y de su valor,
para que se transfigure en nosotros el concepto inmaculado del ser,
mostrándonos compasión y mediación.
Él nos hará ir hacia adentro, hasta silenciarnos con su justeza,
por adoración
a la gloria del Padre,
la comunión
con la justicia
y por la fuerza de la confortación.
Su determinación es para hacernos tolerantes y perdonemos,
santificarnos
para recibir las bendiciones del cielo,
generar
alegría,
dar constancia
de la verdad, de la unidad y de la voluntad divina.
Su Intención redentora,
su perseverante
atención al ser,
su capacidad para compensar,
son de total fidelidad al Padre y a Su armonía.
Permeabilizado
en una oración por nuestra amistad,
se cumple
con templanza.
GÉMINIS-VIRGO
127 134
118 51 69
42 96 100
73 17 35
8
110 130
139 45 54
63 76 85
108 11 20
29
142 115
122 66 39
57 97 84
88 32
5 23
89 107
80 24 28
1 123 141
114 55 62
46
83 92
101 4 13
36 117 126
135 38 58
67
104 77 95
25 12 16
138 111 129
70 43 50
15 33 6
82 98 91
53 71 44
132 136 109
9 18
27 103
94 74 47
56 65 112
121 144
30 3 21
86 79 106
68 41 59
133 120 124
37 64 60
125 143 116
19 26 10
87 105 78
72 49 40
119 128 137
2 22 31
81 90 99
52 48 61
140 113 131
34 7 14
102 75
93
I
La luz preserva nuestra libertad
y transforma hasta hacernos permeables al ser.
Ella en la oración asiste,
en la misericordia inspira.
Por ella resucitamos y actuamos con equidad.
Gracias a
ella percibo que tu ser es mi ser, son
iguales,
que la belleza me genera alegría y contentamiento,
que me fortalece la fe
que me elevo hasta los confines del cosmos,
que logro la impersonalidad y que permanezco en ti.
Me da la esperanza que la caridad siempre es.
Revela
mi adoración al Padre,
el cómo reconciliarnos,
la comunión con la que nos entendemos y aprendemos a valorar,
la inteligencia con la que construimos
la aspiración de obtener la victoria de la perfección del ser.
Nos expande para que éste penetre
todas nuestras
dimensiones y terminemos redimidos
permitiendo que el concepto inmaculado cancele
cualquier debilidad
que nos haga regresar al pasado.
Padre, la voluntad y la verdad Te pertenecen.
Atiéndenos para
responder por nuestra existencia.
Nos consagramos a la eternidad y a Tu gloria.
II
Soy determinante con la intención
de conocerTe y cumplir Contigo Padre.
Tiempla con
Tu razón
mi lealtad
y manifiéstame Tus bendiciones.
Me integro a la
totalidad con paciencia, armonía y pureza.
Perdóname con
Tu consideración y compasión
si alguna vez olvidase la fuerza de Tu ubicuidad y de Tu justicia.
Te
reverberaré silenciosamente en el éxtasis, en la constancia y en la unión.
Suminístrame entonces
todo lo que necesite.
Mi obediencia me vitaliza en Ti,
me coordino con Tu visión,
se transfigura Tu bondad.
Soy en la infinitud de Tu Magna Presencia,
de Tu inmanencia.
Recibo
la sanación y ultimo mi regreso al hogar común.
Asumo
el discernimiento y la intuición para realizarTe en mi.
Estoy
claro, ya no tengo dudas, persevero en ello,
pues soy Tu remembranza.
Acepto
mi entrega, persuádeme.
Ya
decidí mediar.
III
Me
afirmo y me dejo controlar por la quietud.
Ella me hace tolerante,
me concentra en el servicio,
me otorga a la reversión para retomar el plan
original.
Es
para complementarnos hermano,
para que nos
mantengamos fieles al orden.
para que la transmutación haga vibrar la creactividad
y la justeza.
Por ella permitimos
que el Padre dirija nuestros
pasos
para subir por la
espiral al cielo,
sostenidos
en la unidad y en la rectitud.
Ven
conmigo, ascendamos para hospedarnos en Su morada,
trascendámonos consumando
la experiencia terrenal,
felicitándonos
con la sabiduría
porque la comprensión, el balance y el intercambio compensan,
la salvación en el amor nos hace amigos
y buscamos el tratamiento del piadoso.
En ella nos iniciamos,
y comenzamos a comunicar liberación,
compartimos
para santificarnos conscientemente,
nos
pacificamos y confortamos,
tranquilizamos a
otros,
y nos atrevemos a contemplarnos adentro, muy profundo
para emitir
nuestros consejos.
VIRGO-SAGITARIO
130 113
134 92 75
107 9 30
24 40 61
55
137 122
118 99 95
80 36 21
6 67 52
37
110 142
125 83 104
87 18 12
33 49 43
64
45 66
60 4
25 19 74
106 89 119
140 123
72 57 42
31 16 1
101 86 82
135 131 116
54 48 69
13 7 28
94 77 98
128 111 143
76 97 91
117 138 132
56 39 71
2 34 17
103 88 73
144 129 114
63 59 44
29 14 10
85
79 100 126
120 141 47
68 51 22
5 26
11 32 15
58 41 62
112 133 127
81 102 96
27 23 8
65 50 46
139 124 109
108 93 78
20 3 35
38 70 53
121 115 136
90 84 105
I
Entre iguales santificamos
y
preservamos la intención de contemplar un solo ser.
Mi redención es la tuya,
asumo afirmarte
en mí
y cancelar lo que nos oprime.
Comprendamos
esta liberación
para consagrarnos a ella.
Compensémonos
uno al otro.
Revelemos
nuestra libertad
con piedad y compasión.
Que el concepto inmaculado sea la razón que nos aquiete
para coordinarnos con pureza de motivos.
Seremos iniciados por la transmutación.
Agradezcamos
a la esperanza,
a la justeza, a la determinación,
al perdón y a la hospitalidad
por hacernos más
fácil el camino de regreso a casa.
Al discernimiento
y a la ubicuidad de la vida
por la sabiduría,
y a la unión por hacernos vibrar.
Generemos adoración
al Padre,
y la creactividad,
el cumplimiento
y la fuerza de la unidad
perseverarán
en nuestro servicio,
por la expansión del balance y del compartir,
por la atención a nuestro mundo interno.
II
Es una felicitación que nuestra comunión sea una oración
que invoque
renovación continua de nuestra amistad
en la justicia, en la verdad y
en el conocimiento de la tolerancia
para poner nuestra visión en las bendiciones divinas
que a través de la consciencia nos sostienen,
y en la alegría, siempre comunicativa, permeable a la templanza,
confortante.
Entonces la
respuesta de la voluntad divina no se hará esperar.
Será
clara, considerada.
Se transfigurará en el intercambio y en el silencio.
Danzará con
nosotros cuando nos dirijamos a
nuestro encuentro.
Será fortaleza que surge del entendimiento,
de la bondad y de la lealtad.
Se
reverberará cuando la recibamos
y la aceptemos en todos los eventos que
nos suceden,
con
la reconciliación en nombre de la presencia divina
y con la salvación en la paz y en la resurrección.
Estará allí para
que la realicemos.
Si aún tenemos
resistencias para hacerlo,
recordemos que
contamos con la inteligencia constructiva
para inspirarnos,
con la mediación y el éxtasis de la existencia,
con el contentamiento y la complementación.
Su inmanencia nos donará permanente tranquilidad para ascender.
III
La fe concentra misericordia.
Se manifiesta por ser fieles al Padre
y responsables de Su remembranza.
Otorga la
transformación del amor.
Cede la victoria a la rectitud.
El logro de aspirar a la obediencia al Padre se fundamenta en ella.
Armoniosamente facilita
la reversión a la eternidad.
Te persuado hermano
con el brillo de la
luz divina,
para que la busques atrevidamente.
Te
asistirá.
Intúyela,
te perfeccionará
equitativamente en tu entrega.
Te
suministrará la gloria y la belleza del Padre
en un orden tal, que ultimarás
elevación y consejos hasta consumar tu ser.
Impersonal,
bajo el control del Padre,
actúa con
paciencia y constancia infinitas,
para
ejemplificar así tu decisión caritativa de sanar,
de tratar y valorar a otros para trascenderte.
Recurre entonces a
ella, no te dejará solo.
SAGITARIO-PISCIS
122 140
113 57 61
48 88 106
79 3 30
23
116 125
134 37 60
69 82 91
100 35 15
6
137 110
128 72 45
49 103 76
94 18 11
27
75 102
95 16 34
7 120 133
129 50 68
41
107 87 78
10 19 28
141 132 109
44 53 62
90 83 99
31 4 22
121 117 144
65 38
56
12 25 21
86 104 77
59 66 39
124 142 115
33 24 1
80 89 98
42 51 71
118 127 136
13
9 36 101
74 92 63
47 54 139
112 130
52 70 43
131 138 111
14 32 5
93 97 84
46 55 64
114 123 143
8 17 26
73 96 105
67 40 58
135 119 126
29 2 20
108 81 85
En mis revelaciones comparto contigo
santificación
y comunión por nuestra liberación,
y
nos comunicamos
con inteligencia para construir.
Soy siervo del Padre,
por lo que Lo concentro en mi corazón,
donde Su control afirma perfección,
me
sostiene Su justeza,
me preserva la capacidad de transmutación de la creactividad
para permeabilizarte la visión de la bondad y de la misericordia,
esa que me hace actuar por obediencia al mandato divino para coordinarme contigo.
Me compenso cuando te agradezco,
cuando intercambiamos una felicitación que genere sabiduría,
cuando juntos realizamos fortaleza, claridad y discernimiento
y logramos intuirnos.
Te
contemplo en la vacuidad con atrevimiento.
Soy entonces compasión,
justicia,
paz,
confortación
y fidelidad para ti.
Hermano,
registra tu también el éxtasis
que nos produce el suministro del Padre.
Otórgate
a la reversión.
II
Por redención he hospedado
al ser en mi
templo,
consumo
paso a paso mi ascensión,
me integro al Uno Todo Poderoso
para que Su voluntad, con responsabilidad,
sea recibida y ultimada,
para que la inmanencia, la infinitud y la eternidad
sean en mí.
Trato
con determinación y con piedad al amigo
que
pide el cumplimiento del amor
para tomar decisiones leales a la mediación,
a la entrega, a la paciencia
y a la aceptación.
Por eso mismo distingo la ubicuidad de Dios en las fuerzas que se equilibran
para dar paso a la quietud de la tolerancia,
al perdón para considerarte y complementarte.
Adoro
mi divinidad interna.
Me reconcilio con todas las cosas para
estar en orden.
Doy espacio a la esperanza y a la caridad.
Con vitalidad cancelo mis caídas.
Con el compás de la
verdad,
la expansión del concepto inmaculado,
el
poder de la transfiguración
de la oración,
y la transformación en presencia
de la libertad
ilumino
mi sanación.
III
La templanza asumo porque es razón divina.
Debo conocerla y perseverar con ella intencionalmente,
con contentamiento, pues es remembranza
del Padre.
Me alegro, su belleza me persuade para conectarme con mis iguales.
Me introduce en el
camino de la iniciación,
en el cual constantemente me uno al
Padre.
haciéndome
consciente de reverberarLo donde quiera que vaya,
desde mi silencio y mi tranquilidad,
cuando aspiro la victoria del ser
y el consejo que ofrecen el entendimiento y el valor.
Porque a la gloria del Padre me consagré,
ella es mi asidua visitante,
sigue vibrando en mi existencia.
Llega
para atenderme bajo la dirección de la equidad,
de la resurrección y de la rectitud.
Me inspira la asistencia de la trascendencia.
Su pureza la comprendo y me armoniza.
Me regala sus bendiciones
para que el balance se manifieste y permanezca en mí,
para que la salvación me proteja en la impersonalidad
y me eleve
buscando la fe.
PISCIS-GÉMINIS
49 66
46 27 9
24 104 77
86 136 119
127
42 58
61 12 15
33 74 92
101 115 124
143
70
37 54 21
36 3 89
98 80 131
139 112
140 113
122 95 103
76 34 1
18 63 45 60
110 128
137 79 88
107 6 22
25 48 51 69
125 134
116 100 83
91 13 30
10 57 72 39
28 11
19 68 41
50 129 144
111 106 73 90
7 16
35 38 56
65 120 123
141 78 94 97
23 31
4 53 62
44 135 117
132 85 102
82
99 81
96 142 109
126 64 47
55 17 26 8
84 87
105 114 130
133 43 52
71 2 20 29
93 108
75 121
138 118 59
67 40 32 5 14
I
Es de sabios adorar y glorificar al Padre ante todas las
cosas,
intuir,
asumir la cancelación de los registros del
pasado,
perdonar,
considerar, tolerar y sanar.
Es así como andamos
por la vía del balance y la iluminación.
Orando
entonces entramos en sintonía
con la armonía de la liberación,
fluye el verbo ubicuo de la divinidad para incitar a la obediencia,
se vitalizan la perseverancia,
la intención de conocernos,
la caridad,
el orden
y la dirección que nos lleva al Padre.
Se nos facilita ser
constantes en transmutar
las trampas que nos
tiende el ego,
alegrarnos
con la quietud y la razón que controlan la expansión de nuestro ser,
y que nos transfiguran dejando que el concepto inmaculado
asome a la consciencia y exalte la belleza de la persuasión.
También
compartir para santificarnos con nuestras revelaciones
de compasión,
de realización y de fortaleza será nuestro día a día
para que declaremos
la paz interior
basándonos en la verdad,
el discernimiento,
y el contentamiento.
Partamos
de allí para generar creactividad.
II
Agradezcamos
por el intercambio en nuestras
compensaciones.
Concentrémonos en
él para que con inteligencia constructiva
redimamos
la caída y nos coordinemos con
el amor,
la fuerza que comunica transformación y que nos permeabiliza al ser.
Con justeza preservemos
el sostenimiento de la misericordia,
la cual con su determinante bondad y templanza
afirma
ascensión,
y con la cual comulgamos para felicitar y reconciliar.
Sigamos la voluntad divina por el logro de la unidad
y el otorgamiento a la reversión que nos traslada al
origen.
Se nos suministrará el éxtasis
cuando mediemos y disfrutemos del silencio interior,
cuando sirvamos inspirados en el Padre
y cuando tratemos como nos gustaría
que lo hicieran con
nosotros.
Confortémonos
cuando la justicia divina actúe,
y la paciencia participe en la aceptación de la entrega al ser,
cuando seamos fieles al Padre atendiéndonos
responsablemente,
consumando la
claridad y el entendimiento.
III
La perfección a través de la amistad se cumple,
a través de la infinitud, de la eternidad y de la inmanencia de la divinidad bendice.
Y a través de ella
crecen la lealtad al Padre,
la recepción de la fe y el atrevimiento de la visión.
Con su piedad busco la asistencia de la esperanza
y ultimo toda manifestación que vibre la remembranza del Padre.
Me
consagro a ella, y resucito en la rectitud y en la equidad,
dándole valor a la hospitalidad que nos da el Padre en
el hogar cósmico,
a la trascendencia de la existencia,
a la igualdad en la hermandad,
a la unión en la iniciación del camino de regreso a Dios,
a la presencia divina por nuestra salvación
y a la impersonalidad para permanecer en Él.
Su consejo es elevarse hasta
el estado de contemplación,
donde
surge la decisión de reverberar la libertad,
de
complementarnos y purificarnos,
de
comprender y aspirar a la victoria de la tranquilidad.
De 4 en 4.
“El Poder de los Elementales”
ARIES-LEO
123 143
115 49 69
41 86 106
78 16 36
8
119 127
135 45 53
61 82 90
98 12 20
28
139 111
131 65 37
57 102 74
94 32 4
24
88 108
80 14 34
6 121 141
113 51 71
43
84 92
100 10 18
26 117 125
133 47 55
63
104 76 96
30 2 22
137 109 129
67 39 59
13 33 5
87 107 79
52 72 44
122 142 114
9 17 25
83 91 99
48 56 64
118 126 134
29 1 21
103 75 95
68 40 60
138 110 130
50 70 42
124 144 116
15 35 7
85 105 77
46 54
62 120 128
136 11 19 27
81 89 97
66 38 58
140 112 132
31 3 23
101 73 93
I
Te atiendo Padre, pues estás en mí.
Tomo Tus direcciones y despiertan
la caridad y la sabiduría.
Maravilloso
milagro permeabilizarme
al ser,
revertirme
con tolerancia al comienzo
de todos los comienzos,
y poder servirTe.
¡Que se consuman Tu justicia, Tu razón y Tu equidad!
Así el balance de Tu luz me
bendecirá
generando
la infinitud de mi liberación.
Tendré la visión de Tu tratamiento para transfigurarme en otros,
en
quienes también hallaré Tu ubicuidad.
Me impersonalizaré para seguir Tu voluntad.
Encontraré Tu belleza en mi silencio,
en la consciencia,
en la entrega a la transmutación y a la comunión,
en el atrevimiento de la perseverancia y de la claridad,
y en la aspiración de cumplir con la cancelación del miedo a morir.
Permitiré que la inteligencia constructiva
eleve el concepto inmaculado de mi ser al lugar que le corresponde.
Serán la tranquilidad y la paz,
las cuales habrán
de coordinarme
para así decidir responsablemente santificarme y transformarme.
Anclo Tu presencia sagrada con mi unión al ser.
II
Valorar
la intención misericordiosa de
la ascensión
y el discernimiento que en la rectitud desvela la lealtad, la justeza y la hermandad,
es remembrar nuestra filiación divina.
A ésta consagrémonos con contentamiento,
hallaremos perdón
y fortaleza
para asistirnos, afirmarnos
y salvarnos en el amor.
Nos
compensaremos ultimando el éxtasis y la
pureza
de
la reconciliación y de la complementación.
Seremos
templados vitalmente
para que la victoria se hospede en nosotros.
Me redimiré en ti y tú en mí,
concentrándonos
en una nueva iniciación.
Felicitémonos entonces,
porque también la inmanencia del Padre
se nos revelará a través de la esperanza.
en una humilde pero
destellante existencia.
Es
así como asumiremos resucitar en la divinidad
con la fuerza de la determinación,
de la bondad y de la piedad.
Nos comunicaremos,
nos
aceptaremos,
vibraremos
en las alas de la libertad,
manifestaremos
la preservación del ser.
III
Si permanezco en la verdad y en la quietud
podrè realizar mi ser.
Contemplarlo
compasivamente.
Otorgarme
a él para comprenderlo
y a la creactividad para reverberarlo.
Agradecerle
por la igualdad.
Llegará el suministro constante del Padre.
Entonces
mi oración será por el orden que me hace mediar
para sostenerme en obediencia.
Esta acción
me confortará para aumentar mi fe,
auspiciar mi trascendencia y consideración.
La
gloria es tuya Padre, por Ti soy la alegría,
la eternidad,
la fidelidad
el intercambio,
la sanación
y el logro de la unidad.
Intuyo con mi búsqueda
de Ti la expansión de Tu entendimiento.
AdorándoTe
soy la paciencia y la armonía
que me invitan a compartir Tu persuasión,
a recibir a la amistad bajo Tu control,
a perfeccionarme conociéndoTe,
a inspirarme en Tus consejos.
LEO-SAGITARIO
20 28
12 82 98
90 45 61
53 119 135
127
4 24
32 102 94
74 65 57
37 139 131
111
36 8
16 86 78
106 49 41
69 123 115
143
47 63
55 125 133
117 10 26
18 84 100
92
67 59
39 109 129
137 30 22
2 104 96 76
51 43
71 141 113
121 14 6
34 88 80
108
118 134
126 48
64 56 91
99 83 9 25 17
138 130
110 68 60
40 75 95
103 29 21 1
122 114
142 52 44
72 107 79
87 13 5 33
81 97
89 11 27
19 120 136
128 54 62 46
101 93
73 31 23
3 140 132
112 38
58 66
85 77
105 15 7
35 124 116
144 70 42 50
I
Desde la impersonalidad acato la voluntad del Padre.
No puedo desconocer que formo parte de Su ubicuidad,
que a través de Él incorporo la visión de la transfiguración,
el tratamiento que genera liberación,
la infinitud del balance,
y las bendiciones de la iluminación.
Luego
cumpliendo con la cancelación del dolor,
la aspiración de atreverme a aclarar mis conflictos disolviendo el ego,
la perseverancia en la entrega y en la comunión,
la transmutación y la belleza
afloran en la consciencia que proporciona el silencio.
Me doy cuenta que
Su razón es equidad, justicia y tolerancia,
que se consuma en el servicio,
en la sabiduría y en la reversión al estado original.
Se
permeabiliza en mi mente
para que atienda a la caridad y a las direcciones que Él me indica,
pues soy Su remembranza.
Me contenta consagrarme a Él, sin
juicios pero con justeza.
Del mismo modo me
relaciono con mis hermanos con
lealtad,
anhelando ascender con ellos por los caminos
que marca la rectitud,
discerniendo
y valorando para que misericordiosos intentemos juntos llegar hasta Él.
II
Es tu pureza lo que me complementa.
Está cuando nos reconciliamos,
cuando
ultimamos éxtasis
al compensarnos.
Ella
nos afirma en el amor para salvarnos con el perdón
y asistirnos con la fortaleza.
Es la transformación lo que nos une.
Está
presente cuando nos responsabilizamos
por nuestras santificaciones y decisiones,
nos
tranquiliza para que nos coordinemos
con la paz y la inteligencia constructiva.
Nos va describiendo
nuestro concepto inmaculado
elevándonos a
las esferas del espíritu.
Es la libertad lo que debemos preservar
para manifestarnos.
Comuniquemos su vibración.
Aceptémosla con
su bondad, su piedad y su determinación.
Asumamos
su fuerza para resucitarnos.
Reverberémosla
entre iguales con profundo agradecimiento,
Éste será nuestro otorgamiento a la creactividad y a la comprensión
para
contemplarnos tal como somos,
para cubrir a cada
quien de compasión
Ella se va realizando para que permanezcamos en la quietud y en la verdad.
III
Se revela una existencia fecundada por la esperanza y la iniciación,
amparada
por la inmanencia
del Padre.
Nos
felicita con la redención,
nos
concentra en el ser
para que lo hospedemos
en cada célula de
nuestro cuerpo.
Un recorrer tiempos
y espacios,
en el que la templanza pone a prueba
nuestras victorias y vitalidad.
Busco
el entendimiento para expandirme,
lograr
la intuición e integrarme a la
unidad.
Soy fiel a tu esencia, pues eres mi
misma esencia.
Sanemos
las heridas, aún húmedas de pasado,
intercambiemos lo
nuevo,
alegrémonos
por entrar en la eternidad
y festejemos la gloria del Padre.
De conocerLo en ti, se hará diáfano el consejo
que inspira nuestra renovada amistad,
que nos perfecciona con el control divino
y nos estimula a compartir,
a recibir Su persuasión,
a ser pacientes y armoniosos,
a adorarLo ante todas las cosas.
Te demuestro mi fe
cuando considero la trascendencia
para obedecer al Padre,
cuando aguardo por
Su confortación
y mi acción es la del orden sostenedor,
cuando medio entre opuestos
para encontrar la salida
del tercero,
cuando
con constancia oro por el suministro de Dios.
SAGITARIO-ARIES
131 115
135 96 80
100 21 5
25 38 70
54
139 123
119 104 88
84 29 13
9 66 50
46
111 143
127 76 108
92 1 33
17 58 42
62
57 41
61 22
6 26 75
107 91 132
116 136
65 49 45
30 14 10
103 87 83
140 124 120
37 69 53 2
34 18 95
79 99 112
144 128
94 78 98
109 141 125
60 44 64
23 7 27
102 86 82
137 121 117
68 52 48
31 15 11
74 106
90 129 113
133 40 72
56 3 35
19
4 36 20
59 43 63
130 114 134
93 77 97
32 16
12 67 51
47 138 122
118 101 85
81
24 8 28
39 71 55
110 142 126
73 105 89
I
Si ya la has
despertado, expón tu consciencia
a la caridad.
Ella es una bendición que nos asiste.
Ella engrandece tu concepto inmaculado.
Exprésala con misericordia
y la quietud será tu victoria.
Toma su fuerza
con paciencia
y
te será constante la alegría,
podrás percibir la belleza cuando atiendas cada cosa que es,
en el balance y en el perdón.
Si aún no es en ti,
con inteligencia constrúyela, es un gran valor,
la necesitas para permanecer alerta a la templanza y asumirla,
para adorar al Padre,
quien te suministrará el beneficio de Su gloria.
Seguramente hoy a
Èl Le dirías:
“Tantas voces,
tanto ruino dentro de mí,
necesito del silencio para dirigirme hacia la luz
y fortalecerme.
Cuántas veces he
caído,
girado el mismo
circulo una y otra vez.
Necesito
elevarme con la intención
de hallar la verdad y la vitalidad.
Estoy convencido que debo morir
para
resucitar en la armonía.
Tú, que ya estás
ahí,
enséñame a orar y a conseguir la eternidad”.
Éste es el momento en el cual ella comienza a hacerse forma-pensamiento.
Tomará
posesión de ti hasta conducirte a la comunión con
tu reversión,
liberándote
en el amor,
coordinándote
con la rectitud.
Podrás contemplarte redimido,
en la bondad recibido
y sostenido en la sanación.
II
Me entrego a Ti Padre porque
sé
que así genero afirmación y tranquilidad.
Asciendo
y me realizo en el ser,
hospedo
en mi hogar a otros
cuando con determinación vienen
para compartir el orden y la fidelidad a Ti.
Porque en Ti la transmutación me permeabiliza
a la infinitud,
a la salvación de la paz
al discernimiento y a la compasión,
me
concentro en la piedad,
a la cual me llevas
con Tu persuasión
para mediar e intercambiar.
Con total claridad consumas en mí Tu transfiguración,
luego ultimo con responsabilidad y justeza mi creactividad.
Tu inmanencia vibra en la perfección, conforta.
La intuyo.
El atrevimiento de Tu tolerancia
es la visión con la cual compenso mis debilidades.
Es mi decisión serTe leal
para otorgarme al camino de la iniciación,
el viaje de regreso
a casa,
en el cual me comunico sin recelos
y donde la amistad resulta de obedecer
al logro de ser quienes somos.
III
Perseverando
en el servicio, con el tratamiento del éxtasis
nos santificamos.
Consolidando la hermandad comprendemos
que una felicitación es aceptar el control divino y la acción unitiva.
Cumplir
con la razón divina es impersonalizarnos,
complementarnos
en unión,
hallar contentamiento en la igualdad del ser,
existir
para preservar el consejo
y la consideración que conllevan al entendimiento de sí.
Aspirando
a la justicia divina
para ser testigos de cómo su ubiquidad y pureza
nos transforman para remembrar al Padre
reverbera
las revelaciones de la libertad y del conocimiento con fe,
mueve nuestra búsqueda.
Cancelando
nuestros errores,
porque nos restan equidad
y porque la voluntad del Padre
es despolarizar el
hábito que nos ata al pasado,
que no nos permite reconciliar,
ni identificar Su presencia,
nos consagra a nuestra divinidad.
Agradecer
por la esperanza que se manifiesta con la inspiración en la trascendencia,
nos expande.
TAURO-VIRGO
67 47
51 30 10
14 101 81
85 140 120
124
39 55
71 2 18
34 73 89
105 112 128
144
59 63
43 22 26
6 93 97
77 132 136
116
137 117
121 104 84 88
31 11 15
66 46 50
109 125
141 76 92
108 3 19
35 38 54 70
129 133
113 96 100
80 23 27
7 58 62 42
32 12
16 65 45
49 138 118
122 103 83 87
4 20
36 37 53
69 110 126
142 75 91
107
24 28
8 57 61
41 130 134
114 95 99 79
102 82
86 139 119
123 68 48
52 29 9 13
74
90 106 111
127 143 40
56 72 1 17 33
94 98
78 131 135
115 60 64
44 21 25 5
I
Soy la pureza, pues soy la remembranza
del Padre.
Soy la transformación, pues me afirmo
en la ascensión.
Soy la tranquilidad, pues el conocimiento
lo he buscado con fe.
Soy el compartir, pues soy fiel al
orden
que surge con la reconciliación.
Me he consagrado a la divina presencia por mi salvación.
De
allí que discierna en paz
cuando inspirado en la expansión del ser y en la trascendencia,
te
persuada para que intercambiemos, mediemos y nos complementemos.
Allí está la clave
de nuestro contentamiento.
Festejemos con él
nuestra unión en el amor y en la rectitud.
Coordinémonos a
través de lo que aconsejan el entendimiento y la consideración.
Juntos recibamos la sanación
del sostenimiento divino.
Es nuestra recompensa.
Siendo
leales a nuestra decisión de perdonar y valorar,
a la construcción inteligente de nuestra amistad,
al logro de la obediencia y a la adoración,
descenderá para
nosotros la gloria divina
como suministro de todo lo que
necesitamos.
II
Ultima
justeza y responsabilidad
para
fortalecer la intención de elevarte.
Llegarás a ser controlado por la unidad,
actuarás
con paciencia, alegría y constancia.
Sigue hacia arriba
donde el éxtasis espera por ti
hermano
para
santificarte y asistirte misericordiosamente,
para que el concepto inmaculado de tu ser te perfeccione.
Intuye
en él la confortación y la armonía de la eternidad.
Por él serán tus oraciones.
Por la aspiración
de evolucionar,
a la ubicuidad
y a la justicia divina entrégate.
Así
se va generando
la sabiduría,
la reverberación de la libertad,
las revelaciones de la realización plena,
la determinación y la hospitalidad.
Cumple
impersonalmente
para que la razón divina ejerza el poder de la transmutación
a través de la cual
extenderás tu camino hasta la infinitud,
para dejar permeabilizar con agradecimiento
las manifestaciones de la esperanza,
de la contemplación,
de la bondad y de la redención.
III
Cancelamos la
falsa identidad,
porque eso también
es la voluntad divina.
Resolvemos nuestras
causas con equidad,
porque
comulgamos con la liberación,
la reversión y la igualdad del ser.
Preservamos
la existencia,
porque la compasión,
la piedad
y la concentración son la esencia del
Padre
en todas y cada una
de nuestras células
para arrojarnos al atrevimiento de visionar
tolerancia
y belleza en todo lo que es,
balance
y atención en el otorgamiento a la comunicación y a la iniciación,
y para darle permanencia al ser con la asumisiòn
de la templanza.
Perseveramos
con el tratamiento del servicio en silencio,
porque la iluminación nos dirige
hacia la comprensión,
porque la aceptación y la felicitación de la verdad y de la resurrección nos vitalizan.
¡Con cuánta claridad observo la transfiguración
que se ha consumado en mi consciencia,
a través de las bendiciones de la caridad,
de la creactividad,
de la vibración de la inmanencia divina,
de la quietud con su fuerza,
y de la victoria de ser!
VIRGO-CAPRICORNIO
128 136
120 54
62 46 91
99 83 9
25 17
112 132
140 38 58
66 75 95
103 29 21
1
144 116
124 70 42
50 107 79
87 13
5 33
89 97
81 19 27
11 118 134
126 56 64
48
73 93
101 3 23
31 138 130
110 40 60
68
105 77
85 35 7
15 122 114
142 72 44
52
18 26
10 84 100
92 53 61
45 127 135
119
2 22
30 104 96
76 37 57
65 111 131
139
34 6 14
88 80 108
69 41 49
143 115 123
47 63
55 125 133
117 20 28
12 90 98
82
67 59
39 109 129
137 4 24
32 74 94
102
51 43
71 141 113
121 36 8
16 106 78
86
I
Intercambiamos
porque nos hemos sanado siendo
fieles al Padre,
porque la alegría de estar en el siempre ahora
de la eternidad y de disfrutar
Su gloria
nos ha donado bondad, piedad y determinación,
porque hemos asumido la fuerza para resucitar en Él.
Te persuado para que recibas mi compartir con paciencia y armonía,
para
que adores lo que contemples compasivamente
en cada segundo en
el que se realiza tu ser,
y para que permanezcas quieto
nutriéndote con la verdad.
Mediamos y
nos sostienen
el orden,
la constancia, la oración y el suministro divino.
Entonces nos redimimos concentrados y hospedados en el corazón del Padre,
templados
para tomar la victoria de la vitalidad.
Expandimos
el entendimiento buscando la unidad, despertando la intuición.
Por eso logramos la libertad.
Preservémonos
en ella con las manifestaciones del ser,
aceptemos
su vibración en nuestra comunicación.
II
Si nos inspirásemos en el consejo que ofrece el conocimiento,
el control divino perfeccionaría nuestra amistad,
reverberaríamos
la igualdad del ser.
Tendríamos que agradecer por ello.
Si comprendiésemos la creactividad que se nos ha otorgado,
la trascendencia y la consideración
de la fe,
nuestra acción se convertiría
en la confortación que el alma reclama,
obedeceríamos
a las revelaciones
que en nuestra existencia traen esperanza y felicitación.
Si nos dejásemos
fluir con la inmanencia que
incita al viaje de la iniciación,
el del regreso al
hogar común,
discerniríamos para continuar nuestro camino en la rectitud
y ascender con valor y misericordia,
con la intención de llegar a la infinitud que libera,
generar iluminación,
y bendecir con el balance.
Si nos salvásemos en el amor,
afirmaríamos
el perdón,
la asistencia y fortaleza de la transmutación,
la comunión en la entrega
al silencio,
y la consciencia de la belleza.
III
Cierto, en paz nos
coordinamos y tranquila e
inteligentemente
vamos
construyendo nuestro concepto inmaculado para elevarnos,
al tiempo hacernos permeables a la reversión de los sabios
y permitir la dirección de la caridad y de la atención puesta en la divinidad.
También es cierto
que remembramos al Padre.
Cuánto nos contenta
consagrarnos a Él,
ajustarnos
a los hermanos que siguen Su voluntad
y
perciben Su ubicuidad,
que dan el tratamiento de la transfiguración
para vernos con ojos renovados,
que fundamentan sus
vínculos en la pureza
para complementarnos y reconciliarnos ultimando el éxtasis,
que se compensan el uno en el otro
para
cumplir con la cancelación
de los pensamientos
cristalizados en el pasado,
que
aspiran perseverantemente claridad y atrevimiento.
Ésto nos transforma para unirnos a la presencia divina con responsabilidad,
santificar
nuestras decisiones con su razón, su equidad
y su justicia,
servir consumando
la tolerancia.
CAPRICORNIO-TAURO
21 29
1 75 103
95 38 66
58 112 140
132
5 13
33 107 87
79 70 50
42 144 124
116
25 9
17 91 83
99 54 46
62 128 120
136
40 68
60 130 138
110 3 31
23 73 101
93
72 52
44 114 122
142 35 15
7 105 85 77
56 48
64 134 118
126 19
11 27 89 81 97
111 139
131 37 65
57 96 104
76 2 30 22
143 123
115 69 49
41 80 88
108 34
14 6
127 119
135 53 45
61 100 84
92 18 10 26
74 102
94 4 32
24 109 137
129 59 67 39
106
86 78 36
16 8 141
121 113 43 51 71
90 82
98 20 12
28 125 117
133 63 47 55
I
En la quietud permanezco
pues la verdad contemplo.
Escogí venir acá
para realizarme totalmente,
con compasión, paciencia y adoración.
Todo porque la armonía me persuade y comparto lo que recibo del Padre.
La victoria no es mía, es de la templanza
porque vitaliza y redime,
porque hospeda en la casa de las virtudes
del ser
donde nos concentramos con constancia
para obtener el suministro de cada día,
donde oramos, mediamos y nos ordenamos para sostenernos.
La fuerza para asumir la resurrección con bondad,
determinación,
piedad
y alegría
tampoco me pertenece,
está en la gloria del Eterno Invisible.
Por ello intercambiemos siendo fieles a Él,
sanarán
nuestras heridas.
Su comprensión se otorga para que la creactividad y la igualdad reverberen al ser.
No podemos olvidar agradecer que así sea,
que además el control lo lleve Él,
y que la amistad se perfeccione
con la inspiración en Su conocimiento y en Su consejo.
II
Es una felicitación iniciarse
en el camino espiritual.
Somos tocados por
la inmanencia de la divinidad,
y nuestra existencia se alimenta con la magia
de la revelación,
la esperanza actúa en obediencia al ser
para confortarnos en él,
trascender
con fe en él
y considerarlo nuestra sola identidad.
Transitar
este camino es aceptar comunicarnos
con la vibración
que
preserva nuestra libertad,
la cual se manifiesta en la unidad de nuestros cuerpos físico, mental y emocional,
logrando así
que penetremos en nuestra intuición,
que
nos expandamos
y busquemos el entendimiento.
Silenciosamente
la belleza y la consciencia
desencadenan la transmutación del miedo a morir
en una entrega a la comunión,
en la que asisten
el perdón, la fortaleza,
la salvación y la afirmación del amor.
El camino continúa,
y el Padre dirige nuestra atención hacia la caridad,
la permeabilidad de la sabiduría
y la reversión a Él.
Nos percatamos
entonces que el concepto inmaculado
se construye inteligentemente,
y que nos eleva hasta el reino de la paz
para desde allí tranquilamente coordinarnos.
III
La iluminación es el balance
que bendice con infinitud,
generando liberación,
misericordia, valor,
intención
y discernimiento.
Con ella vamos ascendiendo a lo largo
del camino de la rectitud.
Perseveremos
con el atrevimiento de su claridad
y cumpliremos con la aspiración de cancelar
lo que nos quedó
pendiente,
ultimaremos
la compensación,
el éxtasis, la complementación,
y finalmente, con pureza,
nos reconciliaremos.
Pongámosla
al servicio por la tolerancia,
por consumar la razón divina,
la justicia y la equidad,
puesto que somos responsables de nuestras decisiones,
y nos santificamos en la unión.
Transformémonos
con ella para anidar muy profundo la presencia
del Padre.
No dejaremos de tratarnos con la visión puesta en la transfiguración
del
uno en el otro, desde la impersonalidad.
Tampoco dejaremos de percibir la ubicuidad de Dios
en cada lugar que
pisemos,
pues Su voluntad será el ajustador de nuestros pensamientos,
para sernos leales en hermandad,
contentarnos
al remembrarLo y consagrarnos a Él.
GÉMINIS-LIBRA
68
48 52 31
11 15 102
82 86 137
117 121
40
56 72 3
19 35 74
90 106 109
125 141
60
64 44 23
27 7 94
98 78 129
133 113
138
118 122 101
81 85 32
12 16 67 47 51
110
126 142 73
89 105 4
20 36 39 55 71
130
134 114 93
97 77 24
28 8 59 63 43
29
9 13 66
46 50 139
119 123 104
84 88
1
17 33 38
54 70 111
127 143 76 92
108
21
25 5 58
62 42 131
135 115 96
100 80
103
83 87 140
120 124 65
45 49 30 10 14
75
91 107 112
128 144 37
53 69 2 18 34
95
99 79 132
136 116 57
61 41 22
26 6
I
El Padre otorga la comunicación que inicia
en el recorrido por
los siete valles y los siete cielos,
con la cual
cosechamos amistad y logro
obediencia
y atrevimiento,
por la cual tenemos
la visón de la tolerancia,
de la compensación y de la lealtad para tomar decisiones.
No me sorprende
entonces que nos comprendamos,
para
luego aceptarnos
y felicitarnos,
que cedamos el control y nos cohesionemos en la unidad,
actuemos
perseverantemente con el tratamiento del servicio,
para
ultimar justeza y responsabilidad.
La creactividad está siempre allí para
hacernos vibrar
con la inmanencia de la perfección.
Intuyámosla,
aportará confortación y claridad.
Dejemos que se
transfigure en nosotros consumando
el éxtasis,
dibujando nuestra hermandad santificada,
reverberando
la libertad,
revelando
el conocimiento que buscamos con fe y aspiración,
del cual terminamos por descubrir su ubicuidad, su justicia, su pureza,
pues es remembranza divina.
Dejémonos ser transformados.
II
Agradezco porque
siempre se manifiestan la esperanza,
la inspiración en la expansión y la trascendencia,
porque cumple la impersonalidad con la razón divina,
porque nos reconciliamos y nos consagramos a estar presentes aquí y ahora,
porque la igualdad preserva nuestra existencia
y nos aconseja que con el entendimiento y la consideración
cancelemos
toda diferencia entre nosotros, pues eso es voluntad
divina,
porque con equidad nos complementamos y
el contentamiento nos une,
porque el Padre permanece en mí
y asumo Su templanza, mi adoración por Él y Su gloria,
porque
Él me suministra la belleza y el balance
para atenderte, perdonarte y valorarte con inteligencia constructiva,
porque la verdad resucita y vitaliza
y a través de ella
la paciencia, la alegría, la constancia y el silencio
van iluminando el camino que me dirige al Padre,
van fortaleciendo mi intensión de elevarme.
III
En la quietud
la fuerza de la victoria, la armonía y la eternidad.
En nuestra oración consciente las bendiciones y la caridad.
Y en la asistencia,
la misericordia del concepto inmaculado.
Por la realización
del ser la determinación de hospedar a quien viene a compartir
fidelidad,
orden y entrega al Padre.
Por la generación
de la sabiduría
y de la afirmación
la ascensión,
la tranquilidad y la contemplación de la bondad.
Por la redención
la persuasión al intercambio y la mediación.
Y por la transmutación
la infinitud.
Para permeabilizarnos
al ser y salvar nuestra alma
discernimiento,
paz, compasión, piedad
y concentración.
Para recibir
la sanación
sostenimiento
en la comunión
y liberación
con la reversión al principio
de todo principio
donde el amor
define la rectitud y la coordinación
con la divinidad.
LIBRA-ACUARIO
52 68
48 15 31
11 86 102
82 141 109
125
44 60
64 7 23
27 78 94
98 113
129 133
72 40
56 35 3
19 106 74
90 121 137
117
122 138
118 85 101
81 36 4
20 51 67 47
114 130
134 77 93
97 8 24
28 43 59 63
142 110
126 105 73
89 16 32
12 71 39 55
13 29
9 70
38 54 123
139 119 88
104 84
5 21
25 42 58
62 115 131
135 80 96
100
33 1
17 50 66
46 143 111
127 108 76 92
107 75
91 124 140
120 49 65
45 14 30 10
79 95
99 116 132
136 41 57
61 6
22 26
87 103
83 144 112
128 69 37
53 34 2 18
I
La iniciación otorga la nueva comunicación en obediencia al ser
para que a través
de la amistad
logremos
tolerancia, atrevimiento, visión,
responsabilidad,
ultimación y justeza.
Su inmanencia ofrece la creactividad y la vibración
que
confortan y perfeccionan,
la intuición y la consumación que con total claridad producen la transfiguración
del código divino en nuestro código genético
y que a la vez nos santifican con el éxtasis
para que
contagiemos a la hermandad entera
con
felicitación, comprensión y aceptación,
pues actuaremos bajo el control de la unidad,
serviremos con
perseverancia y con el tratamiento que ejemplifica al
Padre,
decidiremos
compensarnos y sernos leales.
No tardarán en
revelarse reverberantes la libertad, la fe y el conocimiento,
la salida a nuestra
búsqueda,
la razón para cumplir con la impersonalidad,
la transformación de nuestra confusión
mental.
II
Tienes existencia en mí porque soy igual a ti.
Entonces preservo la consideración y el consejo
para entenderte,
y la equidad para cancelar lo que entre tú y yo sobre
o falte
y no permite el
equilibrio.
La voluntad divina nos ha unido.
Un complemento con su opuesto
originando el
tercer elemento,
ese, que entre
tantas cosas,
también nos aporta contentamiento.
Ha sido la esperanza nuestra gran compañera.
Agradecidos,
manifestemos nuestra trascendencia,
es inspiración para otros.
Expandámonos con
la justicia divina y la aspiración de ser,
la ubicuidad de Dios estará presente para que no olvidemos
la reconciliación
y la consagración a Èl, si diésemos cabida a la separación.
También la templanza permanecerá.
Asumámosla
con constancia, paciencia y alegría,
atendiendo
a su belleza y al balance,
construyendo
inteligentemente,
perdonando y
valorando.
La victoria finalmente será del ser, que con quietud y en la fuerza de la oración,
aportará la armonía de la eternidad,
la caridad
y la consciencia para bendecir el concepto inmaculado.
Asistirá
con su misericordia.
III
la vida misma y la verdad nos resucitarán.
No
perdamos la oportunidad de suministrar
adoración
y gloria al Padre
y
dirigirnos en silencio hacia la luz,
elevándonos y
fortaleciendo nuestras mejores intenciones
hasta redimirnos y llegar a contemplar bondad y orden,
cuando
compartamos la fidelidad,
la
sabiduría,
la
entrega
y la generación de la tranquilidad;
hasta
afirmar la ascensión, concentración en la compasión y en la piedad,
y el sostenimiento con el cual recibimos la sanación.
Yo estoy dispuesto
a revertirme,
tú
a comulgar con la liberación.
Coordinémonos entonces
con la divinidad, el amor nos rectificará,
el Padre nos donará
Su hospitalidad.
Tomemos en cuenta a
quienes caminan a nuestro lado,
realizándose
con determinación, mediando con la persuasión.
Intercambiemos con
ellos también,
somos capaces de permeabilizarnos a la transmutación,
de disolvernos en
la infinitud de la paz y de la salvación,
de discernir.
ACUARIO-GÉMINIS
56 72
40 27 7
23 98 78
94 133 113
129
48 52
68 11 15
31 82 86
102 117 121
137
64 44
60 19 35
3 90 106
74 125 141
109
134 114
130 89 105
73 28 8
24 63 43 59
118 122
138 81 85
101 12 16
32 47 51 67
126 142
110 97 77
93 20 36
4 55 71 39
25 5
21 62 42
58 127 143
111 100 80 96
9 13
29 46 50
66 119 123
139 84 88
104
17 33
1 54 70
38 135 115
131 92 108
76
99 79
95 136 116
132 61 41
57 18 34 2
83 87
103 120
124 140 45
49 65 10 14 30
91 107
75 128 144
112 53 69
37 26 6 22
I
Acepto
tus felicitaciones, pues me comprendes,
me intuyes y me confortas.
Perfeccionemos nuestra
relación transfigurándonos
cuando sea
necesario,
y
consumando con claridad
nuestra gran hermandad.
Santificado sea
el éxtasis que a borbotones
sale
de nuestros corazones.
La comunicación entre nosotros es
producto de la iniciación
que ha significado otorgarnos al ser,
lograr
obedecer lo que pulsa la amistad
con la visión de la tolerancia,
del atrevimiento y de la lealtad,
Ello ha implicado decidir compensar nuestras causas pasadas.
Vibramos
con la inmanencia de lo divino,
despertando nuestra
creactividad.
Unitivamente
actuamos bajo el control del Padre,
tratamos
servicialmente,
y perseveremos con justeza, responsabilidad y ultimación.
Así preservamos la existencia de todo lo que es.
Entonces por la igualdad mi alma
se expande tanto como la tuya,
puedo
trascender la personalidad
tanto como tú,
inspirarme
en la voluntad divina,
y con equidad cancelar lo que se opone al
ser,
como lo haces tú.
Por eso, cuanto me contenta estar unido a ti y complementarnos.
II
La libertad se revela para ser reverberada,
no sin que antes busquemos
con fe el conocimiento en la ubicuidad divina,
la justicia y la aspiración suprema en la remembranza al Padre.
Ha de transformarnos y purificarnos.
Se manifestará en la esperanza y en el agradecimiento,
cuando entendamos y consideremos
el consejo de ser impersonal,
al tomar la razón divina
para cumplir con la consagración a la presencia del Padre
y reconciliarnos con Él.
Su fuerza conquista la victoria del ser,
está en la quietud,
en la eternidad,
en la oración por la armonía y la luz,
y en la dirección divina que mantiene
nuestras mentes en silencio
para que la misericordia y el concepto inmaculado nos asistan,
asumamos
la templanza,
permanezcamos
danzando con júbilo por la gloria
y el suministro del Padre,
adorándoLo
y balanceándonos en Él.
Estoy
atento a todo ello, deslumbrado por la belleza,
valorando
la inteligencia que va construyendo
el perdón por cada paso en falso, cada error,
que
mi ceguera tantas veces impulsó.
III
Resucito
por la vitalidad de la verdad y de la alegría,
por la constante paciencia que bendice con su caridad,
por la consciencia y la intención de elevarme fortalecido en el Padre,
por la piedad la cual me concentra en la compasión,
en la sanación,
y en el sostenimiento del ser.
Recibo
la liberación al revertirme al punto de comunión
con mi divinidad.
Ha valido la pena discernir cómo alcanzar la paz y la salvación,
pues ahora soy determinante en dar hospitalidad al caminante
que realiza su ser por fidelidad al orden y al compartir,
porque se genera sabiduría y entrega.
Juntos ascendemos con tranquilidad afirmándonos mutuamente.
Tanta bondad
redime.
Contemplo
un mundo interior nuevo y ocupo su
totalidad.
Me expongo para intercambiar
y mediar,
y me dejo persuadir
por la infinitud.
Soy permeable, presto a transmutar,
pues no soporto el peso del pasado
irresoluto.
Tengo enfrente la rectitud,
aguardo por la coordinación del amor.
CÁNCER-ESCORPIO
122 118
138 87 83
103 16 12
32 49 45
65
142 126
110 107 91
75 36 20
4 69
53 37
114 134
130 79 99
95 8 28
24 41 61
57
52 48 68
13 9 29
86 82 102
123 119 139
72 56 40
33 17 1
106 90 74
143 127 111
44 64 60 5
25 21 78
98 94 115
135 131
85 81
101 124 120
140 51 47
67 14 10
30
105 89 73
144 128 112
71 55 39
34 18 2
77 97 93
116 136 132
43 63 59
6 26 22
15 11 31
50 46 66
121 117 137
88 84 104
35 19 3
70 54 38
141 125 109
108 92 76
7 27 23
42 62 58
113 133 129
80 100 96
I
Se revela la libertad reverberando hospitalidad.
Con determinación realiza la justicia divina.
Es ubicua, está en la aspiración a la sabiduría,
en
la generación de la entrega al Padre,
en la esperanza
cuando manifestamos agradecimiento por estar siempre allí,
en la redención
acompañando a la bondad,
en las contemplaciones, junto a la razón divina y a la impersonalidad,
y en todo lo que cumplo
día a día
por permeabilizarme
a la infinitud y a la transmutación.
Es la prueba de Tu existencia en mí, Padre.
Debo
preservarla para atraer a mis iguales.
Concentrarla
cada vez más
para que la piedad,
la compasión y la equidad de Tu voluntad
cancelen
toda negación que me distancie de otros,
para inducirlos a revertirse al origen liberador en comunión contigo.
Estoy en ello con cada oportunidad que me
brindas.
Una vez iniciados, fluirá la comunicación Contigo,
se otorgarán
al ser,
la templanza asumirán
para dar permanencia
a la tolerancia y a la visión,
con atrevimiento
atenderán al balance
y embellecerán
su mundo interior.
II
Nos felicita
la aceptación,
porque comprendemos
la vitalidad
de la resurrección,
de la verdad,
del servicio,
y del tratamiento
de la perseverancia.
A travès de ella somos dirigidos por la luz y el silencio.
La inmanencia
de su vibración nos torna creactivos.
Conquistemos la victoria de su fuerza para aquietarnos
y consumarnos
en la transfiguración,
en la claridad
y en la caridad
para bendecir
nuestra consciencia.
Entonces movámonos juntos, con fe para buscar el conocimiento,
el orden
y la fidelidad al compartir.
Seremos transformados
según la remembranza y la pureza del Padre,
tranquilizados
para ascender.
Afirmados,
trascenderemos
en expansión,
nos inspiraremos
en la mediación para intercambiar
al ser persuadidos
por la Magna Presencia Divina,
nos consagraremos
a la reconciliación y a la paz al discernir
por nuestra salvación.
III
La consideración
y el entendimiento son del consejo
que sostiene
a la sanación.
Recibámoslo
en unión, con contentamiento
para complementarnos,
coordinarnos
y andar la rectitud con amor, en obediencia al Padre.
Este es el logro que anhela el ser.
Lo cultivamos con la amistad y suministra la gloria y la adoración.
Nos induce a decidir con lealtad a nosotros mismos para compensar
las viejas cargas,
a reconstruirnos inteligentemente, a valorar y a perdonar,
en una acción
que hacemos desde la unidad, controlada por el Padre,
que nos hace constantes, alegres, pacientes y responsables,
que nos ajusta
para ultimar la elevación con la intención de fortalecernos,
que nos conforta
con la intuición
y que
se perfecciona con la oración declarada
desde el núcleo central de nuestros
paraísos internos,
pues estamos en la eternidad en ese instante,
armonizándonos
y santificándonos en hermandad
a través del éxtasis,
del concepto
inmaculado,
de la misericordia
y de la asistencia.
ESCORPIO-PISCIS
126 110
142 91 75
107 20 4
36 45 65
49
134 130
114 99 95
79 28 24
8 61 57
41
118 138
122 83 103
87 12 32
16 53 37
69
48 68 52
17 1 33
82 102 86
119 139 123
64 60 44
25 21 5
98 94 78
135 131 115
56 40 72 9
29 13 90
74 106 127
111 143
81
101 85 120
140 124 55
39 71 10
30 14
97 93 77
136 132 116
63 59 43
26 22 6
89 73
105 128 112
144 47 67
51 18 2
34
11 31 15
54 38 70
125 109 141
92 76 108
27 23 7
62 58 42
133 129 113 100
96 80
19 3 35
46 66 50
117 137 121
84 104 88
I
Manifiesta
agradecimiento
cuando aparezcan la
esperanza y la bondad
para
que contemples tu redención;
cuando la impersonalidad cumpla la razón divina
para
que generes tu entrega a la omnipotencia del Padre
y te nutras con Su sabiduría.
El ser está preservado en Su magnificencia,
de allí que siendo
Sus hijos, seamos iguales,
que observemos la existencia de la piedad
y de la compasión,
nos
concentremos en Su voluntad para cancelar diferencias con equidad,
y
nos liberemos en una comunión por el viaje de retorno a
Él,
nuestra reversión.
Tu libertad se reverbera en tus revelaciones,
se determina con la realización de tu ser, de mi ser, de cada ser,
se hospeda
en la ubicuidad divina que todo contiene.
Aspirar
a ella es justicia de Dios.
Su infinitud está en ti.
Transmuta
lo que no te permita
permeabilizarte
a ella, comunicarte con ella.
Serás el ejemplo
para que otros se otorguen a
esta iniciación espiritual,
resuciten
en la verdad, en la vitalidad y en la visión.
Se atreverán a tolerarse, a balancearse.
Se embellecerán atendiendo al ser.
II
Vibro
con la creactividad que expresa la inmanencia de todo lo que es,
con la fuerza de la quietud y de la victoria del ser que transfigura,
con la claridad que se consuma en bendiciones
y con la consciencia que nos regala la caridad.
Acepto
y comprendo la felicitación
de asumir la permanencia de la templanza
para que con su tratamiento
me
haga perseverar en servir por la iluminación
y silenciosamente me dirija hacia el Padre buscando el conocimiento.
Apalancado en la fe descubro mi fidelidad a Él.
Comparto
el orden que desde entonces se ha instaurado,
me consagro día a día a la reconciliación y a la presencia divina,
asciendo
cada vez que afirmo la tranquilidad.
Entiendo
eentonces el consejo que considera sanación,
recepción
del sostenimiento divino,
contentamiento
con la complementación en la unión,
rectificación
en el amor y coordinación con la divinidad.
III
Expándete
inspirándote en la trascendencia y en el intercambio.
Persuade
desde allí para mediar remembrando al Padre,
purificando
para transformar.
Discierne
tú ahora para que halles
la salvación en la paz.
Te será muy fácil lograr la amistad.
Cede ante ella con obediencia, alegría, paciencia
y constancia.
Todo
será finamente ajustado,
ultimado
con responsabilidad para
intentar fortalecimiento
y elevación.
Podrás intuir perfección,
confortación
en la eternidad,
armonía
en la oración por la hermandad,
éxtasis en
la santificación
y misericordia en la asistencia del concepto inmaculado.
La unidad controlará tu acción
por la gloria y la adoración al Padre.
Suministra tú
la lealtad y la compensación.
Decídete
con valor a perdonar y a construir inteligentemente.
PISCIS-CÁNCER
130 114
134 75 107
91 4 36
20 37 69
53
138 122
118 103 87
83 32 16
12 65 49
45
110 142
126 95
79 99 24
8 28 57
41 61
60 44 64
21 5 25
74 106 90
131 115 135
68 52 48
29 13 9
102 86 82
139 123 119
40 72 56 1
33 17 94
78 98 111
143 127
93 77 97
112 144 128
59 43 63
22 6 26
101 85 81
140 124 120
67 51 47
30 14 10
73 105
89 132 116
136 39 71
55 2 34
18
3 35 19
38 70
54 109 141
125 96 80
100
31 15 11
66 50 46
137 121 117
104 88 84
23 7 27
58 42 62
129 113 133
76 108 92
I
Sólo es el ser.
Entre tú y yo la igualdad reina,
y su existencia se preserva.
Contémplalo en
un mundo redimido por la bondad,
por el cumplimiento de la razón divina y de la impersonalidad,
un mundo en el cual
se transmutan los límites
del pensamiento en
la permeabilidad a la infinitud.
Reverbéralo y estarás sembrando las revelaciones de la libertad
para cosechar realización, hospitalidad y determinación,
para aspirar a la justicia divina,
y permitir que su ubicuidad te entregue la sabiduría
que regenera cada vez que invocamos al
Padre.
Agradece
a la esperanza, sin ella no se manifiesta;
a la compasión, a la concentración y a la piedad,
pues te ayudan a cancelar los pensamientos que te
paralizan;
a la equidad de la voluntad divina,
con la cual debes
que comulgar para revertirte y liberarte;
a la creactividad inmanente a la divinidad,
por producir la vibración correcta que te aquieta
hasta alcanzar la victoria de la fuerza
con la cual perseveras con el servicio y el tratamiento consciente de la caridad,
y finalmente a las bendiciones que descienden para ti
desde los espacios celestes.
II
Piensa un instante
que pasaría contigo si te otorgases a la iniciación
y te comunicaras permanentemente con el Padre.
Si la templanza la asumieses con atrevimiento,
que la tolerancia te permitiese ver la
belleza
en cada quien,
en cada cosa que
es,
y
atendieses al balance que nos hace andar por los
senderos de Dios.
Estoy
seguro que comprenderías toda
felicitación divina,
aceptarías
la verdad que hay en la vitalidad
de la resurrección,
clarificarías
tu mente con la consumación
del poder de transfiguración del silencio,
tu movimiento te dirigiría hacia la luz.
Te aconsejo
la consideración y el entendimiento
para dejarte persuadir y mediar,
intercambiar y complementar.
Asimismo la unión
que nos enlaza con el contentamiento del amor
para coordinarnos
en la rectitud.
Por el conocimiento
y la fe busca compartir el orden, la
fidelidad y la pureza.
La transformación será inminente.
Serás la remembranza
del Padre para afirmarte en Él,
tranquilizándote
para ascender.
III
La inspiración
del divino aliento
y la trascendencia
de la mente limitada expanden
al ser.
Yo lo recibo
y me sostengo en la sanación,
me reconcilio
en la Magna Presencia del Supremo Arquitecto
y me consagro
a la salvación de mi alma.
Apacíguame
Padre cuando discierna,
pues
soy en Ti y Eres en mí.
Contrólame
para que mi acción sea unitiva.
Te pido entonces paciencia, constancia y alegría para ultimarla.
Me responsabilizaré
de ella con justeza.
Me asistirán
el concepto inmaculado y la misericordia.
En la amistad
probaré mi obediencia a Ti, mi
mayor logro.
Es adoración.
Con el suministro
de Tu gloria me compenso.
Decido,
por la lealtad a ti, perdonar.
Inteligentemente
reconstruiré los valores del ser.
No hay batallas, Tu perfección me conforta
y me hace intuir la armonía.
Por eso mi oración, testimonio de ella,
me coloca a las puertas de la eternidad,
colmado con el éxtasis que santifica,
que dono a mis hermanos para que se fortalezcan
y se eleven
con suprema intención.
La ronda de 5 en 5.
ARIES-VIRGO
127 137
120 49 71
42 88 98
81 3 32
22
113 132
139 47 54
61 74 93
100 34 15
8
144 115
125 66 37
59 105 76
86 20 10
27
94 104
75 16 26
9 121 143
114 55 65
48
80 87
106 2 21
28 119 126
133 41 60
67
99 82 92
33 4 14
138 109 131
72 43 53
13 11 30
84 101 91
58 68 39
124 134 117
35 18 1
103 96 77
44 51 70
110 129 136
6 25 23
89 79 108
63 46 56
141 112 122
45 62 52
130 140 111
19 36 5
85 107 78
64 57 38
116 123 142
12 17 31
83 90 97
50
40 69 135
118 128 29
7 24 102
73 95
I
La iluminación compensa
y nos mantiene fieles a la sabiduría de la Magna Presencia.
Si pedimos en
nuestras oraciones
construir inteligentemente
la transfiguración
del corazón del
Padre en nuestros corazones, ella es.
Si buscamos el control divino aspirando al amor, ella es.
Si nos santifícanos
recibiendo la belleza de la remembranza del Padre,
la alegría
de la liberación,
la perseverancia
del consejo de la misericordia,
la paz,
la obediencia
al ser
y la equidad,
ella es.
Si vamos por el camino del medio
en el cual la caridad,
la justeza,
y la adoración
al Padre son,
en el cual se transmuta el dolor de la humanidad
en complementación,
trascendencia, fortaleza y tolerancia,
en el cual la impersonalidad es la escalera para ascender
y el instrumento para agudizar la intuición, ella es.
Si dejamos que la claridad se transparente en el perdón
emergente de la contemplación interior, al lado de
la justicia y la rectitud, ella es.
Si asumimos
la decisión de ser para dirigir
nuestra existencia
a la consagración
al Padre, en una auténtica entrega
que establezca la comunicación con nuestros
semejantes, ella es.
II
Tu concepto
inmaculado lo hospedo
en mi corazón,
está al servicio
por la salvación del alma
planetaria,
aquietándome
porque es Tu voluntad,
en un balance
que manifiesta hermandad
y que revierte
al origen común de todo ser,
a través de la creactividad y de la pureza.
Ten piedad
Padre para dejarme ver a través de él la intención de vitalizarme,
cumpliendo
tranquilamente con Tu mandato divino y
su reverberación,
ultimando
con consciencia y felicitación mi unión a la infinitud.
Tendrás Padre las pruebas de la templanza cuando logre afirmación y valor,
conocimiento
en la bondad y en la armonía;
cuando me otorgue a la reconciliación y al orden
y a la preservación
de la lealtad a Ti.
Mi acción
surgirá del discernimiento, de
la verdad y de la realización.
Con ella asistiré y consideré a otros, pues es de su inmanencia la transformación.
Será
constancia de mi agradecimiento a Ti por el éxtasis
y mi sanación.
III
Se coordinan
las fuerzas que perfeccionan
los movimientos de expansión y concentración del ser
para elevarnos
y contentarnos.
¡Sea la gloria
a Ti Padre!
Acepto
con responsabilidad
Tu
persuasión a través de la revelación.
Entonces se genera el encuentro con la eternidad
en una iniciación
que se apoya en la igualdad,
en el compartir
con otros el silencio en unidad.
Ésta es la razón de la victoria de la fe,
de la redención
para consumar al ser,
de la vibración
con la cual comulgamos pacientemente
con el sostenimiento
que atiende a la esperanza y la ubicuidad divina.
Es resucitar
la amistad con el determinante tratamiento
que abre el entendimiento para suministrar la comprensión
y la
permeabilidad a las bendiciones
que trae la libertad,
con el intercambio
que permanece
y con la confortación que resulta de cancelar viejos patrones
con atrevimiento, inspiración
y compasión.
VIRGO-ACUARIO
132 142
113 54 64
47 93 103
74 8 25
15
118 125
144 40 59
66 79 86
105 27 20
1
137 120
130 71 42
52 98 81
91 13 3
32
87 97 80
21 31 2
119 136 126
60 70 41
73 92 99 7
14 33 138
131 112 46
53 72
104 75 85
26 9 19
124 114 143
65 48 58
18 28 11
77 106 96
51 61 44
129 139 110
4 23 30
108 89 82
37 56 63
115 122 141
35 6 16
94 84 101
68 39 49
134 117 127
38 67 57
123 133 116
24 34 5
90 100 83
69 50
43 109 128
135 10 17
36 76 95
102
55 45 62
140 111 121
29 12 22
107 78 88
I
Recibo
la esperanza y me santifico con alegría.
Su vibración, la de la remembranza divina,
aconseja
realización a través de la perseverancia,
de la equidad y de las fuerzas del cosmos.
Yo obedezco.
Aguardo luego por
la libertad para ajustarme
a la mediación.
Ella es el espejo
de la comprensión,
el complemento de la adoración.
En
ella se concentran tolerancia y trascendencia.
La intuyo a través de la impersonalidad de la verdad,
en la compensación, en la fidelidad y en la igualdad.
Está presente en mi oración.
Me he iniciado para que se transfigure en mí.
y
así buscar con bondad
que la templanza sea el control divino que me hace aspirar ser el ser que soy.
Me hospedaré en el mismísimo cielo
hasta hallar el entendimiento,
el concepto inmaculado
y la quietud
para que nuestra amistad
se salve en el balance y en la sanación,
y manifestemos la creactividad en una constante reversión.
II
Me inspiro en el Padre
y crece la intención de la piedad
de confortar, tranquilizar y vitalizar.
Reverbero
la consciencia
a través de la persuasión
para que estés más
cerca de Él,
para que te llenes
de Su gloria e infinitud.
¡Que maravillosa felicitación!
Él me ha enseñado
el perdón para contemplar
nuestra esencia
transparente,
nuestra fe en la rectitud,
en la asumisión de la unidad
y en el orden que existe en todas las cosas
para dirigirnos en una entrega
que comunica armonía,
que implica discernir para filtrar Su divina voluntad,
para mostrar cómo lograr la consideración hacia otros,
el
servicio incondicional
y la asistencia de la transformación.
En fin, para liberarnos en quien nos despierta
los monstruos internos.
Entonces la inmanencia divina suple de éxtasis y de belleza.
También por ésto Te
agradezco Padre.
Me doy cuenta de
cómo se cumple Tu perfección
cuando afirmamos la elevación de nuestro espíritu,
cuando nos expandimos para despertar la visión de la transmutación
la aceptación,
el contentamiento,
la caridad de la revelación,
y cuando tomamos la
responsabilidad de caminar uno
al lado del otro.
III
La acción que he de emprender debo coordinarla con la justicia y la claridad
si he de conferir valor al conocimiento,
otorgarme
a la reconciliación y a la sabiduría
y preservar mi lealtad
a la iluminación.
Seré paciente hasta que la pureza sea en mí
y
pueda llevarla entonces a cabo en comunión
para atender a mis hermanos,
sostenerlos,
cancelar nuestras
contradicciones para que la paz sea para todos,
y que nuestra victoria sea el tratamiento
de la misericordia y de la determinación.
Hasta que deje permear el suministro divino de la unión
para que ultimemos el intercambio
y la bendición de la ascensión,
para que resucitemos la razón divina
con la fortaleza, la compasión y el atrevimiento.
Hasta
que, asimismo, consagre la regeneración de la energía a la eternidad
para compartirla y silenciar todas las voces que me alejan del Padre.
Yo
hoy decido permanecer allí,
respetando la ubicuidad del amor,
redimiéndome
en consumación de la inteligencia constructiva.
ACUARIO-CÁNCER
125 135
118 59 69
40 86 108
79 1 30
20
111 130
137 45 52
71 84 91
98 32
13 6
142 113
123 64 47
57 103 74
96 18 8
25
92 102
73 14 36
7 112 141
131 53 63
46
78 85
104 12 19
26 143 124
117 39 58
65
97 80 90
31 2 24
129 119 136
70 41 51
23 33 4
82 99 89
56 66 37
122 144 115
9 16 35
101 94 75
42 49 68
120 127 134
28 11 21
87 77 106
61 44 54
139 110 132
50 72 43
128 138 109
17 27 10
95 105 76
48 55 62
114 121 140
3 22 29
81 88 107
67
38 60 133
116 126 34 5
15 100 83
93
I
Ajustándonos
a nuestras bendiciones
damos la medida de
la libertad de nuestra complementación,
del grado de permeabilidad
a la comprensión y a la tolerancia,
y del nivel de elevación en el cual concentramos
verdad,
afirmación e impersonalidad.
Que
en el silencio ellas sean y a través de
la igualdad,
mi ser se sintonice
con tu ser.
Nos compensemos,
nos regeneremos
y encendamos la
ruta iniciática
que
desciende a la presencia del Padre.
Que el valor de la bondad se transfigure en cada uno.
¡Suprema aspiración!
Tarde o temprano
será el tiempo de la templanza.
Acude a nosotros y coordínanos con la divinidad.
Junto a la esperanza santifícanos
para
que nos atendamos y vibremos con la remembranza del Padre,
comulguemos por
nuestra realización,
perseveremos
con la asistencia mutua,
discernamos
con equidad,
tomemos la fuerza, saltemos a lo divino
y lo conquistemos
con intención y atrevimiento.
Nuestra inspiración debe ser la tranquilidad de la razón divina y la confortación
Por eso yo te persuado responsablemente
con la consciencia de la infinitud,
y tú a mí con el contentamiento de la gloria del Padre.
II
Se
consuman la fe y el perdón al darnos cuenta de la ubicuidad de Dios,
la
cual por ser tal unifica en la rectitud.
Somos dirigidos por el orden y la lealtad al reconciliarnos y al armonizarnos.
Entreguémonos,
¿por qué esperar más?
Entendamos
en un segundo el concepto inmaculado
cuando tratemos a los amigos,
cuando nos salvemos cancelando nuestras diferencias.
Celebremos el éxtasis del balance y la sanación,
serán la constancia de nuestra reversión y transformación.
No olvidemos que la
perfección divina vitaliza,
cumpliendo con
la visión, la piedad, la expansión, la aceptación y la adoración.
Por ella nos
corresponde transmutar para revelar mediación y caridad.
Asumamos
la justicia divina porque pone
en acción el conocimiento con total claridad.
Contemplémosla
en la oración del día a día, aporta sabiduría.
Se otorga por fidelidad
a la iluminación para preservar al ser.
III
Acato Tu voluntad Padre y logro la quietud.
Me cobijo en la hospitalidad de Tu consideración
y Te sirvo
por mi liberación solo con
reflejar Tu inmanencia con alegría y belleza.
Te agradezco
por todo lo que de Ti recibo.
Tu suministro
y felicitación por la unión y el intercambio,
la reverberación
del ser,
la ultimación de la resurrección
en el espíritu,
la intuición de los senderos de la ascensión.
Es Tu compasión, en trascendencia y fortaleza,
en comunicación
de ser a ser,
en consagración
a la eternidad,
en la existencia
comprometida con la decisión
de compartir
y de ser controlados por el amor,
para permanecer
en él
y buscar,
a través de la inteligencia constructiva, redención.
Es Tu pureza
y Tu paciencia el fuego con el
que has creado la hermandad,
para que sostengamos
juntos toda manifestación de paz,
la victoria
obediente al ser y Tu misericordia con Tu determinante consejo.
CÁNCER-SAGITARIO
130 140
111 45 62
52 84 101
91 13 11
30
116 123
142 64 57
38 103 96
77 35 18
1
135 118
128 50 40
69 89 79
108 6 25
23
85 107
78 19 36
5 117 134
124 58 68
39
83 90 97
12 17 31
136 129 110
44 51 70
102 73 95
29 7 24
122 112 141 63
46 56
9 16 26
75 104 94
49 71 42
127 137 120
28 2 21
106 87 80
47 54 61
113 132 139
14
33 4 92
82 99 66
37 59 144
115 125
48 65 55
121 143 114
3 32 22
88 98 81
67 60 41
119 126
133 34 15 8
74 93 100
53 43 72
138 109 131
20 10 27
105 76 86
I
La igualdad en el compartir,
el silencio en la regeneración,
la eternidad en la iniciación,
y el valor en el conocimiento de sí mismo,
son por la bondad, la templanza, el logro y la afirmación.
Son para sostenernos en el Padre,
atendiendo
a la esperanza,
a la vibración de la comunión en Él,
a la paciencia.
Vamos entonces realizando el ser
pidiendo la asistencia y la consideración divina,
permitiendo que la acción surja al discernir por la verdad.
Seremos bendecidos por la libertad
ganados al intercambio que suministra
comprensión,
permeabilidad,
expansión y concentración.
Podremos elevarnos hasta el fin de todo lo
que hay
y coordinarnos
con las fuerzas de la perfección.
La fe
será para redimirnos y consumar la unidad
y la razón
divina dará la victoria al
ser.
Seámosle leales y se preservarán el orden y la armonía.
Se nos otorgará
la reconciliación.
II
Determinaremos
cómo tratarnos
cuando lleguemos a entender que la ubicuidad divina
está en la resurrección de nuestra amistad, en la sanación,
en el éxtasis y en nuestro agradecimiento.
Por inmanencia nos habremos transformado y deberemos dar constancia de ello
con atrevimiento, inspirados en la compasión.
Haremos que permanezca todo aquello que conforta.
Cancelaremos
la cadena genética a través de la revelación,
persuadidos
responsablemente.
Nos contentaremos con la gloria del Padre,
y finalmente nos aceptaremos.
Asumiremos
la justicia
divina y rectificaremos
nuestros errores,
pues contemplaremos
el perdón y la claridad.
Esto es sabiduría.
Su presencia
en nuestra oración
nos traerá iluminación
y compensación.
Fieles
a la voluntad divina
hallaremos salvación y quietud
para servir
incondicionalmente,
dar hospitalidad
al concepto inmaculado del ser
y remembrar
al Padre.
Es la alegría de la liberación que nos santificará
y que recibiremos
con todo el esplendor de su belleza.
III
Permite que la tranquilidad vitalice
el cumplimiento
de tu intención de ver
a través de la piedad y de la adoración.
Luego podrás transmutar, complementar y mediar con caridad y justeza.
Comunícate
tras una entrega consagrada a decidir
que la dirección
de tu existencia
sea conducida por el control divino
para aspirar
a seguir amando,
construir con
inteligencia,
y transfigurarte
en quienes buscan una
solución definitiva.
La pureza
y la creactividad inducen la reversión.
Ve pues al encuentro del balance en la matriz de la cual
proviene todo,
donde se manifiesta la hermandad en el nombre de la paz.
Obedece
a ese fuero interno
y con equidad
persevera con este consejo.
No olvides la misericordia.
Con infinitud
únete a tus semejantes
en una felicitación
más de la reverberación y de
la ultimación de la consciencia,
haciéndote impersonal para impeler tu ascensión,
intuyendo
tu propia trascendencia
y fortaleciéndote
con la tolerancia.
SAGITARIO-TAURO
18
28 11 77
106 96 38
67 57 116
133 123
4 23 30
108 89
82 69 50
43 135 128
109
35 6 16
94 84 101
55 45 62
121 111 140
44 61 51
129 139 110
5 34 24
83 100 90
63 56 37
115 122 141
36 17 10
102 95 76
49 39 68
134 117 127
22 12 29
88 78 107
113 142 132 47
64 54 87
97 80 2 31 21
144 125 118
66 59 40
73 92 99
33 14 7
130 120 137
52 42 71
104 75 85
19 9 26
74 103 93
8 25 15
119 136 126
60 70 41
105 86 79
27 20 1
138 131 112
46 53 72
91 81
98 13 3
32 124 114
143 65 48 58
I
Al discernir,
la voluntad divina logra
que consideremos
al servicio y a la asistencia de la paciencia,
que nos purifiquemos
para comulgar con el sostenimiento de nuestros hermanos
sin perder la atención a nuestro mundo
interior,
que demos cumplimiento a la perfección afirmándonos en el ser,
lo que hará posible elevar y expandir nuestra visión,
permeabilizarnos
al suministro que nos une,
bendecir
el intercambio
y ultimar
los pasos en nuestro tránsito a lo desconocido.
Es por todo ello que la acción que nos coordina con la justicia y la claridad
da valor
al conocimiento y a la consagración a la divinidad que nos habita
para regenerarnos
en la eternidad,
decidamos
hacer el silencio que tanto necesitamos para oír,
la sagrada música
que entona nuestro ser,
y compartamos
espacio, tiempo y energía.
Esto es inmanente
de la liberación,
transforma
con el éxtasis de la belleza.
Agradezcamos
entonces porque podemos conquistar
la victoria
de la paz que en ella reside,
cancelar
nuestras contradicciones con determinación
y misericordia
y darnos el tratamiento del ser.
II
He de contentarme
con aceptar la incertidumbre
en la cual crezco a ojos cerrados
pero con el corazón abierto.
Ella me ha enseñado las artes de la transmutación y de la caridad.
Continúa a revelarme responsablemente la razón que día a día me resucita
y me hace ascender con atrevimiento,
con la compasión
de la fortaleza.
Me ha mostrado que es de sabios reconciliarse,
otorgarse
de nuevo a la preservación de
la lealtad, de la iluminación y del amor;
que la ubicuidad divina también permanece
en la inteligencia
que
construye y consuma redención;
que la santificación
está en la esperanza de recibir a la remembranza divina,
y no en creerse un ángel de Dios.
Pasar mis días con lo desconocido me ha
hecho vibrar de alegría.
No fue fácil dejar ir al miedo que me
petrificaba
para
dar hospitalidad al entendimiento,
caminar
hacia el encuentro conmigo mismo
y desvelar el concepto inmaculado de mi ser,
lo cual me ha permitido salvar
a la amistad y a mi quietud,
mediar
con justeza y libertad por adoración al Padre,
complementarme
al comprender la inspiración que tiene intención piadosa.
He aprendido a vivir en la incertidumbre con tranquilidad
y confortación.
III
La igualdad
del ser, la fidelidad al Padre y la compensación de nuestras causas
nos regresan al equilibrio
que se afianza en la iniciación en la senda espiritual.
A partir de allí, en la oración con la cual conversamos con
nuestra divinidad,
estará la presencia del perdón,
la contemplación
de la fe en la unidad,
y la asumisión
de la rectitud.
Perseveremos
con la realización del consejo
de la equidad
y de la fuerza que obedece
al balance.
Sanaremos y
manifestaremos
creatividad y constancia.
Nos revertiremos a nuestra
condición de origen.
Por trascendencia
a nosotros mismos podremos tolerarnos
y concentramos
intuitivamente en la impersonalidad.
La verdad se reverberará hasta convertirse
en la consciencia
que persuade hacia
la gloria divina y la infinitud.
Nos felicitará.
Con bondad, buscará el ser transfigurarse en cada uno de nosotros,
la templanza
controlarnos,
la aspiración
al orden de todo lo que existe
dirigir
nuestra entrega hacia la comunicación y la armonía.
TAURO-LIBRA
23 33
4 89 99
82 43 72
50 109 138
128
9 16
35 75 94
101 62 55
48 140 121
114
28 11
21 106 77
87 60 38
67 126 116
133
37 66
56 115 144
122 10 27
17 76 105
95
68 49
42 134 127
120 29 22
3 107 88 81
54 44
61 132 110
139 15 5
34 93 83
100
118 135
125 40 69
59 92 102
73 7 36 14
137 130
111 71 52
45 78 85
104 26 19 12
123 113
142 57 47
64 97 80
90 24 2 31
79 108
86 20 30
1 131 141 112
53 63 46
98 91
84 6 13
32 117 124
143 39 58 65
96 74
103 25 8
18 136 119
129 70 41
51
I
La perfección de la vida cumple con la expansión del ser.
Nos da la piedad y la visión de la unión.
Nos brinda la felicitación del suministro de Dios
para que en el momento oportuno ultimemos y reverberemos
el intercambio
que asumimos por Su justicia.
Nos incita a que emprendamos la acción que nos sumerge en la contemplación
con la claridad
del conocimiento que proviene
de la eternidad
y que conduce a consagramos a la comunicación entre unos y otros
al compartir
decisiones y la existencia misma.
Sea entonces por voluntad del Padre la quietud,
con la cual logramos servir y considerar al prójimo
y darle hospitalidad
cuando con creactividad, paciencia y pureza
manifiesta
su sostenimiento a la hermandad.
Sea entonces la transmutación por adoración al Padre,
pues a causa de ella aceptamos con caridad la mediación,
se revela
la ascensión,
e intuimos
la resurrección en la fortaleza para trascender y ser compasivos.
II
Se otorga
la sabiduría a través de la oración
para preservar
la luz y la fidelidad permanente
al amor.
Ella controla.
Ella
redime
y con inteligencia
va construyendo nuestras búsquedas y encuentros
a lo largo del camino.
Contagia con la alegría inmanente a la liberación.
Aparece para recibir al ser con
agradecimiento a su belleza,
cuando se hace reverencias en obediencia al Padre
para que sean la victoria de la paz y del consejo y la determinación de la misericordia.
La libertad
es su bendición.
Ajusta
en la comprensión.
Permeabiliza
al ser, para que nos complementemos
e intentemos el
atrevimiento
de inspirarnos
en la confortación,
en la razón
divina y en la tranquilidad,
de compensarnos
con la igualdad.
Conduce al silencio para presenciar la iniciación
que se genera
con la consumación de la fe
y del perdón.
Precisa de la rectitud donde legislan la unidad y la ubicuidad divina.
III
Estás siempre atendido y santificado por la esperanza,
pues has hecho comunión con la remembranza
y la vibración del Padre.
Estás a disposición para entender el concepto inmaculado del ser,
dar a otros el tratamiento que esperas te den.
Cancela
lo que quedó atrás, envejecido y gastado por la repetición.
Hallarás la salvación.
Tus amigos
se concentrarán
a tu alrededor
para elevarse,
aprender de la tolerancia y de
la impersonalidad.
Afírmalos
con la verdad,
mientras crecen en consciencia y responsabilidad.
Ve persuadiéndolos con la infinitud del contentamiento
para que gocen de la gloria divina.
Serán transfigurados
por la bondad y el valor,
coordinados
por la templanza.
Aspirarán
entonces a
la lealtad y al orden
que dirige
cada parte y la sinergia de la totalidad.
Se reconciliarán
cuando se hayan negado,
armonizándose
y entregándose
sin condiciones al Padre,
asistidos
por la perseverancia.
Realizarán
las fuerzas que equitativamente se suman para que disciernan,
sanen
y hagan balance.
Del éxtasis
darán constancia,
y así, un día, se hallarán revertidos y transformados.
LIBRA-PISCIS
121 119
138 88 74
105 19 12
29 39 70
56
143 126
109 98 93
76 36 17
7 68
51 46
114 133
131 81 100
86 5 31
24 58 44
63
55 41 72
22 8 27
85 83 102
124 110 141
65 60 43
32 15 10
107 90 73
134 129 112
48 67 53 3
34 20 78
97 95 117
136 122
94 80 99
120 139 125
52 38 69
13 35 6
104 87 82
137 132 115
62 57 40
11 18 25
75 106
92 127 113
144 45 64
50 30 1
23
9 28 14
49 47 66
130 116 135
91 77 108
26 21 4 71
54 37 140
123 118 101
96 79
16 2 33
42 61 59
111 142 128
84 103 89
I
He decidido
hacer balance,
reverberarlo
con la inteligencia
constructiva,
y perseverar
con él para trascenderme en la
unidad.
Descubrir la ubicuidad del Padre en toda su obra, en la cual también permanezco,
me obliga a reconciliar mis partes caídas,
a dar constancia
de mi propia aceptación.
Solo con dirigirme
hacia la manifestación divina
se ultima
su transfiguración en mí,
aconsejándome
fortaleza para permitir que la
razón del Absoluto sea.
Resucito
en la confortación con el otorgamiento de la transformación y de la gloria.
Existo
en hermandad, en la conciencia que me hace buscar la misericordia,
la tolerancia
y la victoria de la
amistad
para cancelar
el rencor, el orgullo y la ofensa.
En la armonía
de la inmanencia de Dios me contento.
Por ella me consagro para revertirme a la fuente original.
Por ella las felicitaciones del amor, de la equidad, de la intuición.
Por ella la fe que determina el atrevimiento para ordenarme
y agradecer
responsablemente por tan sólo ser.
II
En el momento de la entrega
penetramos en el mundo de la creactividad en unión a la totalidad.
Es el movimiento que resulta de aspirar
obedecer al Padre
y de ascender
por redención.
El tratamiento
a nuestros semejantes se inspira entonces en la divinidad
que preserva
el éxtasis y la persuasión.
La comunicación
se purifica infinitamente y
queda bajo Su control.
Es la paz
que llega con el alba.
Corresponde observar el ego y ceder ante la
impersonalidad,
la cual
se consuma en el entendimiento,
en la compasión,
en la lealtad
y en la sanación.
Se revelan
todas las soluciones con la claridad
del concepto inmaculado
propiciando la piedad y la fidelidad al ser, expresión máxima
de la belleza.
Aparecen los ajustadores
del pensamientos, los cuales posibilitan la iniciación,
mientras pacientemente permeabilizan la templanza
en una acción
coordinada con el Supremo Absoluto.
Ocasión para el perdón, que no es más que la
integración
que surge al retomar la hospitalidad de la visión
para compensarse
y recibir
la caridad de la eternidad,
que no es más que comulgar con la comprensión.
Es el momento de lograr discernimiento y fuerza.
III
Contempla
a través del servicio la intención de la iluminación
y te santificarás
con la mediación,
generarás
la vibración que suministra afirmación, verdad y perfección.
Asume
la voluntad divina y la tranquilidad que llega con la sabiduría,
serás remembranza
del Ser Supremo.
Adora
al Padre en tus iguales, pues te sostiene y bendice a través de ellos
con Su bondad
y consideración.
Elévate
hasta Él, alza el vuelo.
Viaja por los senderos de la rectitud
donde te aquietas para cumplir con lo que Él tiene para ti.
En ellos se presentan la alegría y la transmutación,
compártelas,
atiéndelas.
Tu libertad es para que conozcas la asistencia del Padre.
Concéntrate
en Él.
Su justicia
siempre salva la vida.
Ora
para que ésta se libere en cada cual,
para que cada cual sea complemento de otro.
En el silencio la esperanza está a tu lado,
el intercambio
tiene valor,
tu realización
es.
Expande
tu ser.
PISCIS-LEO
126
112 143
93 79 98
24 10 29
44 63 49
136 131 114
103 86 81
34 17 12
61 56 39
119 138 124
74 105 91
5 36 22
51 37 68
60 46 65
15 1 32
83 102 88
129 115 134
70 53 48
25 20 3
100 95 78
139 122 117
41 72 58 8
27 13 90
76 107 110
141 127
87 73
104 113 144
130 57 43
62 18 4
35
97 92 75
142 125 120
67 50 45
28 23 6
80 99 85
132 118 137
38 69 55
11 30 16
2 33 19
54 40 71
123 109 140
96 82 101
31 14 9
64 59 42
133 128 111
106 89 84
21 7 26
47 66 52
116 135 121
77 108 94
I
Manifiesto
al ser para persuadirte con
sus direcciones y consejos;
te concentres
en la transfiguración que
advendrá
al cancelar
los traumas que aún te paralizan, en pos de tu ascensión;
permanezcas
absorbido por la inmanencia de tu
divinidad
y expreses el contentamiento de los sabios.
Has de sanar
porque tendrás la consciencia
de tu existencia
para realizarte cabalmente,
tolerándote
y buscando la paz, la resurrección y la ubicuidad divina.
Te liberarás
cuando aceptes reconciliar.
Recuerda que el balance reverbera al orden.
Persevera
con él,
y la trascendencia
y la bondad darán la victoria a la razón y al amor
que transforman
y transmutan al otorgarse en creactividad por la gloria del Padre.
Es una entrega
a la obediencia y a la verdad.
Es una aspiración
determinada por el atrevimiento,
la inteligencia
constructiva, el éxtasis
y la caridad para preservar al ser.
II
Dan constancia
de la infinitud de la comunicación de ser a ser
la fuerza
de la impersonalidad del control divino, la misericordia y la compasión.
Deja que ellas se consuman.
He allí la belleza revelada,
la esencia de la lealtad a la reversión al origen del todo ser,
la felicitación de la armonía, de la equidad, de la intuición y de la templanza,
el tratamiento
de la fortaleza para redimirse.
Agradece
por tal responsabilidad
y por la luz multicolor que en ti ha de hospedarse
para inspirarte
el perdón y santificarte.
Mediar
en la igualdad de los opuestos, es la misión.
Comulgar
por la unión es el propósito
para llegar a la eternidad.
Discernir
para cumplir con la acción correcta es la meta
divina.
Entiende
que la intención de contemplar esperanza, justeza y fidelidad
es para que la pureza suministre lo que se genera por voluntad divina
en perfección
y coordinación.
III
El concepto
inmaculado es piadoso,
es garantía de la fe.
Recibe
los mandatos cósmicos
de libertad y compensación.
Sé paciente
para permeabilizarlo en ti.
Conságrate
primero a lograr afirmación y justicia
salvando
tu vida en la unidad con alegría y comprensión.
Se presentará luego el Padre ante tus ojos. Mantente atento.
Ultima
el compartir y la asistencia.
Solo así podrás verlo y conocerlo.
Tu amistad
será tranquilidad para otros
al asumir
la vibración que los complementa.
Evoca una oración
por nuestra hermandad
para propiciar el intercambio desde el silencio.
Facilitar el servicio por tu expansión, valorando a tu ser,
te dará la quietud que conforta y rectifica
para que cultives la remembranza del Padre,
adores
el camino de iniciación que
nos sostiene,
bendigas
tus decisiones
y consideres
tu elevación con claridad.
LEO-CAPRICORNIO
131 117 136
86 84 103
17 3 34
37 68 54
141 124 119
108 91 74
27 22 5
66 49 44
112 143 129
79 98 96
10 29 15
56 42
61
53 39 70
20 6 25
76 107 93
122 120 139
63 58 41
30 13 8
105 88 83
144 127 110
46 65 51
1 32 18
95 81 100
115 134 132
92 78 97
118 137 123
50 48 67
4 35 21
102 85 80
135 130 113
72 55
38 33 16
11
73 104
90 125 111
142 43 62
60 23 9
28
14 12 31
59 45 64
128 114 133
89 75 106
36 19 2
69 52 47
138 121 116
99 94 77
7 26 24
40 71 57
109 140 126
82 101 87
I
La consciencia
y la lealtad al Padre se manifiestan en la tolerancia,
en el valor
que damos a cada cosa que realizamos para
resucitar en el control divino,
en la paz
que resulta de la transmutación del caos
y en el otorgarse
a la alegría.
Ellas conllevan a responsabilizarse por el orden interno
hasta el punto de balance en el cual ocurre la elevación espiritual en bondad,
y se persevera
con la intuición y el amor, la gran victoria por adoración al Padre.
Ellas aportan la sabiduría inmanente a la persuasión que dirige hacia el éxtasis,
que concentra
para preparar la transfiguración del ser y asistir en la ascensión.
Permanece
en obediencia a
ellas y aprenderás a aceptar.
Has orado
eones por tu liberación,
por la infinitud
de la reconciliación,
pues bien, ellas serán la constancia de tu impersonalidad.
Te corresponde coordinar a través de ellas las fuerzas que han de sumarse
para darte la fortaleza interna de la redención
y el consejo
que revela la fidelidad al Padre y Su belleza.
II
El contentamiento
le pertenece a la armonía y a
la reversión,
a la afirmación
y a la templanza,
a la equidad
y a la trascendencia,
a la inteligencia
que construye determinación
y a la mediación
que persigue la luz.
Por él tan sólo agradezcamos.
Representa la gloria que viniendo del Padre,
se vierte en nosotros cuando nos entregamos
a la transformación
que ejerce la verdad,
a la aspiración
de discernir,
a la compasión,
a la búsqueda
de la misericordia,
a la caridad
que preserva la recepción del ser.
Su intención
es acompañarnos al consumar el
entendimiento de la libertad.
Es suficiente para compensarnos.
Inmersos en él podemos atendernos con el suministro de la comunicación.
Su pureza
permite cumplir toda acción en quietud, con atrevimiento y fe.
Nos atrae para que vayamos descubriendo
dulcemente
nuestro concepto
inmaculado,
y así nos va bendiciendo
con la igualdad,
santificándonos y felicitándonos.
Es tambièn consagrarnos al Padre con paciencia y vitalidad la causa que lo produce.
Es por justicia
divina y por nuestros logros.
III
Me
inspiro en el perdón
para tratarte con justeza,
y es el silencio,
fruto de la esperanza y de la unión al Ser Supremo.
Es la eternidad
que se convierte en creactividad
que perfecciona
y es la asumisión
de la voluntad divina.
Me tranquiliza imbuirme en la ubicuidad de lo divino,
estar entre amigos y complementarnos,
generar
con ellos la vibración del intercambio,
utilizar la existencia de la hermandad para expandir al ser,
y contemplarme
en este servicio.
Es mi razón
la divina,
pues estoy en unidad,
encontré la salvación en mi Padre
y me he permeabilizado
a la iniciación.
Por ello Lo remembro,
Lo reverbero,
y he decidido
sostenerme en Su piedad,
en Su claridad,
en Su consideración
y en Su confortación.
Es la rectitud
que me ha llamado.
Transitar en ella muestra como habremos de cancelar nuestras caídas
y comprender
la presencia de Dios en la comunión, en la ultimación del compartir
las manifestaciones
de la visión, del conocimiento y de la hospitalidad.
CAPRICORNIO-GÉMINIS
66 47
49 20 34
3 89 103
84 141 110
124
37 54
71 10 15
32 79 96
101 112 129
134
59 61
42 27 8
22 108 77
91 122 136
117
144 113 127
86 100 81
6 35 13
63 44 58
115 132 137
76 93 98
25 18 11
46 51 68
125 139 120
105 74 88
23 1 30
56 70 39
33 2
16 72
41 55 128
142 111 102 83 85
4 21
26 43 60
65 118 123
140 73 90
107
14 28
9 53 67
48 135 116
130 95 97 78
99 80
94 138 119
121 50 64
45 24 31 5
82 87
104 109 126
143 40 57
62 7 17
36
92 106
75 131 133
114 69 38
52 29 12 19
I
Adoramos
al Padre porque somos Su remembranza,
porque Su sabiduría nos impersonaliza para expresar Su
verbo,
porque la paz, Él la controla con la realización y la expansión del ser,
porque valoramos
con responsabilidad y agradecimiento
el orden
de nuestro mundo interior,
porque nos donó la transmutación para que
consiguiéramos la alegría.
Preséntate
Padre
en el momento de mi ascensión,
yo obedezco
Tu mandato.
Aspiro
concentrarTe cada vez más en mi corazón para que me asistas.
Allí he de conocerTe mejor,
allí me persuadirá
el éxtasis que preserva al ser.
Complementado
por la liberación,
la oración,
la intuición
y la equidad,
Te amo.
Me elevo
y considero bondadosamente
cada revelación,
cada herida que sana y mi lealtad a Ti.
La mediación
me santifica e ilumina
para tolerar
con misericordia
y buscar
la coordinación de mis acciones con la templanza.
Me contenta
la inmanencia de Tu
armonía.
II
A través de la caridad recibo compensaciones que fortalecen,
consejos
que se transfiguran de ser a ser,
fuerzas
para discernir y lograr lo màs excelso,
y la gloria
del Padre para transformarme
y otorgarme
a Él.
Su justeza,
su belleza y su fidelidad a lo divino
propician la trascendencia de lo fútil y lo banal
para perseverar
con la inteligencia que construye
sobre la perfección de la verdad
y que afirma
aceptación, constancia y
reconciliación.
¿Entonces, dónde estás vitalidad?
Necesito salvar mi alma,
la justicia
divina es implacable.
Felicítame
con la reversión
al punto del cual cual provengo.
Yo me consagro
al intercambio.
Recurriré pues a la esperanza,
al silencio,
al atrevimiento,
y a la determinación
de la fe,
porque allí te hallaré.
Cumpliré
con la quietud,
con la rectitud
y la unión a la totalidad.
La creactividad
diseñará mi entrega a la libertad
para que mi atención al compartir
me inspire
el tratamiento de mayor
distinción y la redención.
III
Soy la tranquilidad,
ya que Tu voluntad, Padre, he asumido.
Con
la infinitud de Tu pureza me comunico,
y la bendición
de sostenerme en la igualdad,
en la compasión
y en el entendimiento,
se consuma.
La piedad
del concepto inmaculado se ha
tornado clara en mí.
Ahora he de reverberarme
en el balance de mis decisiones,
suministrarme
a las
vibraciones de las frecuencias
que generan
la cancelación de lo que me
aleja de Ti y le quita a la amistad
su victoria.
Padre por Ti soy la visión y la hospitalidad, vías para perdonar
y ultimar,
para manifestar
las direcciones sagradas
que nos da el ser cuando nos comprendemos,
comulgamos
por la eternidad
y nos confortamos
con la resurrección y Tu razón.
Acudo a ellas con la intención de servir,
y así contemplar
conscientemente a mis hermanos,
esos que nos muestran la existencia del ser, su permeabilidad y su paciencia,
que evidencian que la iniciación es permanente
y que el
camino que se dibuja en Tu ubicuidad
es el de la unidad.
GÉMINIS-ESCORPIO
129 115 134
96 82 101
15 1 32
47 66 52
139 122 117
106 89 84
25 20 3
64 59
42
110 141 127
77 108 94 8
27 13 54
40 71
51 37 68
18 4 35
74 105 91
132 118 137
61 56 39
28 23 6
103 86 81
142 125 120
44 63 49
11 30 16
93 79 98
113 144 130
90 76 107
116 135 121
60 46 65
21 7 26
100 95 78
133 128 111
70 53 48
31 14 9
83 102 88
123 109 140
41 72 58
2 33 19
5
36 22
57 43 62
126 112 143
87 73 104
34 17 12
67 50 45
136 131 114
97 92 75
24 10 29
38 69 55
119 138 124
80 99 85
I
Es el éxtasis
que se desborda en caridad
cuando tocas las fibras de mi corazón,
Padre.
Ese bálsamo que preserva a mi ser,
que me asiste
con Tu visión al caer.
Por él también Te conozco y obedezco a la verdad.
Por él aspiro
Tu remembranza
y adoro
la iniciación que me ha llevado a encontrarTe.
La belleza
se revela al serTe leal.
Soy tu siervo.
Me expando
para dar valor y fuerza
a la impersonalidad
y a Tu control.
Vibro.
Me complemento con la oración.
Agradezco
a la responsabilidad de la iluminación y a la consideración.
Se eleva
mi espíritu.
Conspiran la claridad, la equidad y la intuición para templarme.
Entonces es la alegría,
es la comprensión,
siempre a través de Tu divina presencia.
Me transformo
por la transmutación que se otorga cuando discierno,
cuando cumplo
la acción perseverante de la trascendencia
y la de la bondad con la que recibo la libertad y la compensación.
II
La liberación
es una vez que aceptas la reconciliación con la voluntad divina.
Luego te perfeccionas y te coordinas para la realización del ser,
toleras
a tus semejantes
y buscas la esperanza, la justeza y la fidelidad.
Su inmanencia es un regalo del Padre para ti.
Debes estar contento
pues contiene sabiduría.
Logras
afirmarte en ella y serán la justicia y el consejo,
en los cuales se concentran la transfiguración,
la santificación,
la mediación
y la igualdad.
El tratamiento
que engrandece con la fortaleza
de la redención te sostendrá,
bendecirá
tus decisiones con la creactividad,
te colmará con la gloria del Padre,
te entregará
la quietud, la confortación y la rectitud.
Asimismo la misericordia y la compasión se consumarán en ti
como una ofrenda a la hermandad
para establecer un intercambio en silencio
que te dará constancia de la infinitud de la comunicación,
de la amistad,
de la tranquilidad
y de la asumisión
del ser.
III
Si no fuese por
Ti Padre,
¿cómo podría determinar
el atrevimiento
para
inteligentemente construir?
Si no estuvieses en mí,
¿cómo me atendería para ultimar el compartir y revertirme
al punto de donde
provengo?
¿Cómo me felicitarían la armonía, la salvación y la vitalidad de la unidad?
Es la victoria
de Tu razón el amor
con el cual comulgo por la unión a la totalidad,
con el cual se eterniza la manifestación de Tu persuasión y de Tu dirección,
con el cual me abro a la hospitalidad y me inspiro en el perdón.
Por la paz que me donas resucito embelezado en Tu ubicuidad.
Pureza
que suministra regeneración, sanación.
Soy la consciencia
de la existencia.
EntendiéndoTe,
intento contemplarTe desde mi ser.
Voy cancelando
todo lo que no es.
Paso tras paso y la ascensión se hace permanente.
De allí que la paciencia permeabilice la consagración a Tu balance,
la reverberación
de Tu orden,
Tu concepto
inmaculado,
Tu piedad
y la fe
para dejarTe entrar en mi.
ESCORPIO-ARIES
57 71
40 25 6
20 106 75
89 132 134
115
47 52
69 8 13
30 77 94
99 110 127
144
64 45
59 18
32 1 87
101 82 139
120 122
142 111
125 103 84
86 28 9
23 61 42 56
113 130
135 74 91
108 11 16
33 44 49 66
123 137
118 96 98
79 21 35
4 54 68 37
31 12
14 70 39
53 126 140
109 100 81
95
2 19
36 41 58
63 116 121
138 83 88
105
24 26
7 51 65
46 133 114
128 93 107
76
97 78
92 136 117
131 67 48
50 15 29
10
80 85
102 119 124
141 38 55
72 5 22
27
90 104
73 129 143
112 60 62
43 34 3 17
I
Comulgo
con la presencia
divina.
Por eso te comprendo,
por eso la fuerza que coordina mi impersonalidad y mi servicio.
Te contemplo
expandido.
Así te recibo.
Preservo
tu esencia con la caridad.
Por remembranza
al Padre inicio el regreso a
casa, acompáñame.
Deja que se permeabilicen la equidad y la templanza.
Afirma
y considera la claridad y la piedad.
Agradece
por la luz que siempre está
sobre el camino de la mediación.
Vibra
con ella para generar complementación,
acordar con discernimiento,
aspirar
a la verdad
y dar hospitalidad
a quien anhela conocer al
Padre.
Verás
su belleza en la fidelidad de sus propias revelaciones,
a la esperanza
operar desde el silencio,
con cuya justeza se realizan el valor y la tolerancia.
Es voluntad
divina
asumir la perfección que libera
y la oración
que expresa la aceptación de
todo lo que sigue después.
II
Santifícame
en la igualdad.
Bendíceme
de perseverancia
y de bondad.
Elévame
con el logro de la justicia,
con la vitalidad
que nos da la inmanencia divina,
con la sabiduría
que adviene por adoración al
ser.
Podrás hacerlo si pones tu atención en la compensación, el Padre allí estará.
Pónla en la libertad, Su asistencia se te transfigurará.
Concéntrate
y aquiétate.
Te surgirá una suave acción que se cumplirá con alegría
y te otorgará
la transmutación.
Tu amistad también es hija de la ubicuidad de Dios,
tranquilamente
puedo darte constancia de ello.
Así que estamos siempre en posición de reconciliar,
y en un soplido de infinitud,
manifestar
el compartir,
la ultimación
de la misericordia,
la búsqueda de la
compasión.
Sálvate
en la unidad,
y la razón
divina indicará reversión,
encontrar armonía, contentamiento y sostenimiento,
decidir reverberar al ser con determinación
y construir
inteligentemente la trascendencia
de la personalidad.
III
La cancelación
de las huellas del pasado
me ha alojado en la rectitud.
Estoy confortado
y transformado.
Me entrego
por la gloria del Padre,
celebrando por la hermandad y por la existencia,
intercambiando
consejos
que redimen
y fortalecen.
El entendimiento
se consuma
con la intención
de sanarme.
Soy leal
a la consciencia que todo ello me despierta y
que purifica mi comunicación.
Así se transfiere el suministro
para que la obediencia a la voz de mi divinidad
interior,
se convierta en la virtud que da permanencia a la ascensión.
Al concepto
inmaculado arribo por la fe,
por el atrevimiento
para balancearme
y ordenarme
con responsabilidad y paciencia,
por la consagración
a la felicitación
que proviene de la victoria del amor y de la intuición.
El tratamiento
del perdón me inspira.
El éxtasis
me dirige por persuasión divina.
La creactividad
me conduce a la eternidad.
Ahora tú y yo, unámonos en la paz.
Cedamos el control al Padre y resucitemos.
De 6 en 6.
“Los
opuestos”
ARIES-LIBRA
125 135
119 49 64
43 94 104
74 6 36
21
111 131
137 40 55
61 80 86
106 33 18
12
143 113
123 67 37
52 98 82
92 24 9
30
93 108
78 22 32
2 115 136
121 53 63
47
84 90
105 8 14
34 133 127
112 39
59 65
102 81 96
26 10 20
124 109 139
71 41 51
13 28 7
83 99 89
57 72 42
130 140 110
4 19
25 101 95
75 48 54
69 116 122
142
31 1 16
87 77 107
66 45 60
134 118 128
38 68 58
129 144 114
17 27 11
85 100 79
70 50 44
120 126 141
3 23 29
76 91 97
56 46 62
138 117 132
35 5 15
103 73 88
I
No me ajustaba a las bendiciones del balance y de la sabiduría
hasta que empecé a vibrar
en unión al Padre,
hasta que se me
hizo claro perdonar
sin esperar nada a cambio.
Perseveré
una y otra vez
hasta coordinarme con la razón divina y la quietud.
El silencio de la consciencia me ha compensado.
Lo comprendí una vez que me consagré
a la liberación del concepto inmaculado,
a la tolerancia del servicio
y a la vitalidad del discernimiento y de la ubicuidad del Absoluto.
Porque hoy me dirige
Su santificación,
atiendo
con pureza a la transmutación,
dando lugar a la iniciación que Lo transfigura en mí.
Adquiero entonces
la visión
y la intención de cancelar
lo que no me
permita asumir la afirmación de ser.
Tomo el consejo que me eleva para consumar el amor,
para aspirar a la salvación y a la caridad de la sanación,
el que me sugiere decidir entrar en la infinitud con contentamiento
y remembrar al Padre.
II
Valora
el tratamiento de la trascendencia,
de la equidad y de la tranquilidad
para que la paz procure el encuentro entre hermanos,
ilumine y persuada
hacia la reconciliación,
la complementación y la entrega.
Con atrevimiento busca la asistencia de la rectitud para ascender,
la impersonalidad y el orden para ultimar,
y la belleza que se presenta con la reversión al origen para transformar.
La
templanza y la voluntad divina
ponen las pruebas cuando persigas
confortación,
y determinan los pasos que has de seguir
para piadosamente
expandir tu ser.
Comulga
con ellas,
felicita
y ora.
La igualdad en el compartir dará los frutos de la virtud
Agradece
.
El cumplimiento de la meta más excelsa
se ejecuta en la unidad,
con la fuerza del conocimiento,
de la compasión y de la contemplación
para comunicar la alegría
la permeabilidad,
el sostenimiento del ser
y las revelaciones que traen esperanza.
III
La amistad
contiene verdad y justicia,
hospitalidad
y consideración,
redención
y adoración.
Con ella generamos la creactividad
que preserva
la libertad y el intercambio.
Nos hace pacientes para esperar por el otorgamiento
de la armonía
y del éxtasis.
De su mano vayamos por el camino del medio,
donde no hay
dudas.
Allí transcurren existencia y resurrección.
Intuyo
este logro,
mi fe
es enorme y la misericordia se concentra en mi corazón.
Ese es el camino donde es constante el suministro inmanente a la divinidad,
como lo es también nuestra fidelidad cuando manifestamos al ser,
cuando responsablemente
cedemos el control a la perfección,
y cuando permanecemos de pie con la fortaleza
en alto,
llenos de bondad y entendimiento.
Aspiremos
entonces a la gloria de la eternidad,
a reverberar la
lealtad al ser y su recepción,
a que nuestra acción sea
el producto victorioso de la obediencia al Padre,
y a que realicemos
nuestro potencial
inspirados
por la inteligencia constructiva.
TAURO-ESCORPIO
126 133
120 50 65
44 95 105
75 4 34
19
109 132
138 41 56
62 81 87
107 31 16
10
144 114
121 68 38
53 99 83
93 22 7
28
91
106 76 23
33 3 116
137 122 54
61 48
82 88
103 9 15
35 134 128
113 37 60
66
100 79 94
27 11 21
125 110 140
72 42 49
14 29 8
84 97 90
55 70 40
131 141 111
5 20 26
102 96 73
46 52 67 117
123 143
32 2 17
85 78 108
64 43 58
135 119 129
59 69 39
127 142 112
18 25 12
86 101 80
45 51
71 118 124
139 1 24
30 77 92
98
63 47 57
136 115 130
36 6 13
104 74 89
I
Manifiéstate
hermano
a través de tu fidelidad al Padre,
Él te suministrará
todo lo que necesites.
Entrégate
y aumenta
la confianza en Su inmanencia,
en Su compasión.
Trasciende.
Contemplarás
el cumplimiento de la paz y de la unidad.
Ultima,
recibe y reverbera tu reversión.
Recuerda que eres la aceptación y
que estarás en la eternidad
si la buscas
aquí y ahora.
Hospeda
en ella a
quien se redime.
Háganse amigos.
No olvides que eres la justicia divina,
y que a causa de ella ascenderán
juntos por la escalera al cielo.
Medien
en esta existencia
con las decisiones
que otorgan
paciencia, infinitud y piedad,
y con la determinación del consejo del amor,
que siempre conforta y sigue la voluntad del Padre.
La bondad
está al servicio de la fortaleza,
de la perfección,
de la vitalidad y del control divino.
Sosténganse
en ella y compénsense.
Revelen
la alegría de la liberación y de la comunicación.
II
Visiona
a través de
la inteligencia constructiva
y permite la realización de todos tus talentos,
asúmelos
en obediencia al Padre,
y emprende la acción
que preserva
el intercambio,
que te santifica
y transmuta tus errores en creactividad y más adoración por Él.
La misericordia
es otro de tus dones.
Concéntrala
en ti con claridad.
Intuye
cuándo encenderla
para lograr quietud y justeza,
agradécela
y compártela al felicitar a otros cuando dices para
ellos
una oración
plena de sabiduría.
En la tranquilidad
permanecerás.
La equidad,
el valor y el entendimiento
constituirán el sustrato con el cual tratarás al otro.
Conságrate
al Padre a través de la constancia,
la comprensión
de la consciencia,
y de tu responsabilidad
por el silencio.
La victoria
de la impersonalidad es la
misma que la de la rectitud.
Atrévete
a despojarte de tus investiduras y de tus roles, serás asistido.
Inspírate
en la gloria del Padre para iniciarte,
para purificar
tu lealtad y atención a las direcciones que pauta tu divinidad.
III
Aspiremos
a la salvación y a la resurrección de la fe
para consumar
la elevación de nuestra vibración,
unirnos
armónicamente a la totalidad,
y bendecirnos
con el balance y el éxtasis.
Permitamos que la complementación permeabilice reconciliación,
iluminándonos
con la esperanza, la persuasión y el discernimiento,
dándonos la fuerza propia de la ubicuidad divina para tolerarnos
y el conocimiento
del concepto inmaculado.
Generemos
la transformación que
necesitamos en presencia de la
libertad,
del orden, de la belleza y de la verdad,
cancelándose
entonces las prisiones del alma,
afirmándonos
en la consideración mutua y en la intención de transfigurarnos.
Por el contentamiento
de ser la remembranza del Padre,
comulguemos
y sanémonos.
Por la caridad,
la igualdad y la razón divina,
coordinémonos
con la templanza y el perdón
para preservar
incansablemente la expansión
del espíritu.
GÉMINIS-SAGITARIO
124 134
118 51 66
45 96 103
73 5 35
20
110 130
136 42 57
63 79 85
108 32 17
11
142 112
122 69 39
54 97 84
91 23 8
29
92 107
77 24 31
1 117 138
123 52 62
46
83 89
104 7 13
36 135 129
114 38 58
64
101 80 95
25 12 19
126 111
141 70 40
50
15 30 9
82 98 88
56 71 41
132 139 109
6 21 27
100 94 74
47 53 68
115 121 144
33 3 18
86 76 106
65 44 59
133 120 127
37 67 60
128 143 113
16 26 10
87 102 81
72 49 43
119 125 140
2 22 28
78 93 99
55 48 61
137 116 131
34 4 14
105 75 90
I
Me reordeno para preservar mi libertad,
transformarme
con la adoración al ser.
Sin proponérmelo, se generan
la asistencia y la realización.
Me inspira la victoria de la acción impersonal.
Agradezco
por la igualdad de nuestro ser,
por la sanación que surge con la oración
en comunión,
por el contentamiento que se concentra en la fe,
por la elevación que alcanzo con la aspiración
de resucitar
y de lograr ser, simplemente ser.
La esperanza me ha persuadido a través de revelaciones.
Se ha permeabilizado para auspiciar reconciliación
y alegría.
La estoy entendiendo ahora
pues certifico el valor de su bondad,
de su perfección, que también es equidad.
¡Permanece en mí!
Mantengo la intención de redimirme y de considerar la cancelación
del más profundo
miedo a lo desconocido,
de hacer amigos en quienes pueda
encontrar verdad y lealtad,
y con quienes reverbere al ser, con la atención
puesta en la iniciación,
en la eternidad y en la gloria del Padre.
II
Con determinación, Padre, expande el perdón, la confortación y la templanza
para que Tu razón me bendiga con el éxtasis de la existencia,
la paciencia, la armonía y la vibración.
Te conozco por el concepto inmaculado de mi ser.
Porque Tu compasión no tiene barreras
y la fuerza de Tu ubicuidad
me ha integrado a
la unidad.
Porque Te manifiestas
en mi silencio
con responsabilidad y constancia.
Porque Tu comprensión es mi suministro.
Mi obediencia a Ti se afirma con mi asumisión de Ti.
Puedo ver cómo
te vas transfigurando en mí
a través de la inteligencia constructiva.
Voy aceptando
Tu presencia divina
para revertirme
y recibir toda Tu belleza.
Voy ultimando cada evento relativo al ser.
Me coordino
con la quietud, la intuición y la misericordia,
y la claridad es.
Persevero
en remembrar
la infinitud,
y me otorgo a la caridad.
Entonces mi decisión es mediar en Tu nombre.
III
La vitalidad del control divino y del discernimiento
coronan con la tolerancia, la fortaleza y el servicio.
Entreguémonos
a la inmanencia del ser,
complementemos
a nuestros hermanos,
y sembremos la fidelidad y la luz.
Así la transmutación
purificará la creactividad.
Auspiciará el intercambio que dirigen la santificación,
la justicia
divina y la rectitud en pos de
la ascensión,
a través de la cual nos hospedaremos en la casa del Padre,
el centro de nuestros corazones
para
atrevernos a buscarLo
dentro de nosotros mismos.
Allí nos felicitará la sabiduría en unión con el todo,
y el balance,
la justeza, el compartir y la salvación por los cuales nos
conducirá el amor,
despertarán en nosotros la voluntad divina
de consumar el consejo de la piedad.
Consagrarse
a esta comunicación con el
Padre
libera,
compensa y sostiene.
Por ello la consciencia de la paz,
del cumplimiento,
de la tranquilidad,
y de la trascendencia
de la ilusión
para contemplar
el tratamiento del ser.
CÁNCER-CAPRICORNIO
122 138
116 52 61
46 91 107
77 3 33
24
114 128
134 37 58
64 83 89
103 36 15
9
140 110
126 70 40
49 101 79
95 21 12
27
96 105
75 19
35 5 118
133 124 50
66 44
81 87
108 11 17
31 136 130
109 42 56
62
99 84 93
29 7 23 121
112 142 68
38 54
16 25 10
80 102 86
60 69 39
127 143 113
1 22 28
98 92 78
45 51 72
119 125 139
34 4 13
90 74 104
63 48 57
137 115 131
41 71 55
132 141 111
14 30 8
88 97 82
67 53 47
117 123 144
6 20 26
73 94 100
59 43 65
135 120 129
32 2 18
106 76 85
I
Nuestras revelaciones se reverberan
cuando nos sostenemos en el ser, iniciados por la liberación,
cuando por la gloria y la bondad del Padre nos redimimos,
y cuando consideramos el control divino y la vitalidad
para cancelar la distancia que nos separa
del prójimo.
Existimos
a través del intercambio,
preservando
la transmutación del caos
en la armonía que hace vibrar con determinación,
expandiendo
el ser que se realiza con la razón divina,
la cual obedientemente debemos asumir
al fusionarnos con
el Padre-Madre-Andrógino-Espíritu.
Comparto
contigo mi agradecimiento
por manifestar lo que tu ser expresa constantemente,
y por comprender la sabiduría y el conocimiento
que se concentran en la compasión,
en la quietud, en la ubicuidad del Padre y en la intuición.
La asistencia que nos ayuda a trascendernos,
a contemplar la unidad,
a actuar por la victoria de la libertad,
de la hermandad,
del orden,
del suministro
y de la adoración,
es inmanente a la divinidad.
Invoquémosla.
II
Busca
hospitalidad en el Padre
y elévate hasta Él.
Logra
resucitar en Su amistad
y sánate en Él.
Ultima
una oración de aceptación a la eternidad
e iguálate
a Él.
Por Su piedad valorarás el consejo que
permanece
en la confortación y en la perfección.
Es Su decisión persuadirte con la esperanza,
otórgate
a Él con paciencia y alegría.
Su justicia te dará la fuerza interior que te impulsará
a ascender
y a transparentar
tu concepto inmaculado,
por lo cual te atreverás a tolerar,
a expresar creactivamente tu ser,
a permeabilizarte a Él.
Te habrás reconciliado contigo mismo
para permitir que
la luz te guíe en la dirección correcta
y te santifique.
La verdad
y el amor son Su voluntad divina
con los cuales te transfigurarás en otros.
Intenta
consumar todo tu potencial
generando
transformación y felicitación.
Haz balance
con la justeza y la belleza.
III
La paz
es el cumplimiento de la templanza
y del tratamiento
que nos damos cuando perseveramos
con el perdón,
el contentamiento y la comunicación.
Comulguemos
por ella,
nos compensaremos
en la caridad,
y despertaremos nuestra consciencia de ser,
nos revertiremos.
Entonces a la Magna presencia del Padre hemos de consagrarnos
para recibir
la responsabilidad del silencio y de la tranquilidad,
afirmarnos
en la equidad y en la inteligencia que construye
al entendimiento
y a la visión de la divinidad interior.
Serán puras
e infinitas la remembranza y la lealtad al Padre,
por eso nos atenderemos,
mediaremos,
nos coordinaremos
desde la impersonalidad para
conectarnos con la rectitud
y nos inspiraremos en la claridad
y en la misericordia.
Nos complementaremos
por estar indisolublemente unidos
al ser,
en una entrega
total a sus bendiciones,
a la fidelidad
y al éxtasis.
Hemos aspirado
a la salvación
y hemos discernido
para servir
con fortaleza y fe.
He allí nuestra retribución.
LEO-ACUARIO
123 136
117 53 62
47 92 108
78 1 31
22
112 129
135 38 59
65 84 90
104 34 13
7
141 111
124 71 41
50 102 80
96 19 10
25
94 103
73 20 36
6 119 134
125 51 64
45
79 85
106 12 18
32 137 131
110 40 57
63
97 82 91
30 8 24
122 113
143 69 39
52
17 26 11
81 100 87
58 67 37
128 144 114
2 23 29
99 93 76
43 49 70
120 126 140
35 5 14
88 75 105
61 46 55
138 116 132
42 72 56
130 139 109
15 28 9
89 98 83
68 54
48 115
121 142 4
21 27 74
95 101
60 44 66
133 118 127
33 3 16
107 77 86
I
Con la atención puesta en la sanación, en la lealtad, en la infinitud y en la eternidad,
remembro
mi divinidad interior.
Intento
elevarme
y consumarme en la verdad, la amistad y el amor.
Me persuade
el éxtasis para bendecirme.
Con paciencia
y complementándome, me entrego al Eso que solamente percibo
al
valorar Su tratamiento.
Me dispongo a perdonarme
por mi propia paz,
a templarme
por confortarme.
Soy responsable
del silencio
que me ordena
con la presencia divina,
y por el cual me revierto
para que me sea suministrado
el atrevimiento
del concepto inmaculado de mi ser
y la asistencia
en la unidad.
Asciendo
con la fuerza que siempre está
conmigo.
La claridad
se realiza,
inspirándome
la impersonalidad de la razón divina,
la coordinación
y el balance que preservan con justeza mi transformación
y la vibración
que regenera cada una de mis células,
mis pensamientos
y todo lo que hago por mí y por otros.
II
Por nuestra concentración en la fe servimos,
bajo el manto de la ubicuidad del Padre,
con la apertura del discernimiento,
la aspiración
a la compensación,
la consciencia
del agradecimiento,
y la comprensión
de la comunión y del contentamiento.
Ésto se entiende
cuando vemos a través de la bondad
para afirmar
a la equidad,
cancelamos
toda expresión del ego
para que nuestras revelaciones nos santifiquen,
y cuando nos dirige la permeabilidad al ser
para reconciliarnos
e iniciarnos en la carrera
espiritual.
Ésto es resucitar
en la rectitud
pues el logro
de la búsqueda
ha sido la misericordia,
la hospitalidad,
la armonía
y la pureza.
Se ha requerido transmutar la cadena genética
que se arrastraba desde la caída original.
Ahora corresponde intercambiar y mediar
a lo largo del resto de la existencia.
¡Sálvanos perfección!
Haz de la permanencia de la piedad,
del consejo
que nos fortalece para unirnos,
y de la sabiduría,
con su constancia y fidelidad,
la manifestación
con la cual hemos de compartir.
III
La acción
es conquistar la victoria del
ser
con la cual la tranquilidad y la inteligencia constructiva
permiten contemplar la trascendencia y la liberación.
Por la gloria
del Padre consagrémonos a reverberar y sostener
lo que hemos recibido por Su herencia
con la oración
que felicita
y con la aceptación de la igualdad y de la belleza del ser.
Ultimemos
la obediencia a la voluntad divina
para que asumamos la expansión del alma planetaria,
y se nos transfigure la imagen de Dios con determinación,
se nos otorgue
la alegría de la comunicación y de la caridad
para que nuestras decisiones se funden en la esperanza,
cumplan
con la quietud y la intuición,
y perseveren
con la compasión y el conocimiento.
La creactividad
será nuestra proyección
de la inmanencia
divina y de nuestra
adoración al Padre,
pues con ella mostraremos a nuestros hermanos
el camino de la libertad,
de la iluminación,
de la vitalidad
del control divino,
de la justicia
de la redención,
y de la consideración
de la tolerancia.
VIRGO-PISCIS
121 137
115 54 63
48 93 106
786 2 32
23
113 127
133 39 60
66 82 88
105 35 14
8
139 109
125 72 42
51 100 81 94
20 11 26
95 104
74 21 34
4 120 135
126 49 65
43
80 86
107 10 16
33 138 132
111 41 55
61
98 83 92
28 9 22
123 114 144
67 37 53
18 27 12
79 101 85
59 68 38
129 142 112
3 24 30
97 91 77
44 50 71
118 124 141
36 6 15
89 73 103
62 47 56
136 117 130
40 70 57
131 140 110
13 29 7
90 99 84
69 52 46
116 122 143
5 19 25
75 96 102
58 45 64
134 119 128
31 1 17
108 78 87
I
La decisión de compensarnos con la caridad, la alegría,
el contentamiento, la sabiduría y el consejo que genuino nace del
corazòn,
nos pone al servicio
para fortalecernos con la salvación y la aspiración de perfección.
Santificarnos, sembrando la luz en cada hermano,
reconciliando
con la creactividad,
no es más que el
reflejo de la adoración al Padre.
Ver
con inteligencia
constructiva
la trascendencia del mundo de lo físico,
es la acción de la tranquilidad y de la equidad.
Embellecernos
ultimando con justeza
felicitaciones
al orar por nuestra transformación misericordiosa,
buscando
diáfana y claramente la impersonalidad,
es lograr la rectitud.
Si por compasión perdonamos y perseveramos con la quietud,
la paz y el cumplimiento de la fidelidad al ser,
seremos bendecidos
por las manifestaciones de la sabiduría.
No hay más nada que
esperar,
entreguémonos
a la unión con la totalidad.
II
El concepto
inmaculado, la tolerancia,
la redención y la ascensión
hacen que la justicia divina, con su vitalidad, se reverbere,
que podamos recibir el silencio al revertirnos y consagrarnos a nuestra liberación.
La transfiguración
de la divinidad es determinada por nuestra intención
y por la sagrada voluntad divina de asumir al amor
para atender
nuestra existencia,
mediar
con pureza de motivos,
transmutar
y posesionarnos de la infinitud.
Te corresponde discernir e
intuir dónde la ubicuidad del Padre se concentra,
pues allí hallarás el conocimiento.
Ten fe,
yo te complemento.
Se nos otorga
la paciencia para alcanzar
el éxtasis,
la esperanza y la persuasión.
El control
divino cancela todo deseo de
la mente finita,
permitiendo que rompas las barreras que la
limitan,
afirmes
al ser con el entendimiento y
la bondad,
consideres
la inmanencia divina que se suministra con la presencia del Padre
para donarte la libertad, el orden y la responsabilidad.
III
La razón
divina coordina la obediencia, la expansión y la inspiración
para que realicemos la eternidad,
rememoremos
al Padre con aceptación, sanación y lealtad,
y para que encontremos la igualdad del Todo Ser en todas las
cosas que son.
Por la comprensión constantemente comulgamos
con la consciencia
del compartir y del agradecimiento,
y la templanza
permanentemente nos conforta
con el tratamiento
del piadoso y el valor de lo supremo.
Permeabilizándonos
a la iniciación por la gloria del Padre,
sosteniéndonos
con las revelaciones que nos
dirigen al dar la victoria
al Uno,
y con la fuerza de la contemplación,
de la asistencia
y del atrevimiento,
la armonía
generará la vibración
que preserva
al balance del intercambio en la amistad.
Surge la verdad de la resurrección.
Sólo sigue elevarse
para consumar la hospitalidad en el ser.
fin.


