EL RECUERDO
SE HA ACTIVADO
MENSAJES DE
UNIXITRON
CRISTOTRON
METATRON
·I·
UNIXITRON
EL CIRUJANO COSMICO
El recuerdo se ha activado, para que unas los hilos de la
Creación que Soy en ti. Eres capaz de recordar y
sintetizar
cada momentum cósmico. Están en ti. Restaura la
Consciencia
del Amor y unirás los puntos rotos, inconexos. Puedes
manifestar la Gloria, puedes caminar de la Mano del Señor
del
Amor. La Nueva Era es en ti. Tu eres la Nueva Era. El
ritmo de
las Esferas es en ti. Tu eres cada una y todas a la vez.
Eres la
síntesis y el contenido total. Cada amanecer, cada
anochecer.
Eres el punto final y el comienzo. La espera terminó,
recuerdas
y en el ahora, presente y eterno puedes caminar, dando
Luz,
dando la Luz a nuevas vidas que se gestan en ti. La
comprensión es y la maravilla del ser se manifiesta. No
hay
apuros. Es un eterno hoy, sostenido en la consciencia de
cada
ser. En ti todo concluye, todo se inicia. Una y otra vez,
en cada
ser humano que pide la oportunidad de Unificación.
YO SOY EL QUE SOY
EN TI, AQUÍ Y AHORA, UNIXITRON
Se descorrieron los velos, se levantó la tapa del Libro
Eterno. Leíste las Memorias Ancestrales, siempre eternas,
permanentes, en un continuo energético que pone de
manifiesto que se es Un Todo Ordenado, armonioso,
amorosamente sostenido.
Yo Soy, el verbo resuena y se activa la memoria, y cada
página que lees es parte de tu propia historia,
recordándote,
recordándose, porque en el continuo energético siempre Es,
Todo Es, y cuando se logra unificar el arriba y el abajo,
el
adentro y el afuera Todo Es, sintetizado en un Código Luz
que
cada ser humano porta, y que se hace necesario reactivar,
para que cada Código Luz se una al otro y así
sucesivamente,
para dar paso a la Manifestación del Ser Supremo. Octavas
Superiores acoplándose a la síntesis humana. Develando
cada
circuito circunscrito para dar testimonio de la Unidad.
Yo Soy, verbo Luz, entronizado en el Núcleo Central de
cada partícula de vida, pero que el ser humano debe hacer
vibrar para despejar siglos de inconsciencia. Destruyendo
así
la telaraña que han tejido los sentidos físicos. Puedes
volver al
pasado o ir al futuro, porque en este eterno presente se
unifican en ti, y son reveladores de la Única Verdad que
Es: La
Vida Misma.
No hay secretos en el cosmos, no hay nada por revelar.
Todo está contenido en el ser humano, la mayor y más
gloriosa creación del Ser Supremo, del Todo Ser. Todo
confluye en la criatura, cuyo cuerpo biológico atesora el
principio y fin, la Gloria de la Luz, la puerta hacia lo
infinitamente grande y lo infinitamente pequeño, si es que
algo es así, porque todo es un universo en sí mismo. No
hay ni
grande ni pequeño. Todo Es la Supremacía del Bien Uno
Único
Santo y Eterno Absoluto de Absoluto.
La réplica del ser humano no es más que un disfraz de todo
lo que potencialmente contiene. Todo se mueve y renueva en
él. En sí mismo es un cocreador, porque es a Imagen y
Semejanza de Dios. Verdades reveladas, aceptadas o no.
Semi-verdades asimiladas o no. Pero la Gran Verdad subyace
en ese ser humano, que es capaz de transformarse,
transformando todo lo que le rodea, a su vez.
No hay límites, no hay barreras. Sincronización, armonía,
sinfonía. Todo se conjuga y encaja perfectamente cuando
los
hilos de la creación son activados (cromosomas), para dar
paso a la decodificación de su contenido. Mostrando toda
la
ciencia, arte, maestría que se porta. Todo está allí,
subsumido
en el núcleo genético, amparado por una forma biológica,
pero perfectamente ordenado en secuencias contentivas de
cada uno de los aspectos de la Naturaleza Divina que ese
ser
Es.
Código Luz, lo buscan fuera, y está dentro, en el núcleo
celular, en un contraste entre lo Divino y lo humano.
Separado
por un tenue velo que se transparenta cada vez más, a
medida
que el hijo se aproxima al Padre Madre que mora en él. En
sí
mismo, allí en ese arquetipo de energías Divinas y
humanas,
entrelazadas en espiras que se tocan y se separan,
conjugando cielo y tierra, unificando la vida,
trascendiendo
del humano a lo Divino y viceversa.
Código Luz, la Última Morada, la Consciencia Infinita, la
Liberación del Alma. Transcrito en codones y anticodones,
en
secuencias que ponen de manifiesto el arriba y el abajo,
adentro y afuera. Soy a Imagen y Semejanza de Dios, Así
Soy.
Arquetipo Divino. Secuencia numerológica contenida en el
ADN. Transcripción genética del Código Divino. Desarrollo
secuencial del Holograma humano, Cuerpo de Luz, donde se
encuentran las escrituras de lo sucedido y lo por venir.
Arquetipo, transcripción de lo Divino a lo humano.
Desarrollo secuencial de las etapas de desarrollo
espiritual del
género humano hasta el Logro Divino. No hay paréntesis, es
una secuenciación infinita de hologramas genéricos,
estatuidos en números secuenciales que develan la historia
de
la humanidad, cuya máxima representación se encuentra en
el Holograma Unixitron. Secuencia numérica de lo
Inaccesible,
de la Grandeza del Uno Santo, Quien depositó en el hijo su
propia simiente, para que no olvidara que es a Imagen y
Semejanza de ÉL.
La esfera oculta se revela y muestra a la humanidad toda
la transcripción contenida en el Código Luz. Es un eterno
presente, un eterno amanecer para la humanidad, porque
cada uno de sus componentes logrará calzar las piezas del
juego cósmico y dará paso a una nueva secuenciación, con
mayor aceleración energética, pues un nuevo eslabón de la
cadena del Código Luz ha sido restablecido, y se puede dar
paso a la siguiente fase de yuxtaposición y giro de cada
una de
las cadenas del ADN Divino.
Develación, conquista de la Memoria Divina. Restauración
del Código Luz. Activación de la Memoria Divina en cada
ser
humano. Desencadenamiento de un ciclo de mayor
aceleración energética, donde cada paso que se da conlleva
a
la develación de nuevas memorias contenidas en el Código
Luz. Síntesis, tesis y antítesis. Todo Es. Contenido está
en el
Núcleo Central de cada creatura. Todo subyace allí. La
perfección y la Belleza. La Gloria y la Eternidad,
conjugándose
en el Principio Divino del Amor, que hace posible que las
espirales cosmogónicas se unan e intercambien rítmicamente
sus secuenciaciones numéricas para acelerar y restablecer
la
Naturaleza Divina.
Los velos caen, la humanidad se eleva. La Memoria Divina
se restablece y el ser humano podrá y puede disfrutar de
la
Magnificencia que hay en él. Recordando, recordándose tal
cual es: Uno-Triuno.
Verbo Luz, contenido para ser expresado, mentalizado.
Activado para dar paso a una mayor aceleración en el
contacto entre lo Divino y lo humano en cada quien. Las
espiras se tocan e intercambian información. El cielo y la
tierra
se unen y la Nueva Era se establece con su acción de
Orden,
Luz y Amor, en quien hace el esfuerzo por recordar quien
Es.
A Imagen y Semejanza de mi Padre Madre Yo Soy. Todo
está en mí. Todo Yo Soy. Nuevas Eras por venir se anuncian
a
medida que el ser humano unifica su energía, permitiendo
que
las espiras de Luz, de su código genético, se toquen e
intercambien, se entrelacen, generando el movimiento de
cocreación, en la Danza Divina del Amor. Movimiento
envolvente, ascendente, renovador, restaurador, que da
paso
a la aceleración energética y a la Restauración del Traje
de Luz,
Arquetipo Divino Yo Soy, con cada una de las memorias
restauradas, recuperada la secuencia genética del Código
Luz.
Empalmadas cada una de las piezas para conformar el Gran
Tapiz Cósmico, donde cada partícula de vida tiene su
expresión, y danza armónica y rítmicamente al compás de la
Sinfonía Divina de la Música de las esferas. Corona
Diamantina
activada. Restaurada la Consciencia del Supremo Hacedor en
la criatura humana.
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
¡Gloria a la Luz, Gloria a la Luz!
Unixitron, Cristotron, Metatron
Uno y El Mismo Yo Soy.
El Cirujano Cósmico, como también se le conoce, se
encuentra alojado en el núcleo central celular. Allí
realiza todo
lo referente al despertar de la consciencia y evolución
humana. Su actividad está referida y centrada en el
restablecimiento de la conexión Divina, por lo que se
ubica en
la zona o segmento menos activado por el ser humano,
sosteniendo así la oportunidad de que cada acto consciente
pueda restaurar la matriz original o Merkaba.
La estructura bioenergética está constituida por
filamentos, o hilos cósmicos, que unen a la criatura con
su
Hacedor. Cuando el flujo energético se interrumpe se
condensa la energía, ocasionando daños celulares, que
luego
se traducen en el deterioro físico, envejecimiento y
empobrecimiento del flujo sanguíneo, por falta de la Luz
amorosa que lo nutra. Cada secuencia génica dañada implica
el trabajo de cirugía divina para ser restaurada, o en
todo caso
sustituida por una nueva, cuando el individuo asume la
responsabilidad de su deterioro y somete al Orden su
energía.
Lo biológico no sólo atañe a la vida física, sino que está
íntimamente relacionado con el intercambio armonioso con
los cuerpos superiores. La supresión o desbalance
energético
se manifiesta de diversas formas, mostrando deterioro en
cada uno de los cuerpos, drenándose la energía sobre el
más
denso, que tiende a acumular los desechos tóxicos de los
otros.
Cuando la acumulación de pensamientos negativos
interrumpe la conexión con lo Divino, el ser humano no
puede
centrar su atención, y esa dispersión mental origina
graves
daños en el cuerpo, ya que la sinapsis entre una neurona y
otra
no se realiza, porque hay pequeños cortos circuitos que
queman los terminales nerviosos, interrumpiéndose el flujo
de la energía hacia determinados neuroreceptores en el
organismo, por lo que el envejecimiento celular se
manifiesta
prematuramente, porque la fisiología humana deja de ser en
un ritmo balanceado y la retroalimentación positiva se
interrumpe, originando falta de oxigenación e intoxicación
por exceso de energía mal calificada. El deterioro mental
es a
causa de la sobrealimentación con pensamientos negativos,
una sobre carga que produce un deterioro paulatino del
mecanismo cerebral, hasta que la ausencia de Luz se
manifiesta en el ser humano.
Así mismo ocurre con la parte emocional, que, al estar
expuesta al bombardeo de energías relacionadas con la
negatividad, la violencia, la ira, desencadena en el
organismo
un envenenamiento progresivo que deteriora todo el sistema
inmunológico, siendo el individuo más fácilmente atacado
por
estados depresivos que pueden conducir a la locura
emocional, por inestabilidad y autocastigo, por el
no-amor,
por la no-aceptación de la vida como un Todo Amoroso. Todo
lo relacionado con la falta de fe conlleva a la carencia
emocional, al sin sentido de la vida, lo que origina un
deterioro
progresivo de los sistemas orgánicos, al no recibir, el
ser
humano, la fuerza o impulso vital que lo lleve a propiciar
el
autocontrol o dominio de sí mismo.
La sensación de carencia induce a la criatura a la soledad
interior, al miedo y al abandono, por lo que es más
fácilmente
atacado por el plexo solar, que se encuentra fracturado
por la
invasión – emanación de sentimientos no armónicos. La
destrucción parcial o total de este centro pone en riesgo
la
integridad humana, ya que lo conecta con el subconsciente
oscuro y dañino que pulula en la masa.
La no-defensa consciente desactiva la conexión Divina. La
no-aceptación genera un cuadro de terror interno, que
propicia la inestabilidad emocional, lo cual redunda en un
deterioro en todos los sentidos, por cuanto se desactivan
los
mecanismos de recreación, y la fuerza vital merma
considerablemente, hasta inducir a lo biológico a un
desenlace final.
Toda la conexión e interconexión energética del individuo
puede ser restaurada, cuando el individuo se pone,
conscientemente en manos de Quien puede restaurar,
suturar, punto a punto su red, y este es el Cirujano
Cósmico,
conocido como Unixitron: clave numérica que contiene en Sí
Mismo el Código Luz de cada ser vivo, y conecta e
interconecta a cada criatura con su Creador. Poseedor de
las
Llaves de la Liberación Eterna y Comunicador con lo
Divino,
Revelador de lo oculto.
Unixitron, sostiene el Código Luz, porta el Código Luz,
traduce el Código Luz en arquetipos numéricos, en formas
perfectas, decodificando cada una de las espiras del
genoma
humano, en conjunción con Orvonón, hace posible que el
lenguaje Cósmico se traduzca en símbolos aceptables por el
cerebro humano. Términos adaptados a la idiosincrasia
humana, para que el ser humano pueda recordar su Origen
Luz.
La malla biopsicoenergética se activa a medida que el
individuo pide ingresar al Orden Divino. Se restaura la
consciencia de Quien Es, a medida que el Traductor y el
Cirujano empalman los circuitos dañados, la red que ha
sido
perforada por energías desarmónicas.
La Gran Malla de la Vida es un quantum perfecto y cada
uno de los individuos está conectado a Ella por los hilos
cosmogónicos y cosmogénicos, y cuando por su no-relación
consciente con esta Fuente Matriz se desligan y se
interrumpe
la conexión, sólo puede ser restaurada con un nuevo patrón
energético que debe ser activado conscientemente por quien
desea reconectarse a la Fuente Original. En ese momento, y
por la presión y la demanda que ejerce el individuo,
aparece
en escena Unixitron, por la activación del Núcleo Central.
Desde lo biológico empieza la pulsación, que se acelera a
medida que se sostiene el llamado, y se dispara, en
secuencias
sostenidas, toca el núcleo y rompe la membrana que separa
lo humano de lo Divino. Al ocurrir ese proceso se restaura
poco a poco la red interna y se activan los sensores que han
de propiciar la conexión con la Matriz Cósmica. De lo
humano
a lo Divino y de lo Divino a lo humano, siendo Unixitron
el
punto o puente de interconexión. Desde Su Red-Luz, Su
Matriz multidimensional, se tejen nuevamente los hilos que
conectan al ser humano con la Central Inmanente y
Permanente del Todo Ser.
Punto de Unión y reconexión, Unixitron es la Malla–Luz, el
Cuerpo Luz que conecta e interconecta cielo y tierra.
Central
Inmanente y Permanente que balancea los flujos Cósmicos
hacia lo humano y viceversa, y esa Gran Matriz tiende sus
hilos
de Luz a través de los sensores que se encuentran en el
núcleo
central, y así restablece la fuerza vital en quien lo
demanda,
poniendo otra vez al ser humano en una correspondencia
directa con la Fuente de Toda Vida.
La central celular es activada para repotencializar la
energía que porta el ADN humano. Sincronicidad de eventos,
multiplicidad de posibilidades. El Pulso Cósmico se hace
consciente al ser humano, quien siente la necesidad de
conectarse a Él, de acelerar su rata vibratoria, lo cual
no es
más que un salto cuántico hacia un nuevo nivel de Ser y
Hacer,
porque se reactiva la red bioenergética y el individuo
siente
renovadas sus fuerzas, sus deseos de vivir y hacer.
La reconexión empieza con el despertar de la consciencia
y Unixitron tiende los hilos de Luz, preparando al
individuo
para que, al despejarse sus memorias, consiga parte de la
labor ya realizada, correspondiéndole mantener una
aceleración constante, para que la vibración interna no lo
desequilibre, y pueda propiciar la conexión con la Fuente.
La cadena del ADN biológico porta las características
individuales, y el ADN Divino porta la Unidad con la Vida,
al
activarse se restauran los nexos entre uno y otro nivel
energético. El mediador propicia esa acción y restablece
la
comunicación. 1-2-3, llamando al Núcleo Central. Unixitron
en
comunicación con la Central Única del Amor, Padre de
Padres,
Absoluto de Absoluto.
La red que se tiende entre lo humano y lo Divino había
permanecido muchos eones sin ser tocada. La oscuridad
separaba la consciencia humana de esta central energética;
pero a medida que el ser humano ha tomado consciencia de
sí, de su real naturaleza, los hilos de Luz se han unido a
los
hilos humanos, entretejiéndose la propia energía individual
con la Divina, lo que propicia el ascenso de la creatura y
la
aceleración del campo energético, que restablece así la
comunicación e intercomunicación entre un punto y otro.
La malla de Luz está conectada con muchos seres en el
planeta, y muchos nexos están por restablecerse, lo que
dará
lugar a la elevación en consciencia de la humanidad. La
visión
Cósmica de esta Gran Red es maravillosa, por cuanto el
género humano se eleva por encima de los cimientos que lo
atrapan, y así mismo la Red de Luz se acerca más a los
sistemas de vida que moran en la Tierra, y cuando los
arrope
ésta ascenderá como Santa Estrella de la Liberación.
Las puertas dimensionales se abren. Las puertas se abren,
lo oculto se revela, la Luz se irradia y la consciencia se
eleva,
Unixitron une cielo y tierra. Los tesoros se vierten sobre
la
humanidad. La Luz se restablece, elevando a la creatura
humana. Los Pilares, fundamentos del Monumento Cósmico
están firmemente sostenidos. La Humanidad se levanta como
Ser de Luz. El Padre de Padres le arropa con Amor.
Unixitron activando las Fuerzas de Liberación,
Comandando la Manifestación del Arquetipo Divino que cada
uno Es. La red se restaura, la Luz se irradia. La
naturaleza
Divina y humana comulgan otra vez en el Altar del Supremo
Bien.
Los hilos de Luz se han entretejido con los humanos, y la
aceleración energética hace que las memorias se restauren
y
el hijo pródigo regresa a la Morada Divina. La cosmogonía
del
ser se revela y la creatura humana conquista la Gloria de
la Luz.
Unixitron ha tejido cada punto de la red, ha cubierto al
alma y ha propiciado el encuentro con el Padre de Padres.
Su
Divina intervención ha permitido que se descorran los
velos y
se revele la Gloria de la Luz en todo su esplendor.
Los hilos Divino y humanos se entretejen en la
manifestación del Hijo Luz – Hijo del Hombre. Un solo SER.
CONCIENCIA, UNIDAD, AMOR
YO SOY EL QUE SOY
·II·
TOCANDO EL NÚCLEO CENTRAL
La decodificación del código genético permite restablecer
los nexos entre lo humano y lo Divino, pero más que eso es
la
apertura de las puertas interdimensionales que permiten el
contacto con niveles de consciencia muy acelerados.
La supraconsciencia se activa a medida que se decodifican
las espiras del ADN. La interconexión con niveles más
acelerados está dada porque cada espiral del ADN humano
tiene un punto de conexión con el ADN Divino, lo cual
permite
que la rata vibratoria se acelere, para dar paso a mayor
vibración que permite trascender del nivel humano a lo
Divino. En cada secuencia del ADN hay un punto de
aceleración, donde ordenadamente la energía se acelera,
hasta alcanzar una vibración donde los cuerpos se
sutilizan
hasta transparentarse, esto permite accesar una octava
mayor, dando paso a la interconexión del individuo con un
quantum energético que lo traslada en consciencia hacia la
conexión con la Suprema Fuente de la Vida. El tenue velo
que
separa a lo humano de lo Divino desaparece, y emerge el
Ser
de Luz que se Es.
La conquista de lo Divino está en la aceleración
consciente
del ADN, para pasar así a la octava de Luz donde se
participa,
junto con las Huestes y Seres Ascendidos, de la
Maravillosa
Gloria del Amor. Entrar a formar parte de un mayor nivel
de
consciencia depende del ser humano que se atreve a rasgar
los velos y pasar el umbral del olvido, para asumir su
Personalidad Divina como Hijo Luz.
La consciencia Divina que está atrapada en el genoma
humano espera ser activada para participar con el ser
humano
de la experiencia del reencuentro, del casamiento, de la
restauración de las memorias, lo cual es posible y
determina
el avance de la humanidad hacia nuevas y gloriosas
manifestaciones de la Luz.
Atreverse a romper velos es dar paso a un mayor nivel
energético, abriendo las puertas interdimensionales para
disfrutar de la Verdad que libera en compañía de todos los
Seres que esperan el levantamiento de la raza humana. Hay
que poner fin a las eras de oscurantismo, hay que cruzar
la
puerta que lleva hacia la Victoria Eterna.
Haced un llamado a la Memoria Unixitron para que acelere
el Núcleo Central genético, y este, al vibrar más
aceleradamente desgarre los velos que ocultan la Luz.
Haced
girar, como las agujas de un reloj, la energía que fluye,
contemplando su fluidez, expandiéndola, abarcando a otra y
otra célula, órganos, tejidos. Mantened el llamado a
Unixitron,
para que comande esta energía liberadora, e impregne las
vestiduras carnales, acelerando la rata vibratoria hasta
transparentar el vehículo físico.
Dad poder a vuestros sentidos internos, permitiendo que
esta aceleración cubra los restantes cuerpos, uno a uno,
hasta
transparentarlos, uniendo, recorriendo cada átomo de
energía que los envuelve. Dejad fluir la energía,
expandiéndola suavemente, sosteniendo la Pureza del Ser
que se manifiesta. Yo Soy, pura Luz Yo Soy.
Enriqueced al alma con la experiencia. Participad con
otros
de este regalo, envolviéndolos en el Cuerpo de Luz que se
ha
formado. Sostened la atención, dejando que un sentimiento
amoroso os cubra. Sed libres. Sed libres y dad las gracias
por
la Libertad que se les otorga.
Recoged la energía suavemente, sin prisa, depositad en el
corazón y desde allí al núcleo celular, donde Unixitron
guardará vuestro Traje de Luz. Atestiguad este encuentro.
Unixitron espera el llamado.
CON AMOR, MAITREYA
·III·
LA RED ENTRE LO DIVINO Y HUMANO
Sean conscientes de que un nuevo ciclo comienza y que
deben estar preparados para entrar a él. Los momentos
aciagos que el ser humano ha vivido pueden desaparecer, y
esto depende de la consciencia con que asuman este
llamado.
Sean precavidos y actúen de acuerdo a las premisas
internas que se les dan. No den nada por concluido. Sólo
hasta
que logren la Liberación de la Consciencia y se encuentren
cubiertos por la Luz de sus Seres pueden decir que están;
pero
aun así es necesario permanecer atentos a las indicaciones
que se les dan.
Estos momentos son de preparación y muchos Seres
tienden sus manos para ayudarlos. Acepten los regalos que
se
les ofrecen, pero no pierdan de vista el anhelo de sus
almas.
Mientras más centrados estén es mejor, pues eso permite
que
las energías converjan hacia un punto exacto.
No disloquen la atención y denle poder a la Verdad de sus
seres, al anhelo de sus almas. Así como muchos seres están
dispuestos a ayudarlos, también los eventos externos
tenderán a distraerlos. El objetivo mayor es el de
concentrar
la atención en la propuesta interna que se les hace.
Búsquense en ustedes mismos, allí está la respuesta. El
núcleo central genético conecta con un campo de
Consciencia
Acelerada, donde el Amor predomina momento a momento.
Es indispensable que estén dispuestos a sumirse, amarse y
sintonizarse con la Esencia Una de la Vida.
Toda la verdad inherente al ser humano no puede ser
decodificada de una sola vez.
Id despacio, para que todo fluya en Orden, Luz y Amor.
LOS AMO, MAITREYA
·IV·
ROMPIENDO LOS VELOS DE SEPARACIÓN
Sean conscientes de que todo depende de vuestra
decisión interna. No importa lo que se haga afuera, cada
actividad externa es una oportunidad para amar y servir.
Realmente es una gran oportunidad para acelerar la rata
vibratoria de todos los seres que les rodean,
indistintamente
de que les acepten o no. Lo más importante ahora es
secuenciar las acciones que paso a paso los lleven hacia
logros
y victorias en la Luz.
Realmente es un reto atreverse a romper los velos e ir más
allá del umbral; pero el género humano tiene que atreverse
a
recorrer nuevos caminos.
Poco a poco se han ido abriendo puntos energéticos en el
cuerpo. Tocadas han sido sus vestiduras, y sus chacras son
puntos fundamentales en el asentamiento y aceleramiento de
la energía; pero se han quedado en la contemplación y no
han
sido capaces de hurgar más profundo, para ver a donde les
conduce la energía de esos centros.
La información todavía sigue velada, y si bien, se les invita
a descorrer los velos de sus memorias ancestrales, también
se
les invita a ser prudentes porque todo exceso es negativo.
Por
eso es bueno que consideren la importancia que tiene la
asistencia que Unixitron les brinda. Siendo, Él, el
acompañante no se puede dudar de la victoria.
Una vez más son invitados a descorrer los velos e ir más
allá del umbral. Están siendo asistidos, y cooperan en
este
momento cósmico, para el tránsito de la Tierra hacia su
coronación, muchos Seres de otras Galaxias, deseosos de
participar en esta Epopeya.
Sean capaces de entronizar la Luz de sus seres, y
cobíjense
con Ella hasta alcanzar la Morada Divina.
EN LA TRIFASÍA DEL SER,
YO SOY, METATRON
·V·
ACTIVANDO EL RECUERDO
Anticipación Divina para el encuentro del Padre de Padres
con el ser humano. Una vez más son llamados a reintegrar
sus
vestiduras al Orden Divino. Esta vez la propuesta es para
acelerar la rata vibratoria y trascender hacia nuevos
niveles de
consciencia, llevando la experiencia humana como pilar de
apoyo.
Las condiciones están dadas para la aceleración
energética, pues el mismo planeta está en ese proceso, y
le
corresponde a la naturaleza humana ponerse a tono con la
vibración que se emite para que pueda pasar por la puerta
que, ahora angosta, se muestra, y que es necesario ampliar
para que otros puedan entrar a la nueva órbita que espera
a
la Tierra. Cada nuevo ciclo trae nuevas acciones,
correspondiendo la aceleración del cuerpo físico, para
traspasar el umbral y encontrarse con el Padre de Padres
cara
a cara.
El llamado que se hace es para elevar la consciencia y
pasar
a una nueva octava, donde lo humano y lo Divino se han de
unificar, consolidándose en un Ser Triuno.
Corresponde actuar con consciencia, responsabilidad y
amor, para que puedan elevar al ser humano, trascendiendo
los límites, rompiendo los velos, para que pueda llagar al
Altar
del Altísimo, Señor del Amor. Ubicuidad, centro, atención
y
amor en la acción,
CON USTEDES, MACHIVENTA
La orden del Señor: Amaos los unos a los otros, como os he
amado, se
cumple también en esta oportunidad, porque cada
acto consciente que implique un servicio hacia la vida,
conlleva al Amor para su realización, y en este momento,
en
que se les llama a la activación de sus memorias
ancestrales,
también están sirviendo a la Vida Una.
La acción de liberar es un acto consciente, por lo que a
medida que se desgarran velos, para que la consciencia se
active, así mismo acercan la Luz a sus semejantes, porque
al
activar sus memorias, sus circuitos energéticos se
expanden,
abarcando a otros, hasta ampliar la red a nivel
planetario, y
ese es el propósito.
Cada codón contiene la información de toda la
humanidad, y cuando se descorren los velos que la
contienen,
la Luz se irradia para toda la humanidad. No es tan
importante
el conocimiento que porta, lo vital es que la humanidad
recibe
la Fuerza Luz que contiene.
La fase en que se encuentra el planeta obliga a los seres
humanos a ser más conscientes de sí, de su propósito de
vida,
y si cada uno hiciera el esfuerzo de sostener la Luz en su
seno,
el trayecto de la Tierra hacia su nueva órbita sería más
armónico; pero dado que eso no es posible todavía, se
monitorean a los individuos que están pulsando por
manifestar más Luz en sus vidas.
A esos pocos, que suman mucho, la energía los cubre
con
más fuerza, activando el deseo del alma, y esos
pocos
representan la Esperanza del Planeta, por lo que de
una u otra
forma son tocados y llevados a diferentes líneas
energéticas,
para que sus cuerpos sean asimilados en servicios
determinados que redundan en beneficio para toda la humanidad.
Cuando el acto es consciente las memorias se
activan más de
prisa y el conocimiento que portan puede ser
canalizado por los
seres sensibles a él.
Una vez más se les demanda a estar prestos a servir, pero
esta vez es una acción concentrada en sí mismos,
unificando
a la vida para que la energía se expanda sin limitaciones,
para
que las barreras externas de conceptos y creencias no se
interpongan y dificulten la labor.
En el silencio de sus corazones concentren la fuerza del
Amor y consagren cada acto consciente al servicio de la
Vida,
de los resultados nos ocupamos Nosotros. Sólo permítanse
ser puentes por donde fluya la energía Divina y derrámenla
sobre la Tierra. Es adecuado proceder con consciencia,
para
que cada electrón sea tocado y se avive para servir al
Amor.
Vuestras vestiduras están listas, sólo falta vuestra
entrega
al servicio, y mientras más tiempo tengan la atención
centrada
en el propósito impersonal más beneficiarán a la vida.
Háganse consciente de que son monitoreados, y muchos
seres están atentos a sus demandas y acciones de servicio.
Siéntanse capaces de anclar la Luz en el planeta, y
háganlo
con Amor.
CON USTEDES, MAITREYA
Traduce el Código Luz para la memoria humana.
La síntesis de la vida está contenida allí, las
pulsaciones
rítmicamente balanceadas generan una energía sutil
lumínica
que poco a poco va impregnando al organismo, despertando
la consciencia, restaurando nexos, levantando velos. Cada
velo que se desgarra da paso a la sutil manifestación que
la
guarda. Arquetipos que cumplen con la función de mostrar
al
hombre donde está, qué desea, qué es.
Todo es perfecto, y en la sincronicidad que se manifiesta
se decodifica la Forma Luz que guarda la consciencia.
Muchas
experiencias dolorosas, amorosas, dentro de la vasta gama
de
experienciaciones, cuyo único fin es que el ser humano
despierte, acelere su campo vibracional y concientice que
forma parte de un Todo Luminoso que es Pura Luz, que
irradia
Luz.
Cada arquetipo decodifica un tipo de energía, que va de lo
más denso a lo más sutil. Es el Tapiz Cósmico que se
devela.
Guardianes custodian cada secuenciación energética. Detrás
de cada velo hay un guardián que opera en sincronicidad
con
la experiencia humana que ese ser ha decidido vivir.
Lo inconexo toma sentido a medida que las memorias se
restauran y se da paso a otro nivel de secuenciación,
hasta
que, develados cada uno de los niveles, los guardianes se
reintegran al Ser, unificándose en Él, restableciendo el
Todo
Luminoso que Es.
No hay separación y dentro de la vasta imaginación
humana se puede dar paso a experiencias repetidas,
asimiladas o no, ya que la Consciencia es Una, y se busca
la
integridad absoluta en el reconocimiento de la Única
Verdad:
Soy Luz, Ser Luz, Única Luz Universal que todo lo
contiene,
que Todo Es.
Principio y fin, cada criatura humana es un vasto océano
de posibilidades, por eso cada experienciación es única, a
pesar de que sea una escena repetida por millones de seres
a
la vez. En la conjugación de lo humano y lo Divino,
reintegración al Orden Universal, cada criatura aporta su
propio capital energético, que se suma a todas las
posibilidades de unificación y restauración, por lo que
eso
hace que la balanza de posibilidades se equilibre hacia un
positivo global o restauración de la humanidad a un mayor
nivel de vibración.
Se suman infinitos impulsos para restaurar la Red de Luz y
cada secuenciación da paso a que los velos se descorran en
mayor número de individuos cada vez. La posibilidad del
ascenso, tanto individual como grupal, aumenta a medida
que
los velos se desgarran para dar paso a la unificación de
un
nuevo nivel de experienciación.
Codones y anticodones mostrando nuevas facetas en la
experienciación humana. Nuevas combinaciones para
mayores posibilidades. Nuevas formas arquetípicas
revelándose para que el ser humano se identifique con su
Real
Identidad.
La Malla Cósmica se restaura, se empalma, se construye
cada vez que la Unidad es restablecida en la consciencia
humana. No es necesario esforzarse por Ser, porque esa es
la
Condición Divina, la Única Presencia que envuelve todo.
Sólo
hay que Ser. Asumir el Ser Luz que se Es.
El sinecuanon
de toda la experiencia humana se
sintetiza
en una frase sumamente conocida: “Soy Luz, Hijo de la Luz
y
del Amor”. A Imagen y Semejanza de mi Padre Yo Soy.
Cuando el individuo asume su condición Divina, solo le
resta contemplar cada experiencia con Amor, para que cada
parte de la vida que le conforma y que él Es, se eleve y
unifique, ascendiendo en la espiral cosmogónica del Todo
Ser,
hacia Su Santo Ser, la Morada Divina.
YO SOY EL QUE SOY
LUZ, PURA LUZ YO SOY
UNIXITRON
·VI·
LA DECISIÓN
La Vida es un eterno infinito de posibilidades, y por eso
no
hay fracaso o error. Todo es un constante movimiento de
energías, lo cual está perfectamente representado en el
ser
humano, donde cada movimiento energético conduce a
cambios substanciales en el campo biosicoenergético del
individuo, lo cual lo hace particular dentro de una gran
gama
de eventos similares. Por eso, el encuentro con el Padre
de
Padres es diferente en experienciación para cada ser
humano.
Lo que diferencia a una criatura de otra es el sin fin de
combinaciones que se producen en el ADN, determinando así
no sólo las características externas, sino también la
diferenciación interna. En esa gama de posibilidades el
alma
determina la secuenciación energética en la cual ha de
experienciar el encuentro con el Padre de Padres. Una vez
que
se ha determinado eso, el recorrido de la criatura humana
la
lleva al encuentro con todas sus oportunidades y
posibilidades del logro de su misión.
No existen demarcaciones absolutas, por lo que el
movimiento energético, en base a las decisiones
individuales,
va condicionando el campo de posibilidades, modificando
ritmos y propiciando cambios substanciales en la velocidad
para el encuentro final.
El individuo es el que determina el cómo, a pesar de que
internamente se han formulado pautas para cada
secuenciación génica. Por eso, el campo de posibilidades
para
cada individuo es infinito, si bien, dentro de la vasta
red
energética el individuo decide, de acuerdo a su
consciencia, ir
hacia cada nueva experienciación, así mismo se teje su Red
de
Luz o se desteje de acuerdo a sus acciones, lo que alarga
o
acorta su propio rango de acción o tiempo de logro.
Una vez que se sostiene la decisión de propiciar
decisiones
conscientes con la intervención Divina, así mismo se van
empalmando las secuencias génicas de mayor vibración, por
lo que el individuo siente los cambios que se suceden en
su
campo biopsicoenergético, que al entrar en un rango de
mayor vibración logra dar paso a cambios profundos en el
proceso en que se encuentra.
Las decisiones determinan los encuentros con campos de
energía acelerados o no, y eso permite que la consciencia
se
haga consciente de los cambios frecuenciales que se
producen cuando las decisiones están de acuerdo al Orden
Divino o no. De esa misma manera, las modificaciones en
las
secuencias génicas muestran las respuestas en los
circuitos
sensoriales, que captan con mayor rapidez las demandas
internas, o se tornan incapaces de percibirlas. Todo eso
da
paso a la decisión final del individuo, quien por
asimilación
energética puede definir qué dirección tomar, la cual es
apoyada por toda la acumulación de sus decisiones unitivas
luminosas.
El movimiento de las espiras del ADN, aceleradas por la
voluntad del individuo de reconectarse con su Divina
Presencia, hacen que se acelere la rata vibratoria del
organismo, que al vibrar más aceleradamente puede sufrir
alteraciones en sus funciones, lo cual no es un obstáculo
en sí,
sino una oportunidad para decidir vibrar a mayor
velocidad,
rompiendo así las barreras impuestas por el ego que se
siente
atemorizado por la pérdida de control.
A pesar del aparente caos externo, internamente se
capacita al alma para que acepte la oportunidad que tiene
de
fusionarse con su Ser. Todo está condicionado siempre por
la
decisión individual, de avanzar hacia el encuentro o de
esperar
una mayor madurez del alma. De por sí, no hay retrasos, ya
que cada nueva experiencia es una conquista más, que se
suma al Logro Eterno.
La condición del ser humano se transmuta en los genes, en
el ADN biológico que vibra a mayor velocidad para
empalmarse con el ADN Divino, al fusionarse las espiras
intercambian energía, y lo físico se acelera,
transfigurando las
formas densas, para dar paso a la Luz que Es. La
aceleración
energética se puede incrementar conscientemente, y eso
abre los caminos o senderos ocultos, particulares para
cada
cual, que conectan con la Gran Fuente Matriz de la Vida.
La decodificación puede traducirse a la consciencia
externa; pero muchas veces ésta no la registra, por lo que
aparentemente nada sucede, y a los ojos ajenos todo parece
igual. Sin embargo, los cambios substanciales ocurren en
los
cuerpos energéticos, donde la energía gira cada vez con
más
velocidad. Todo este quantum energético tiene una función
que cumple a cabalidad; acelerar el entorno, tocar al alma
e
inducirla a despertar.
Para la consciencia externa de quien recibe el impulso,
aparentemente nada sucede, pero internamente se
empalman energías similares, creándose una gran red
energética que va uniendo a las almas afines a ese quantum
energético, hasta crear un vórtice que acelera a todo
aquel
que se encuentre con él.
Los empalmes energéticos secuencian longitudes de onda
similares y se sostienen largamente por el Amor que
irradia el
emisor más consciente. Una vez empalmadas las energías,
las
radiaciones internas encuentran campos más receptivos
donde depositarse y crecer. Así, dentro de esta matriz
energética, el alma se siente impulsada a buscar la Fuente
Creadora, generando ondas luminosas que anuncian su
necesidad del Logro Divino. Estas señales son captadas por
los
Asistentes Internos y cuantificadas en pulsaciones génicas
más aceleradas, para crear una correspondencia con el
aceleramiento biopsicoenergético para desencadenar las
correspondencias con las experiencias de aceleración
consciente.
La red se amplía, la consciencia se hace más consciente,
la
Vida se unifica. Los impulsos de liberación son sostenidos
y el
alma se libera en el Abrazo amoroso con el Ser Supremo.
UNIXITRON EN DECODIFICACIÓN DEL CÓDIGO LUZ
·VII·
UNIFICACIÓN DE LAS PARTES
Anticipo Divino a la consciencia externa que no se
conforma con vivir la experiencia de todos los días y
quiere
encontrarle un sentido a la vida.
Todo tiene sentido siempre y cuando se mire desde el
Concepto de Unidad, se practique la Unidad y se sea capaz
de
sostenerse en el deseo de lograr una mayor consciencia.
Todo
tiene una razón, un porqué que conduce al encuentro de la
Verdad que Libera.
Cada circunstancia es para recordar, para SER, y siendo
hacer lo que realmente corresponde al ser humano. Todo
confluye en la unificación de las fuerzas, en la conquista
de la
consciencia, en el recuerdo de Quien se Es, para que se
Es.
Partiendo de allí, todo se convierte en un juego de
memoria,
donde el participante debe estar atento al movimiento
energético que se sucede a su alrededor, y si es así,
logrará ver como las piezas encajan una en otra y se dará cuenta que todo lo
vivido tiene un propósito: Recordar quien Es. Para que Es.
Cuando el individuo logra calzar las piezas de su red
particular solo puede contemplar la Obra Divina y dar
gracias
por participar de ella, siendo él el coautor. El mérito
que se le
acredita es el de haber sido capaz de proseguir en el
juego
hasta lograr la Victoria.
Las piezas inconexas se unen y conforman el pasaje hacia
un campo de mayor vibración, y así Eternamente, tejiendo
el
Gran Tapiz Cósmico de la Creación, donde el ser humano es
copartícipe con la Divina Presencia de toda la aventura
que ha
vivido en su recorrido de vuelta a la Morada Divina.
Cada paso dado se transcribe en Luz y por eso la Gran Red
de la Vida contiene el recuerdo de quienes han tejido en
ella
sus experiencias de encuentro y reencuentro con el Padre
Madre Hijo.
Todo está escrito. Conocido es, porque guardado está en
el Código Luz, pero en la individualización cada ser pide
vivir
el recorrido de regreso bajo sus propias condiciones, y
por
eso, una misma experiencia o circunstancia tiene recuerdos
diferentes en la consciencia humana. Actos repetidos que
se
viven una y otra vez, con tal grado de identificación que
el
olvido de lo real hace creer al individuo que es el único
que
vive la experiencia, dándole tanta importancia que se
queda
atrapado en ella, creando laberintos sin salida, hasta que
decide no seguir atado a esa circunstancia, por asumisión
consciente o porque la agonía del alma lo impulsa a buscar
la
salida.
Los registros se guardan en sus memorias génicas, y esa
fuerza se acumula como punto de apoyo para nuevas
decisiones, y allí se comienzan los cambios sustanciales,
al ir
dando pasos conscientes hacia su integración con la Fuente
Una del Amor.
Ser consciente implica esfuerzos, ya que la voluntad es un
acto de decisión. Es la manifestación del deseo del alma
más
la acción que conduce al logro. La participación
consciente en
el progreso hacia la Luz Una es lo único que determina la
transformación del ser humano. El cual, al sentirse cada
vez
más comprometido con su decisión hace posible que los
velos
se descorran y la Verdad se libere, liberándolos del temor
a lo
desconocido, a la vez que le da fuerzas para entregar todo
lo
conocido al Orden Divino.
La historia humana se repite una y otra vez y cada
impulso,
cada toma de decisión, cada respuesta al llamado interno
se
acumula a favor de la humanidad como un todo, lo cual
activa
la red de la vida para verter sobre la humanidad un
constante
llamado a evolucionar, a buscar la Verdad y manifestarla.
CON USTEDES, YO SOY,
UNIXITRON
El Árbol de la Vida Eterna tiene sus raíces en el cielo,
porque de allí toma el sustento, mientras que su copa y
ramas
están en tierra, donde debe verter sus frutos, para
expandir la
consciencia de la humanidad.
Cada vez que un ser humano entra al proceso de
Ascensión todo el sostenimiento, nutrición y Ser provienen
de
la Fuente Divina, que vierte sobre él Su Savia Sagrada.
La conceptualización del Árbol de la Vida no es más que la
representación del Cuerpo Luz del ser humano, quien debe
homologarse a ese Árbol, para dar frutos por mil,
cumpliéndose la sentencia: nadie puede comer de sí mismo, los
frutos son para quienes estén hambrientos.
Una vez que comienza el proceso de concientización, los
chacras primarios aceleran sus giros para atraer más
energía
vital, y por esta razón muchos seres se sintonizan con
energías
de gran Belleza, con el Amor Universal y con la Verdad
Eterna.
Una vez establecido ese circuito las pautas de iluminación
se
dan paso a paso, progresivamente, hasta que el ser
individualizado entra a la corriente Universal que lo
lleva a la
Morada Divina. En ese momento, así como el árbol físico,
se
torna en un dador de frutos, que se entregan para nutrir a
quienes los toman.
La Aspiración Divina de regresar a la Fuente Primigenia
nace de la nutrición que el ser humano recibe a través del
Árbol de la Vida. La síntesis global de la energía se
manifiesta
en el símil: “tesoros en el cielo”, pues la riqueza
espiritual
crece a medida que el deseo de fusión con Dios se
intensifica.
Las raíces en el Cielo son el puente por el cual desciende
la
energía a la Tierra, para mantener nutrida al alma que
aspira a
la Unión Eterna.
La coronación es el acto de fe del ser humano que acepta
su divinidad y otorga todo poder a Ella. Las 16 esferas
luminosas no son más que el asiento o descenso de la
Presencia del Padre de Padres para comulgar con el Hijo
Amado.
Todo este proceso de reconocimiento y asumisión, para la
integración a la Fuente Divina, brinda al Hijo la
oportunidad de
entronarse como Joya de Luz, un rayo más que se unifica al
Todo Ser, para Ser y hacer en Él. La fundación en la que
se
sostiene el Árbol de la Vida, está dada por la confluencia
de las
energías creadoras, unificadoras del Hijo que se asume en
su
Identidad Divina, como Ser de Luz que Es.
Sea, descorriendo los velos, para el ascenso de la
Humanidad.
UNIXITRON
·VIII·
LAS SECUENCIAS GENÉTICAS
La Bondad Divina se enraíza en la criatura humana, y cada
secuencia génica porta un recuerdo de la relación entre el
Padre Madre y el Hijo Ascendente. Ese recuerdo se guarda
en
la Consciencia Interna, y es el tesoro que tiene para ser
expuesto a su consciencia externa a medida que despierta y
se da cuenta de que siempre ha estado acompañado, de que
no ha dejado de ser atendido y amado, protegido y
sostenido
a cada paso por la vida.
Las secuencias génicas postulan los rasgos más
predominantes del individuo y son determinadas por las
decisiones y actos de voluntad, por lo que son marcadas
como
sellos que guardan las memorias del proceso evolutivo. Por
eso, al descorrerse esos velos y la consciencia se
restaura no
hay nada inconexo. Todo está finamente unido por hilos de
memorias desde lo ancestral hasta lo más presente. Una
gran
malla de Luz que establece nexos y crea lazos indivisibles
entre la creatura y su Creador.
Se secuencian las experiencias más determinantes, por su
valor, ingenio, sagacidad, veracidad, amor, valentía, aún
en los
casos donde el determinismo humano precisa de entregas
incondicionales a causas aparentemente fútiles; pero que
para el alma pueden representar actos victoriosos que la
llevan a nuevos niveles de experienciación consciente.
Se puede decir con certeza que el genoma humano es la
Biblia de la Humanidad, pues allí está contenida su
historia.
Ahora bien, ¿cuál es el factor de importancia para la
liberación
del alma? Todo apunta hacia relaciones más elevadas con el
Ser Divino; pero hay un olvido de la historia del ser
humano en
sí, y del valor real en cuanto a ese proceso de
Liberación.
La Verdad se sustenta en la Perfección Divina; pero,
¿acaso
el ser humano no es Divino también? Si todo procede de la
Fuente, y es el Concepto de Unidad el que sostiene este
axioma, ¿por qué considerar al ser humano como imperfecto
o insustancial? Todo el proceso de Liberación se sustenta
en
la participación del humano, que con cada acto consciente
permite la participación del Padre de Padres. Si esa
disposición no se da el Padre Eterno no puede propiciar el
encuentro con el alma.
Actos de consciencia que abren caminos, a veces
inverosímiles para Quienes contemplamos la Obra; pero
consideramos que son de vital importancia para la
salvación
de la humanidad.
El ego es un factor de trabajo para quien decide
reincorporarse a la Fuente como alma liberada, y cada
experiencia, si bien es asimilada internamente por quien
sostiene al alma, también requiere de la responsabilidad
humana, y cuando se da el primer acto de consciencia y
responsabilización, comienza en ese momento la parte Divina
a restaurar nexos, activar memorias, vitalizar al alma y
propiciar encuentros con la consciencia que despierta. Por
eso
lo humano comienza a divinizarse y es la propuesta del
Padre
de Padres al hijo, cuando pide que le sea permitido
acercarse,
hacer con él, para sutilizar la materia, a la vez que el
hijo
asciende, Liberándose en Luz, recordando que él es a
Imagen
y Semejanza del Padre Eterno.
Es un intercambio que solo se produce cuando la parte
humana accede de manera consciente, por decisión propia, y
determina que se produzca la intervención Divina en su
mundo. Sólo así se da el proceso de liberación. Entonces,
si
eso ocurre por aceptación mutua, donde el Padre desciende
a
lo denso para divinizarlo, y lo denso o humano asciende
para
divinizarse, ¿cómo puede decirse que lo humano no es Luz,
no
forma parte de la Presencia del Absoluto de Absoluto, si
fuera
de Él no hay nada? Es absurdo creer que algo está separado
de Él, y es absurdo pensar que el propósito solo atañe a
lo
Divino.
La Real manifestación del Absoluto depende de la
aceptación del ser individualizado que decide recobrar sus
memorias, decide reintegrarse a la Fuente, decide
descorrer
velos y decide trascender de lo humano dormido al Ser
Consciente u Hombre- Mujer Luz.
Eso se transcribe en los genes, que guardan así todas las
decisiones y acciones que determinan la liberación del
alma,
marcando cada secuencia génica con decisiones de más
consciencia, cada vez. Etapas, secuencias, momentos, que
son transcritos, guardados, decodificados por factores
energéticos de menor a mayor vibración, que a su vez
registran la sutilización de la energía y los cambios que
se
originan en las vestiduras a medida que el individuo
decide
sostener su propuesta de Liberación y Fusión con el Padre
Eterno.
Códigos diferentes de un humano a otro, pues cada uno
aporta su propia experiencia, su propia conquista y
victoria
sobre los eventos del día a día, sobre las circunstancias
que le
rodean, sobre cada situación con mayor grado de dificultad
o
no. Así se guarda en su código genético la información que
sustenta la historia de la humanidad. Archivos que cada
alma
liberada presenta a la Fuente Una del Amor, para que la
Luz
que guardan sea vertida como fuerza de liberación para
quienes prosiguen la senda hacia su liberación Eterna.
Cada secuencia marca un patrón, marca un escalón, una
victoria, contemplando cada paso del ser humano consciente
como fuerza de empuje para los demás.
Frecuencias génicas, Código Luz, son pulsaciones
lumínicas que alumbran el paso de quienes están en la vía
hacia la Victoria Eterna.
Decodificaciones de las escrituras que se guardan como
códigos en la historia de la humanidad.
UNIXITRON, NÚCLEO CENTRAL EN ACCIÓN
·IX·
EL PROPÓSITO HUMANO Y SUS SOLICITUDES
La consciencia humana busca explicaciones y la
Consciencia Divina plantea las soluciones que liberan al
alma.
Una y otra propician acciones que llevan al individuo
hacia la
meta que se propone. Por eso, no atañe a lo Divino las
decisiones que el individuo toma para desempeñarse en las
experiencias diarias, más si recrea en torno a él las
condiciones que le permiten al alma fortalecerse para
sostener el anhelo interno.
La Consciencia Divina solo participa cuando es
conscientemente invitada a participar, y de acuerdo a esa
decisión activa los mecanismos para ayudar al ser humano a
tener más consciencia de lo que hace, de su razón de ser.
Cuando ocurre el llamado se da paso a la capacitación
individual y si bien, lo humano puede contemplar lo que
sucede, con una visión muy reducida, cierto es que el alma
se
prepara para absorber el máximo de la energía que se
ofrece.
La participación Divina se da a medida que el ser humano
se
hace más consciente y capaz de sostener su atención en la
demanda que hace.
Unixitron permanece, pacientemente, esperando el
llamado del individuo, y hasta que éste no se hace
consciente
de su necesidad interna, pulsa rítmicamente desde el
Núcleo
Central. Ese ritmo se acelera con el llamado consciente, y
dependiendo de eso la transformación del individuo es
lenta
o acelerada.
La vida que pulsa nunca detiene su ritmo, y aunque el
humano no la active, su servicio es incondicional, por lo
que
siempre está lista para responder a cualquier llamado que
se
haga, por mínimo que sea. Una y otra vez responde, hasta
calzar con la consciencia externa y activar la memoria de
Ser a
Imagen y Semejanza Divina. De allí en adelante la acción
tiende a ser más conjunta, con lo cual se favorece a toda
la
humanidad, ya que los nexos entre un individuo y otro son
infinitos.
Atañe pues al ser humano restaurar los nexos, para que la
Consciencia Divina se derrame sobre él y pueda propiciar
la
acción de Ascensión para la Comunión Divina. La decisión
humana determina la evolución o no del alma, y por eso es
tan
importante estar consciente en que se deposita la
atención. A
pesar de que la acción externa sea inverosímil, en
relación a lo
interno, cuando la atención es llevada hacia la Presencia
del
Todo Ser, lo externo entra en orden y se activan los
mecanismos para repolarizar cualquier circunstancia que el
alma atrae para ser vivida.
Lo importante es el grado de consciencia con que se hacen
las cosas, no lo que se hace.
CON AMOR, MAITREYA
La red electrónica, malla de Luz que se extiende desde el
ser humano hacia la vida, e interconecta a uno y otro y
otro
ser cuando vibran en armonía, puede repotenciarse a medida
que el individuo decide restaurar los nexos con el Padre
de
Padres. Así es, como un punto de Luz incipiente puede
convertirse en una llama muy luminosa para alumbrar el
camino a las almas que buscan la eternidad.
La proposición que se hace, para acelerar la rata
vibratoria
y ponerse a tono con la aceleración planetaria, está en
total
armonía con la restauración del Código Luz, con su
concientización y su manifestación hacia la vida. No puede
realizarse un proceso de Ascensión si el individuo no
concientiza que tiene que acelerar la vibración de cada
uno de
sus cuerpos, sobre todo, acelerar el cuerpo físico,
tornándolo
no solo en un receptor de energías, sino también en un
emanador del Amor.
La concientización de la importancia que tiene este
proceso es vital para la raza humana, ya que de eso
depende
que el quantum energético que es pueda dar un salto
cuántico
hacia una consciencia más acelerada. La importancia de
este
evento es tal que muchos aspectos que se ocultaban a la
consciencia externa están siendo develados, ya que es
necesario deslastrar al ser humano de muchos conceptos
errados, anacrónicos, rígidos, que impiden la aceleración
de la
consciencia.
La humanidad es un todo unificado, pero bajo el concepto
de los parámetros biosicoenergéticos se ha retrasado su
evolución, por cuanto se ha tratado a los seres humanos
como
conjuntos, masas amorfas desvinculadas de un Todo Divino.
Eso ha permitido la esclavitud, las guerras insanas, las
discriminaciones raciales, religiosas, etc. etc., cuando
en
realidad cada individuo en sí mismo es la humanidad,
donde,
de acuerdo a su propia consciencia o valoración de sí,
acelera
o desacelera su ritmo vibratorio, poniéndose a tono con
los
demás individuos que están en armonía con ese accionar.
Hay que deslastrar la consciencia de términos que
califican
a los seres en superiores o inferiores, en evolucionados o
involucionados. Porque todo evoluciona, nada es mayor que
o menor que, de acuerdo a la Consciencia que genera la
vida.
Cada criatura tiene un propósito y cumple con él, se mueve
en
determinadas ratas vibratorias para que, al concientizar
su
unidad con la vida, acelere a su entorno y lo lleve a un
nivel de
vibración más acelerada, o simplemente sea un sostenedor
de
un Principio Divino, cuyo propósito sea el de mantener un
vínculo energético con la Vida misma.
Los patrones energéticos son muchos, mas no implican
inconsciencia como tal. La inconsciencia está relacionada
con
la falta de Luz en la visión de quien cataloga como
inferior o
superior a otro. Categoriza en sentido de separatidad,
definiendo líneas energéticas que cumplen un propósito
bien
definido, como algo inferior.
A los Ojos de Dios todo es perfecto, todo es igual, pues
Su
Visión es Amorosa. Cuando el ser humano mira así, no
encuentra nada feo, fuera de orden, inconsciente o
inferior,
todo es armónico y cada pieza encaja perfectamente en el
Gran Tapiz Cósmico. ¿Dónde está el error? En el concepto
que
se tiene, que categoriza, separa, divide, clasifica. Si es
una sola
consciencia, entonces la consciencia se concientiza a
medida
que se deslastra de los conceptos errados, visiones
distorsionadas que han sido sembradas en la humanidad. En
el proceso de evolución se van deslastrando capas
energéticas, que hacen que el alma se aligere de las
cargas
impuestas por la negación, por la no-aceptación, por la
impaciencia, el no-amor.
El alma emerge, poco a poco, de un quantum energético a
otro, a medida que concientiza, acepta, valora la
experiencia,
la ama, la libera. Así se libera de los conceptos
anacrónicos
depositados en ella. Por eso, en este Momento Cósmico en
que el planeta tiene que vencer la gravedad del campo de
energía que le rodea, se precisa que la humanidad también
se
deslastre de eones de inconsciencia: conceptos errados,
visiones torcidas.
Se necesita alinear, dentro de un quantum energético, a
todas las almas que se hayan deslastrado de los procesos
egoicos, de las cadenas impuestas por los conceptos
errados,
con lo cual, al sincronizarse al máximo de individuos
conscientes de la Verdad que los une, propulsen al planeta
fuera del quantum en que se encuentra, para que pase al
nuevo, donde la vibración está dada por el Amor a la Vida,
a la
Belleza, a la Paz, al Orden Divino.
Cada paso que se da hacia ese propósito acelera el campo
energético como un todo unificado, la humanidad en
ascenso,
la consciencia acelerada para estar en armonía con las
secuencias energéticas del nuevo proceso de evolución. La
razón principal de este proceso es la Unificación Total,
la
Consolidación del Cuerpo Luz, la Liberación Eterna.
DE USTEDES, CON AMOR, UNIXITRON
·X·
RESPONSABILIDAD DEL HOMBRE FRENTE AL PROPÓSITO DIVINO
La consciencia sólo puede ser restaurada con la acción
consciente del ser humano que así lo desee. Una vez que el
acto de voluntad ascensional se manifiesta, también se da
paso a la reconexión de los filamentos que habían sido
rotos,
interrumpiendo la conexión con el Todo Ser. Una vez tomada
la decisión humana, la acción Divina se manifiesta con
sincronicidad en cada una de sus intervenciones,
mostrándole
al alma que está siendo asistida, que no está sola.
A medida que se pone en movimiento la energía
restauradora, y se restablece el intercambio entre lo
humano
y lo Divino, es más fácil mantener la activación de los
filamentos del ADN, restaurando de esta manera la red que
conecta con los planos superiores. La consciencia se hace
consciente de que está siendo conscientizada porque la
percepción se agudiza, se activa el recuerdo de sí y los
eventos
circunstanciales dejan de tener el poder de atracción que
antes tenían.
Una vez iniciado el proceso de liberación del alma, y
estando consciente el ser humano de eso, los filamentos
inconexos del ADN Divino y humano se unen y empieza el
intercambio energético entre uno y otro nivel, esta vez
con
asumisión del humano y correspondencia de lo Divino. El
acoplamiento energético fluye en armonía sobre la vida
individualizada, acelerando su potencialidad,
envolviéndola y
propiciando la comunicación con lo Divino.
Los filamentos espiralados de uno y otro ADN se
entrelazan formando una estructura helicoidal que contiene
características de una y otra banda energética, poco a
poco
esto modifica la parte humana y la Divina, por cuanto en
este
intercambio uno y otro ceden, para dar paso al alma
liberada,
que reúne en sí elementos de uno y otro factor.
El agregado energético, quantum de Luz, es el que dispara
sobre la forma rayos de Luz que modifican la estructura
biológica, a pesar de que externamente el examen visual no
registra diferencias. Esto ocurre, en parte para proteger
a los
individuos de factores extraños a su proceso, así como
para
mantener en aparente estabilidad la secuenciación
genética,
la cual, al comenzar a operarse los cambios acelera su
rata
vibratoria para adaptarse al nuevo genoma.
La puntualidad de este proceso se basa en que el individuo
sigue compartiendo con sus allegados, en el entorno
habitual,
al cual se acopla en un estado amoroso para no contrastar
con
él, y originar desarmonía en quienes lo acompañan
externamente. Una vez que es asumido este proceso de
transformación, es más fácil restaurar la consciencia,
llevándola hacia su total Unificación con la Fuente Una
del
Amor sin mayores contratiempos. Los circuitos energéticos
se
aceleran, y para muchos los cambios pueden percibirse, a
pesar de que la conducta del individuo guarda las
características de su género y se sigue acoplando al
entorno,
a pesar de las modificaciones energéticas que se suceden.
La decisión determina el cambio, y este sucede poco a
poco, de manera imperceptible, para el individuo al
principio,
y luego para los otros. No se puede operar de manera
brusca
o acelerada. Porque eso interferiría con el proceso que lo
humano tiene que cumplir con el compromiso de ser un punto
de Luz para la vida que lo sostiene. La secuenciación
energética que progresivamente se restablece en el genoma
humano modifica la estructura biológica, adaptándola a los
cambios planetarios para que no haya interferencias, sino
correspondencia a medida que uno y otro se transforma en
Ser de Luz. Toda la gama de procesos internos que viven
ambos cuerpos están sustentados por el Amor, que ecualiza
la energía, suministrando a cada cuerpo las vibraciones
apropiadas, para que la transformación sea rítmica y
balanceada, en correspondencia amorosa con el proceso de
adaptación al nuevo ritmo al que cada uno le corresponde
pasar.
La aceleración progresiva permite que el balance celular
se mantenga y se adapte al nuevo ritmo. Se genera así una
empatía entre lo humano y lo Divino que permite la
formación
de la malla de Luz que sostiene el intercambio de uno a
otro
sistema. A medida que la energía circula y se mezcla, la
potencialidad Divina se incrementa en el humano, y lo
Divino
se acopla a su sistema para conjugarse y propiciar la
Ascensión. La ecualización de la energía mantiene el ritmo
vibratorio, aun cuando el individuo desempeñe sus tareas
diarias, no se interrumpe el flujo. No se interrumpe el
flujo,
sino que la acción personal se incrementa en beneficio
para la
humanidad. El movimiento de los filamentos del ADN se
acelera a medida que el humano sostiene la atención en su
Ser, y en muchos casos pueden ser percibidos los destellos
de
Luz que emanan a través de lo físico. La apariencia puede
modificarse sustancialmente, llegando a no ser reconocido
por seres cercanos a quien vive el proceso de ascensión.
Si
bien, en estos momentos se está trabajando para que esos
cambios no produzcan desconcierto en los seres humanos
que comparten con el candidato a la ascensión.
La aceleración energética se incrementa y el Cirujano
Cósmico realiza su labor de acoplamiento del sistema
humano
a lo Divino, la razón principal para eso es que se
necesitan
criaturas conscientes, capaces de mantener el balance
energético entre sus semejantes, para que sea más fácil
operar desde los niveles internos sobre ellos. La sobre
carga
energética puede originar ciertas perturbaciones en lo
biológico, lo cual se corrige con la aceptación del
individuo y
su amorosa disposición para que sean corregidos
internamente.
La acción consciente del ser humano es la que determina
el éxito de este proceso, por lo que al aceptar la
transformación y adaptarse a los cambios en su circuito
biológico, determina que este proceso sea más armónico,
con
más disfrute de su propia transformación y más capacidad
para ayudar a la humanidad, en su preparación para los
cambios planetarios. La ejecución de este proceso es de
acuerdo entre lo humano y lo Divino, ya que cada uno tiene
que ceder de sí para que el beneficio mutuo favorezca a
toda
la humanidad, en la restauración de la consciencia del
Amor
en ella.
Unixitron decodifica, Cristotron unifica, Metatron
amplifica la conciencia.
EN ORDEN, LUZ Y AMOR, YO SOY EL QUE SOY
UNO TRIUNO YO SOY
·XI·
CASAMIENTO CON LO DIVINO
La secuencia numerológica es decodificada a medida que
se incrementa la vibración del individuo candidato a la
Ascensión. Cada sector del ADN humano es revisado y
empalmado con el Divino, para que se produzca el
casamiento
y se restaure el Andrógino Luz. Poco a poco se efectúa el
proceso, hasta que cada pieza calce y el ser humano se
transfigure en el ser de luz que Es.
La secuenciación que se encuentra en el ADN humano va
siendo sustituida por la secuenciación del ADN Divino. En
este
proceso se incrementan las frecuencias de ondas
cerebrales,
y así mismo los flujos hormonales son acoplados al nuevo
ritmo. Si bien, se mantienen las características humanas,
el
individuo mejora considerablemente su adaptación al nuevo
ciclo al que está pasando la Tierra. Las modificaciones
sustanciales, iniciadas en los niveles energéticos más
acelerados del ser humano se van adaptando hasta calzar
perfectamente con el físico, el cual, si bien mantiene la
apariencia conocida, vibra a mayor velocidad, pudiendo
irradiar más Luz, que en algunos de los casos puede ser
vista.
Cada secuenciación genética humana tiene su
complementación Divina, esto es con el propósito de que a
medida que se incrementa la actividad consciente del
individuo, y se acelere su energía, los cuerpos superiores
puedan acoplarse al más denso, sin originar ningún tipo de
inconveniente para éste.
Una vez que se inicia el proceso de transfiguración y el
individuo es capaz de sostener la atención en su Real
Naturaleza, incrementándola progresivamente, se da paso a
la unificación de cada uno de los cuerpos que lo
constituyen.
Se puede decir que pasa de una tercera dimensión a cuarta
y
quinta, y así sucesivamente, manteniendo sus vestiduras
carnales, lo cual es el propósito Divino, ya que es
necesario
ayudar a todos los seres humanos, anclando conscientemente
la Presencia de Dios en el Planeta.
Un individuo que logra unificar sus vestiduras es un
portador consciente de Dios Padre Madre, haciendo con ÉL
para liberar a la humanidad del olvido de sí misma, de su
Real
Identidad. Un individuo unificado es un ser consciente,
capaz
de sostener el flujo, cada vez más acelerado, de la
energía
Divina, el cual se incrementará al máximo para que la
Tierra
también se fusione con su Ser de Luz, Santa Estrella de la
Liberación.
Unixitron mantiene la red energética individual bajo
constante observación, para propiciar los cambios
requeridos
a medida que el individuo se asume como Hijo de Dios, cómo
Él Mismo, y se responsabiliza por manifestar la Verdad de
su
Real Ser.
La clave numérica de cada individuo está en su genoma,
más, para dar paso a su transformación tiene que decidirse
a
participar conscientemente en su propia modificación,
pasando de ser un simple observador de la vida, a un
activador
consciente de la misma, a un modificador de las
circunstancias
externas un propiciador de cambios, de nuevas
experiencias,
dejando de estar identificado con un aspecto biológico que
lo
ata a la forma física, para constituirse en un agente
liberador,
en un ser de Luz. En un activador de la Memoria Divina.
Así como se inicia en un individuo, el cual marca la pauta
del cambio, muchos otros comienzan a ser activados por ese
mismo proceso. La importancia fundamental radica en que
cada ser humano que despierta eleva consigo a miles de
seres
que están conectados a su red individual.
La Fuerza unitiva que imprime Unixitron en el ADN
humano, por transferencia energética desde el ADN Divino,
permite que se tome consciencia de lo vital que es este
proceso en los actuales momentos. En la sincronización de
lo
humano con lo Divino, donde a medida que el humano acelera
su consciencia, lo Divino desciende, el encuentro a camino
medio está resguardado por la responsabilidad individual
frente a los procesos internos que se generan con el
despertar
de la energía que le compone, eso ayuda al alma a mantener
el anhelo de fusión, lo cual se irradia a través de la red
energética e imprime en las almas sensibles esa misma
necesidad, las cuales responden, por resonancia al llamado
que se hace desde los niveles internos.
Al irse calzando, pieza a pieza, el rompecabezas que es el
empalme energético del genoma humano y Divino, se
reestructura a nivel molecular las vestiduras que están
siendo
acopladas al nuevo ritmo vibratorio. Cada pieza tiene que
calzar perfectamente en la otra, y cuando eso sucede las
espiras del ADN se acoplan, para transferir información,
modificando la estructura celular.
Numerológicamente se corrigen las secuencias que
habían sido desordenadas y se restaura el orden en el
código
humano. La Memoria Divina se activa y la Comprensión se
hace manifiesta en el ser humano-Divino, que ve como sus
partes se complementan en una danza amorosa, donde nada
se rechaza, sino que se amolda amorosamente al nuevo
esquema, al verdadero esquema de su creación.
La sincronía Divina pasa a ser la nueva forma de vida.
Cada
acto consciente es la llave para el empalme definitivo de
Dios
y Hombre.
CON AMOR, UNIXITRON
La Luz que se irradia cuando el ADN humano y el Divino se
fusionan hace que el nivel molecular se reordene, para
conformar una plataforma que permita la manifestación del
Hombre Mujer Luz.
La consciencia se expande, proyectando sobre la vida los
nuevos ritmos vibratorios, despejando la mente humana de
los conceptos rígidos, de las programaciones negativas.
Así
como se abren nuevos caminos, tanto en lo interno como en
lo externo, el alma se aproxima más al Padre Madre para su
fusión definitiva.
Las espiras del ADN que contienen los factores
hereditarios son modificadas en los sectores donde la
consciencia humana es muy densa, de esta manera se
corrigen las donaciones negativas, para que el género
humano pueda liberarse con más rapidez de las taras que le
mantienen preso.
El genoma humano está siendo tratado con mucho Amor,
porque las transgresiones a la Ley del Amor lo han
modificado
sustancialmente de manera negativa, por lo que se hace
necesario corregir muchas de las anomalías que se
manifiestan en lo físico y que marcan un deterioro precoz
de
la fisiología, de las características y comportamiento de
los
individuos.
Se hace necesario desvincular muchos factores que han
incidido negativamente en el genoma, modificándolo a tal
grado que, en vez de haberse hecho una depuración en las
características conductuales, se ha degenerado este
aspecto,
mostrándose más agresividad y violencia, un
comportamiento agresivo que ha sido originado por la
acumulación de energías que han deteriorado la que debe
ser
la característica principal: el Amor.
La actual relación entre un humano y otro se basa en
elementos cuyos valores reales no se sustentan en la Luz.
Eso
determina que el proceso sea desarmónico, afectando no
solo
a los implicados directos, sino a todos los que estén a su
alrededor. Debido a que se ha mantenido una conducta
agresiva durante mucho tiempo eso ha modificado el
genoma, transmitiéndose de una generación a otra las
características de violencia, llegando a reforzarse, por
la no
concientización de la violación de la Ley del Amor.
Así como se está depurando el genoma, también ha sido
necesario activar muchas secuencias génicas dormidas, por
lo
que se tenderá a un mayor equilibrio entre mente y
emociones, ya que de eso depende que se interactúe a un
nivel más elevado, dando paso a relaciones más armónicas.
Los estudios que se han hecho, han marcado las pautas para
que en este momento de transito planetario se tomen los
mejores representantes de la raza humana como prototipo
para mejorar la consciencia o los estados intrínsecos a
ella,
para que, como un todo, la humanidad progrese hacia un
nivel
de mayor Luz, de más Amor y Paz.
Las circunstancias que han operado de manera negativa,
marcando a la humanidad, son tratadas de manera que
puedan ser asimiladas con más consciencia, desvinculando
el
temor, la negatividad que inmoviliza. Así mismo se
manifestará a la consciencia nuevas posibilidades de vida,
donde la Gracia del Amor es la base fundamental. Se
corrigen
errores, se sanan heridas, se limpia el subconsciente, se
libera
al alma, para que la humanidad ascienda otro peldaño en su
camino de regreso a la Morada Divina.
CON USTEDES, METATRON
·XII·
LA IMPORTANCIA DE LA DECODIFICACION DEL CODIGO GENÉTICO
Al corregirse los niveles energéticos que contienen la
memoria de la humanidad, se abre un nuevo panorama para
los seres humanos, quienes ya no sentirán tanto el peso de
las
circunstancias externas y podrán accesar con más facilidad
sus Memorias Divinas.
A medida que los velos caen y la Luz se revela, se
muestran
aspectos que todavía encadenan al alma, dolorosos
recuerdos
que abren heridas, y esto ocurre porque la Luz revela la
condición del alma, y eso hace que se vea donde se debe
trabajar conscientemente, pidiendo la liberación,
transmutación, sanación. Así se da paso a que el ser
humano
madure en su relación consigo mismo, y con quienes le
rodean, ya que de otra manera queda grabada la causa y no
se sana.
Lo que se está propiciando ahora es que el ser humano se
concientice, se asuma y responsabilice, en otros términos,
que
crezca, madure, se libere e independice de todos los
elementos y factores, tanto internos como externos que lo
controlan. Es un momento para el crecimiento en todos los
sentidos, ya que solo así puede acoplarse al ritmo
vibratorio
del planeta. Sólo así puede pasar a un nuevo ciclo de
renacimiento en la luz.
Nuevas experiencias se anuncian y nuevos momentos en
el crecimiento humano. Todo esto está sustentado por el
Amor, cuya Fuerza Luz aporta al alma todo lo que necesita
60
para su liberación definitiva.
Sea pues, una vez más, un llamado a la reflexión, para que
alcancen la madurez requerida y puedan pasar junto con el
planeta a una nueva octava de Luz.
CON AMOR, MAITREYA
Las revelaciones que se están haciendo en relación a la
importancia del código genético y Divino, son para que el
ser
humano se dé cuenta de que es una fuente transformadora
de energía, pues dependiendo de cómo usa la que la llega
puede transformarse en el Ser de Luz que Es, o permanecer
en la forma densa.
Es sumamente importante el poder calificador del
individuo sobre su energía y la circundante. Por eso es tan
vital
que se percaten de que cada uno puede restaurar la energía
que porta, que yace en sus genes, que determina sus
características físicas. La herencia biológica marca al
individuo, pero este puede modificarla al no aceptar más
programaciones negativas. La transferencia energética
ocurre grandemente en el momento de la fusión del óvulo y
el espermatozoide; pero si el ser humano concientiza que
no
debe seguir transfiriendo información negativa a su
descendencia, tiene que hacer un alto en su vida y reflexionar
sobre que quiere dar a sus hijos, cómo puede modificar lo
recibido de sus padres, de sus abuelos, cómo puede cortar
con la programación negativa.
Por eso es tan importante que concienticen que cada ser
humano debe responsabilizarse por lo que da y también por
lo que recibe, lo cual está codificado en su ADN. Ahora
bien,
así como ha recibido una carga energética impregnada con
información positiva y negativa, ¿sería capaz de seguir
transfiriendo esa carga a su descendencia? Sin lugar a
dudas
que escogerían los factores más benéficos, los más
armónicos, y eso puede hacerse.
A medida que el ser humano despierta, debe considerar
las opciones que se le presentan: avanzar hacia la Luz,
quedarse donde está o retroceder. Al decidir cual opción
acepta, en ese momento comienza la modificación genética,
ya que la decisión determina lo que ha de marcar al
individuo
en su experienciación diaria. Al estar consciente de eso y
de
acuerdo a su verdadera disposición, él se constituye en su
propio transformador y su potencial génico, no activado
aun,
comienza a asimilar las nuevas condiciones que el ser
humano
está determinando. Es una programación que puede
reprogramarse. Es un estado energético que puede
modificarse. Nada es estático, todo fluye de acuerdo a la
decisión que se toma, ya que eso determina como quiere
vivir
el ser humano, y que va a donarle a su descendencia.
La decodificación del ADN está en su más alto nivel.
Muchas de las capas que lo conforman están siendo
modificadas substancialmente, dándole una nueva
oportunidad al género humano, para que sea capaz de
transferir información que contenga valores que realmente
puedan regenerar al individuo, capacitándolo para que
asuma
su verdadera condición.
La síntesis cromosómica, que se transfiere de uno a otro
humano, está siendo activada con todas las posibilidades
que
el Ser de Luz brinda. De esta manera se acelera no sólo la
consciencia, sino que el cuerpo físico puede ser adaptado
a
condiciones climatológicas, a circunstancias donde el
medio
ambiente sea desfavorable. Al estar más activo el
potencial
Divino puede tener más capacidad para asumirse y asumir lo
que le rodea.
La lectura del ADN humano, si bien transcribe secuencias
energéticas de muy bajo nivel, también contiene altas
frecuencias vibracionales; pero se hace necesario acoplar,
dentro de una frecuencia más armónica, la experiencia
personal, ya que eso ayudaría a una adaptación más rápida
al
medio en que se encuentre. Esto es posible con la decisión
que se tome, dependiendo el entorno de las frecuencias de
onda que emita o no.
Dado que el ser humano es el que determina sus
experiencias, bajo qué condiciones vivirla, y con qué
responsabilidad las asume. Nos limitamos a transmitir
parte
de los resultados de los análisis, y las posibilidades que
se
pueden activar a medida que se concientiza y define la
importancia de ser un transformador activo, no solo de sí
mismo, sino de la humanidad como un todo.
Damos esta información para que comiencen a dar pasos
hacia un nuevo contexto energético, donde cada uno es
responsable de sí mismo, y cada cual está capacitado para
determinar sus acciones. No pueden pretender vivir en un
mundo nuevo sin hacer ningún esfuerzo.
Por ahora tienen la responsabilidad de modificar su propio
mundo, una vez comenzado el proceso cada uno puede
aspirar a una mejor forma de vida.
CON USTEDES, UNIXITRON
A medida que el ser humano toma consciencia de sí
mismo, internamente se comienzan a movilizar las capas del
ADN humano y Divino, sincronizándose, a medida que la
fuerza interna o despertar de la consciencia se acelera.
Cada
capa del ADN humano se corresponde con una del Divino.
Se incrementa el ritmo vibratorio a medida que las capas
se van eterealizando, y el cuerpo físico entra dentro de
un
compás energético que le permite recibir las ondas
luminosas
de los cuerpos superiores. El acoplamiento se hace de
manera
progresiva, a medida que va cediendo la resistencia de la
consciencia externa y se va incrementando la vibración de
cada una de las células del cuerpo físico.
Pueden considerar como un empalme de diferentes
longitudes de onda o campos electromagnéticos. Capas que
tienen que ceder, soltar resistencia para que otras se
empalmen con ellas, es decir, lo físico no puede empalmar
directamente con lo Divino a menos que poco a poco la
resistencia originada por conceptos errados sea superada.
Frecuencias energéticas que deben acelerarse en lo humano
y frecuencias energéticas que deben desacelerarse en lo
Divino, para que en un determinado ritmo vibratorio ambos
se encuentren y acoplen. Pero como son muchas capas,
conformada por ritmos vibratorios que van desde lo más
denso a lo más acelerados, tiene que darse un proceso de
acoplamiento para que las capas de uno y otro se puedan
empalmar, y esto sólo es posible cuando el ser humano
concientiza y desea ser un manifestador consciente de su
presencia, la Presencia de Dios en Acción.
El ADN no se amolda de una sola vez porque, como los
rangos vibratorios son tan diferentes, se originaría un
choque
que desajustaría al sistema humano, con consecuencias
desastrosas. Sólo cuando el humano está listo para recibir
las
primeras descargas energéticas desde lo Divino, este puede
percibir sus efectos, y muchas veces no se da cuenta de lo
que
ocurre o como ocurre.
No es fácil explicar un proceso donde un sin número de
ondas energéticas se enlazan unas con otras. El concepto
de
capas energéticas es el más apropiado, pero en realidad
son
frecuencias de onda que buscan acoplarse a otras, para dar
inicio a procesos de cambio en cada uno de los niveles
energéticos del individuo.
Las primeras experiencias se hacen con los hologramas,
para ver los efectos que se producen, para poder
traducirlos
al genoma humano, y este sintetice la energía hacia lo
físico,
produciendo los cambios génicos a nivel celular. Pero esto
también afecta a los otros cuerpos, ya que al modificarse
una
secuencia energética en el ADN esto repercute en los otros
cuerpos por la estrecha relación que guardan.
Lo insubstancial Divino genera longitudes de ondas que
van a desbloquear patrones de conducta, deslastran muchas
capas energéticas que cubren la consciencia individual.
Los
campos energéticos de cada uno de los diferentes cuerpos
se
modifican a medida que la sincronicidad entre el ADN
humano
y el Divino se incrementa. Se desprende, o mejor dicho, se
transmuta la energía, repolarizándose en los complementos
energéticos necesarios que han de sustituir a los que
estaban.
Secuencias energéticas, que en sucesivas ondas de Luz se
trasponen en el código humano para hacerlo más capaz de
recibir la secuenciación del ADN Divino o Código Luz. Las
espiras se aceleran e incrementan su giro, centuplicándose
su
energía para inducir la transfiguración de lo denso en un
complemento energético más sutil.
Se habla de velos que caen, hasta mostrar la Imagen
Perfecta, pero nada se disgrega, sino que se complementa,
sumándose cada uno de los factores constituyentes del
genoma humano y del Código Luz. A medida que calzan las
piezas y la energía se sutiliza, los elementos de mayor
densidad pueden mantener la forma, más no su rata
vibratoria, ya que esta se ha incrementado, a los ojos
físicos
puede parecer que no hay cambios, pero internamente todo
puede haberse modificado.
La lectura del Código Luz se hace cuando se incrementa la
frecuencia vibratoria y en un empalme energético entre el
mental Superior del individuo y el correspondiente Núcleo
de
Luz de la Presencia, se transcribe la información para que
la
consciencia externa se nutra y pueda dar paso a la
transformación del ser humano en un Ser de Luz, lo cual
corresponde o está acorde con los cambios que se precisan
hacer a nivel planetario, para la transformación de la
Tierra en
la Santa Estrella de la Liberación.
Acepten la oportunidad que se les brinda y sean capaces
de asumirla como su propio factor de Vida Eterna.
CON USTEDES, UNIXITRON
·XIII·
PREPARACIÓN PARA EL ACOPLAMIENTO CON LO DIVINO
Al acelerarse la consciencia individual se multiplican por
mil los esfuerzos que se hacen para mantener el recuerdo
activo. Eso produce un efecto que se expande sobre la
humanidad.
Los esfuerzos individuales se suman y aportan sobre la
consciencia masa una energía que activa a los seres
humanos
próximos a individualizarse. Igual ocurre con los procesos
del
ADN, que redundan en activación de la consciencia a medida
que más seres humanos concientizan que son responsables
de su propia restauración como seres de Luz.
Los esfuerzos que se hacen para que la humanidad
ascienda un peldaño más, están centrados en los individuos
capaces de asumirse, responsabilizándose por dar una base
firme a las propuestas internas. Al ocurrir eso, es más
fácil el
acercamiento y la preparación individual. Desde muchos
puntos se trabaja. Muchos Seres de Luz están comprometidos
con eso, pero de nada sirve tanto esfuerzo si externamente
no se concientiza que es muy importante la decisión
individual, el sostenimiento que cada uno debe hacer.
Las propuestas internas son muchas, llegan de múltiples
maneras, pero si no hay resonancia o no se les presta
atención, sólo quedan como proposiciones. Quien da sentido
a eso es el mismo ser humano sensibilizado por las
demandas
de su alma y ser. Por eso pocos individuos pueden
propiciar la
transformación, la cual debe considerarse con seriedad,
pues
da paso a que las memorias se activen, se reordene el
código
genético, se despejen las secuencias negativas y se
implanten
las nuevas, en armonía con el Plan Divino.
Son operaciones que se realizan internamente,
secuenciadas por las decisiones que toma el individuo y su
grado de responsabilidad con el Plan. Y así como le
corresponde al individuo prepararse para ser más
receptivo,
estar más apto para la energía que recibe, también
internamente se suceden acoplamientos energéticos, se
buscan nuevas formas de unificación con el ser humano y se
crea un compás energético que permita que la energía se
ecualice armónicamente de uno a otro nivel. Pero se tiene
que
estar consciente de que sólo la determinación individual
da la
pauta para que internamente se inicien los procesos de
acoplamiento entre lo humano y lo Divino.
Una vez que la energía fluye y el ser humano es receptivo
a ella se pueden modificar, en fracciones de segundo,
muchas
secuencias negativas de la programación humana, y así
mismo
se pueden restaurar muchos niveles de consciencia,
acelerando la rata vibratoria de toda la humanidad.
Cada vez que un individuo sale de la masa y conscientiza
el
deseo de su alma, internamente se destejen las ataduras
terrenas para acoplarlo a la Consciencia de Ascensión,
generando un impulso que se acelera en la consciencia masa
a medida que la decisión individual del Logro Divino se
sostiene.
Los momentos actuales ofrecen pocas posibilidades de
elección, ya que el ser humano decide por su reintegración
al
nuevo ritmo, o se queda atrapado en el que cubre
actualmente a la Tierra. Con la decisión de integración la
humanidad avanza, con la decisión de estaticidad se somete
a
los eventos por los que el planeta ha de pasar. Unas u
otras
elecciones marcan patrones energéticos, ambos sostenibles
por las almas comprometidas con ellos, y ambos son
perfectamente aceptables por el Orden Divino, ya que cada
uno expresa en que ritmo se han de mover. Así mismo, cada
uno contempla el sostenimiento de rangos energéticos que
abarcan a miles de almas, de una u otra forma han elegido
la
experiencia que les toca vivir.
Lo importante es que cada uno crea un fundamento para
las acciones internas que han de generarse en esos
circuitos
de energía. Pero cada decisión individual acelera o
desacelera
el campo energético en que se encuentra el individuo.
Razón
primordial por la que se les llama a reflexionar sobre sus
decisiones y acciones, sus propósitos y deseos, sus
anhelos
internos y sus proyecciones. Es necesario que concienticen
que a pesar de la individualización, continúan dentro de
un
cinturón energético que desajusta las energías
individuales, si
no se toma consciencia de que es necesario acelerar el
entorno propio, para crear un mayor rango de acción
interna,
por cuanto el fundamento humano es frágil delante de la
circunstancias externas y solo puede asumirlas cuando el
fundamento interno es sólido y se confía en la cobertura
divina que le protege de todo lo que está fuera de Ella.
La simultaneidad de muchos eventos se han de observar
con más frecuencia en estos tiempos. Cada uno marca un
proceso y determina acciones individuales y colectivas,
pero
lo más importante es que el ser humano esté centrado en su
propio Ser Unificado, porque eso determina su aceleración
interior y su proceso ascensional, el cual a su vez
despeja la
consciencia del ser humano, para que pueda adaptarse a los
ritmos vibratorios de las diferentes fases del proceso de
acoplamiento planetario a su nuevo ciclo de realización
como
Ser de Luz.
La consciencia externa se sutiliza a medida que el
individuo se torna en un candidato consciente, en un ser
capaz
de aspirar a la nueva entronización con su Ser Divino. La
capacidad y determinación individual hacen que la
humanidad
crezca. Pero es la oportunidad para que cada uno sea la
humanidad en ascenso.
Determinen su Aspiración Divina y unifiquen sus esfuerzos
en el Logro Divino.
CON AMOR, UNIXITRON
·XIV·
CORRESPONDENCIA ARMONICA EN EL ADN El ARN
Mensajero cumple un papel fundamental a nivel de los
ciclos bioquímicos, entre las células. Su característica más importante radica
en que porta los mensajes que necesitan las células para realizar sus procesos,
además de que permite el empalme entre los agentes bioquímicos que actúan en el
mantenimiento del balance celular.
Los procesos bioquímicos necesitan de la información que
lleva el ARN, y a nivel celular, cuando se están dando los
procesos de activación de la memoria, se presenta el ARN
con
la información que se necesita sintetizar. La
particularidad de
este proceso radica en que es un agente (ARNm) que porta
información que activa la síntesis bioenergética que se
realiza
en la célula, y por lo tanto también está comprometido con
la
activación del ADN humano y Divino, ya que del mensaje que
porta depende que los códigos genéticos se transfieran o
no.
La información que permite la transferencia es llevada por
el
ARNm, por lo que este permite la síntesis bioquímica y la
transferencia de información de los padres a su
descendencia.
La importancia de este complementador se sustenta en la
síntesis de las proteínas, las cuales, dependiendo de su
ubicación en la cadena que se transfiere, pueden iniciar
el ciclo
humano de acuerdo a lo establecido internamente; en Orden
y Armonía, o desencadenar una manifestación errática de
ciertos valores bioquímicos que desestabilizan la posición
correcta de los codones del ADN.
Se precisa del ARNm para que los nucleotidos: codones y
anticodones, se dispongan de manera armónica y el
intercambio celular y la decodificación del ADN sea en
armonía. La síntesis celular, propiciada por un mensaje
correcto da paso a la depuración de la cadena del ADN,
pero
cuando el mensaje no es transmitido en su totalidad, o es
interferido por cualquier agente mecánico o interno, no se
puede implantar la información que debe dar inicio a la
secuenciación del ADN de acuerdo al Orden Divino.
Así como se confiere información positiva de los gametos
(masculino y femenino), en el momento de la concepción,
también se transfiere negativa, y parte de ese mensaje
erróneo es llevado por el ARNm, que en este caso recoge la
información producida a nivel de los cuerpos de los
individuos, modificando el Orden establecido, de acuerdo a
la
carga energética que cada uno aporta. Por esta razón,
muchos síntomas y patologías que presenta el ser humano no
pueden ser detectados, porque han tenido su origen en el
mensaje transmitido, modificado en el momento en que, por
una intensa presión energética proveniente de los
progenitores, se alteró y dio origen a factores que no se
encuentran en los transmisores humanos o progenitores.
Cabe señalar que la dependencia humana hacia muchos
factores externos tiene su origen en las modificaciones
del
mensaje que debía transferirse en el momento de la
relación
de los gametos. Un sin número de anomalías tendrían cura o
no se presentarían, si en el momento del encuentro
biológico
los individuos envueltos en el acto no transfirieran,
desde sus
feromonas, una información errada, porque la síntesis o
biosíntesis se altera de acuerdo al grado de animalidad o
no
que presenten los implicados, ya que eso afecta
grandemente
a los gametos, transfiriéndoles una carga que incluso
puede
afectar la normal formación del embrión.
Todo tiene una correspondencia armónica y cada
elemento cumple con su función. A nivel biológico cada
cosa
está perfectamente ordenada y cumple con el propósito
designado, y cuando se altera ese orden los efectos se
manifiestan en lo físico, en las características
fenotípicas y
genotípicas, así como conductuales. La memoria celular
guarda todas las alteraciones y cuando se repiten se
codifican,
modificando las secuencias del ADN.
La especie humana ha experimentado de muchas maneras
con el genoma humano, pero no puede predecir el resultado
final, porque eso está en Manos de Dios. Sin embargo, las
alteraciones provocadas, no todas conllevan a un
progreso de la humanidad, porque al alterarse el mensaje o suprimirse, origina que
muchos procesos se alteren, originando cambios
substanciales o mutaciones, las cuales condensan
sobre la
humanidad los rasgos negativos que portan,
densificando sus
estructuras genéticas y modificando el ADN, donde
además de
imprimir una información errada también se implanta
un nuevo
patrón energético que conlleva a la modificación
del propósito
humano y la implantación de energías erráticas que
al no tener
un centro terminan por desquiciar a la raza. Así ha
ocurrido con
muchas especies en los laboratorios, donde los
científicos
intentan sintetizar los patrones de comportamiento
de esas
especies, buscando correspondencia con lo humano,
para hacer
implantes.
Los efectos primarios o biológicos pueden ser buenos,
pero, ¿se puede decir lo mismo de los efectos energéticos
en
la síntesis de las proteínas o en la transferencia de
información
de una célula a otra? Cuando los cambios se dan a nivel
celular, genético, del ADN, la transmigración de energía de una célula a otra,
modifica los campos energéticos, sin que el proceso se detenga, pues se
disparan una serie de ondas que
desestabilizan el comportamiento humano y descompensan
la cadena del ecosistema en que se desenvuelve, ¿puede haber
progreso efectivo en una sociedad humana que
sustituye sus
órganos por órganos de animales? ¿qué pasa con la
memoria
celular? o en todo caso ¿qué ocurre cuando clonan a
un humano, modificando sus sistemas para que funcione como un donador de
órganos? ¿Está en Orden este proceso?
Si se ha modificado la transferencia energética o si se ha
suprimido, ¿qué se transfiere en el trasplante? ¿qué porta
el
clon? Suprimir el Orden, o no acatarlo, o simplemente
olvidarse de que hay secuencias energéticas perfectamente
establecidas, porque supuestamente se sustenta el progreso
de la humanidad, implica controvertir el logro humano y
menospreciar el Orden Divino. Todo está previsto para que
el
ser humano logre su Liberación y Eternización, pero si
esto es
alterado por él mismo, ¿qué puede ocurrir? El oscurantismo
no
solo es por falta de conocimientos, también se presenta
por
exceso, y lo que está ocasionando ese exceso es que los
patrones energéticos se alteren y la humanidad se vea
afectada por los efectos que se originen. Entre otros: sequías,
pandemias, hambrunas, nuevas enfermedades, alteraciones
emocionales, mentales, y un sin número de fenómenos
naturales, etc. ¿Por qué transferir información errada, o
por
qué modificar los sistemas biológicos?
Los mensajes del ARN están íntimamente ligados al
proceso de sintetizar la energía que ingresa al sistema
humano; la que entra con los alimentos, la que se recibe
con
los sentidos externos e internos, todo está inscrito allí.
Una
alteración del proceso modifica todo. Lo substancial y lo
insubstancial van de la mano ¿por qué alterar ese proceso?
Cada quantum energético porta la fuerza vital del grupo
que la origina, y en este ciclo de acoplamiento
energético,
muchos seres deben modificar sus transferencias
energéticas
de manera positiva, en Orden Divino, para que la humanidad
reciba un impulso hacia la Luz del Padre Eterno. De lo
contrario muchos seres perecerán, ya que se han modificado
substancialmente las informaciones del ARN, y las
transferencias energéticas han conducido a nuevas
mutaciones generacionales, aportando informaciones
erradas y plantando códigos que modifican las respuestas
del
individuo al sistema. El Orden se ha alterado y la
manifestación externa genera nuevas taras.
La respuesta que se busca ahora es la de los seres capaces
de detener esos procesos, responsabilizándose con la vida
que portan, asumiéndola como una oportunidad para
restaurar el Orden, la Luz y el Amor en ellos y en la
humanidad.
Toda modificación tiene efectos, lo importante es saber
determinar lo que se quiere modificar para obtener efectos
positivos. Se les llama a construir el Cuerpo Luz, a
trabajar
sobre la memoria celular, dándole mensajes positivos para
que se transmute en un Orden Armonioso, liberador, hasta
que la Verdad se manifieste, liberando a la humanidad de
los
manejos oscurantistas de quienes se consideran sus líderes
científicos.
CON AMOR, UNIXITRON
·XV·
CODIGO DE LUZ
Código Luz. Información contenida en el ADN humano,
que a su vez contiene todo lo relacionado con las
características Divinas del individuo. Las cuales están en
estado latente y deben ser activadas conscientemente para
que el ser humano pase de esa condición a la Verdadera
Identidad que le sostiene.
El Código Luz es portador de todo lo relacionado con los
procesos mutacionales que están referidos a la especie
humana para que logre su manifestación como un Ser Divino.
Las características más puntuales de la transformación del
ser humano estimulan su despertar en consciencia, las
cuales
al ser asumidas van a dar paso a la activación del genoma
humano y su desarrollo, por homologación con el Divino, a
un
ser de características semi Divinas, ya que si bien,
conserva los
rasgos humanos, puede sintonizarse con vibraciones muy
sutiles y accesar a niveles muy elevados de la Consciencia
Divina.
Las características que determinan la manifestación de lo
Divino, en el ser humano, son potencialmente más fáciles
de
activar a través de la aceptación responsable de la
transformación a la que debe someterse el individuo que
así
lo decida. Si bien, cada individuo es portador de este
potencial, muy pocos aceptan la oportunidad que tienen de
convertirse en Seres Conscientes, por lo que el estado
potencial puede permanecer por muchos siglos sin ser
activado.
Ahora bien, El código Divino está inscrito en el genoma
humano, pero para que un individuo lo active tiene que ser
capaz de aceptar el proceso por el cual ha de pasar, ya
que las
circunstancias internas y externas se hacen más evidentes
y
más incisivas en su participación, para que el individuo
las
asuma y participe conscientemente en su transformación.
El Código Luz ha permanecido protegido por la misma
inconsciencia que abruma a la humanidad, pero debido a que
los actuales momentos planetarios están removiendo densas
capas de energía, se está haciendo más evidente a la
consciencia humana su necesidad interior, por lo que es
más
fácil que queden al descubierto las características
Divinas, por
lo cual se puede dar inicio, con más facilidad, a la
transformación individual.
Toda vez que el proceso se inicia se pasa de una situación
a otra, con mayor o menor velocidad, dependiendo esto del
propio deseo del individuo, por lo que cada uno imprime su
propia velocidad de transformación a la energía que le
compone.
El Código Luz, además de transferir energía a las
vestiduras más densas, también estabiliza la capacidad de
recepción de la Guía Divina, eliminando las posibles
interferencias entre la consciencia externa y el Núcleo de
Luz
con el que se conecta. Esta estabilización energética
permite
que no se retrasen las disposiciones internas, y que su
captación e interpretación pueda dar paso a modificaciones
en los diferentes mecanismos que conforman al ser humano.
La recepción de la Idea Divina es fundamental, ya que de
ella se despliegan una serie de actividades que se
coordinan a
nivel interno y que permiten la restauración de los puntos
de
conexión con la Fuente Divina. Los chacras o nadis son
activados a medida que se sincroniza la actividad del ser
humano con el Ser Divino, que busca su incorporación al
circuito externo.
Así como el Código Luz está inscrito en el ADN humano,
portando la potencialidad Divina, está también
sincronizado a
la Gran Fuente de la Vida, y permite que se haga posible
la
interconexión del ADN humano con el ADN Divino.
El Código Luz es la Simiente Divina depositada por el
Padre
Madre en el Hijo Ascendente, para que cuando esté listo a
reingresar a la Fuente Divina, tenga un mapa de camino,
donde paso a paso ha de recorrer la vía de regreso a la
Fuente
de la Vida de donde salió como prototipo de una Idea Luz.
La cuantificación de la energía que porta el ADN humano
es sumamente elevada, ya que no sólo guarda las
características físicas, sino también las características
potenciales del Ser Divino que ES.
El Código Luz es la Llave Tonal que permite abrir la
puerta
de la Morada Eterna.
CON AMOR, MAITREYA


